Cuatro amigos y una pasión a los pies de
El Sadar. Hace más de tres lustros llegaron desde Argentina hasta Canarias y este domingo pudieron presenciar en directo a la selección de su país. Nervios, alegría e ilusión. Todo en uno. Ataviados con símbolos argentinos y cerveza en mano aseguraron que la atmósfera creado era
“espectacular”.
Tenían claro que esta semana iban a ver sí o sí que al combinado de Scaloni. Porque primero intentaron asistir a Wembley para ver la ‘Finalissima’ ante Italia, pero no consiguieron entrada. Quedaba una segunda oportunidad más cerca de casa. Hubiesen ido a Málaga, donde finalmente no se celebró el amistoso y, cómo no, pisaron El Sadar. Los cuatro se conocieron en España y proceden de la ciudad de Córdoba (Argentina).
"ESTO ES UNA FIESTA"
Son Matías Pucheta, Matías Herrera, Roque Herrera y Diego Junco. Apasionados de la albiceleste que esperaban en una de las puertas del estadio. Se han alojado en Olite. El domingo aprovecharon el día para conocer Pamplona antes de la cita. “Conseguimos todo en el último momento. Queríamos ir a Wembley (donde jugó Argentina el miércoles), pero nos quedamos sin entradas. Quedó pendiente. Un amigo que es socio de Osasuna nos ha ayudado a conseguirlas”, relataba Matías Pucheta.
Volaron hasta Bilbao, donde se concentraba Argentina, y después conectaron con Navarra. “Tenemos muchas ganas de entrar a El Sadar, por fuera nos ha parecido espectacular. Hay un gran ambiente en los aledaños, esto parece Argentina. Este ambiente es nuestro”, comentaba Roque Herrera sobre los ánimos de la hinchada.
“Esto es una fiesta, solo con venir a ver a Messi ya merece la pena. Es el más grande”, aseguraban. El crack argentino estaba en boca de todos. “Sea donde sea con Argentina. Es una escapada soñada. Se trata de disfrutar entre amigos, pasarlo bien”, apuntaban. Dicho y hecho.
VIAJE EN EL DÍA DESDE MADRID
No dudó en desplazarse en coche hasta Pamplona el argentino Jorge Alfredo Vargas, de 48 años. “Cuando terminó el partido del miércoles en Wembley y conocí que jugaban en Pamplona me propuse ir. He venido solo porque nadie me quería acompañar”, confesaba sonriente. El sudamericano estaba ataviado con un gorro de paja, la camiseta del combinado albiceleste y una bandera de Volcán Jujuy, su lugar de nacimiento. Volcán es una localidad que se encuentra al norte del país, cerca de Chile y Bolivia.
Vargas también aprovechó el viaje a la capital navarra para conocer Pamplona. “Salí a las seis de la mañana y llegué a las diez. He visitado esta linda ciudad antes del partido. Me ha gustado mucho. El estadio también. Parece nuevo y muy grande”, afirmaba.
El azul de Estonia, se dejó ver en El Sadar
Argentina fue superior en el terreno de juego y en la grada. Seguro que muchos de los cerca de 2.500 argentinos que hay empadronados en Navarra no se quisieron perder el histórico partido de ayer en El Sadar. Quizá también asistió al duelo alguno de los 15 estonios residentes en la Comunidad foral. El azul oscuro de su camiseta les delataba. Se vieron aficionados aislados del país europeo en los aledaños portando la elástica del combinado de Karel Voolaid. También la bandera. En el himno de su país, que sonó antes que el de Argentina, también se levantaron como muestra de respeto.