Atletismo
El 'milagro' de Maitane Melero
La atleta navarra se rompió una vértebra del sacro jugando con su hijo y su temporada parecía acabada, pero la lesión ha mejorado y vuelve a soñar

Actualizado el 09/04/2021 a las 06:00
Ilai, de 5 años, jugaba con mamá, que estaba sentada en la sillita infantil del pequeño. Quiso abrazarla y la mala suerte, ésa que parece perseguir a la mejor atleta navarra, hizo que la silla se rompiera y el niño cayera encima de su madre, y ambos terminaran en el suelo. Ilai, encima de Maitane, que se había quedado sentada de golpe. El dolor y las lágrimas aparecieron tras el accidente. Se había hecho mucho daño. Las pruebas médicas le dieron la razón: fractura de la vértebra sacra. En cuestión de segundos, vio desmoronarse la temporada, las grandes citas, las posibilidades de luchar como siempre por lo mejor, incluso despedirse de pelear por los Juegos Olímpicos. Todo, de repente.
Sin embargo, Maitane Melero se armó de una palabra que usa y ejerce: resiliencia. Se lo tomó con calma, siguió los pasos que le indicaba el CEIMD, y el martes recibió una noticia inesperada: la fractura había ido cicatrizando y era fisura. La fondista no se creía este “milagro”. De nuevo, el sol sale tras los nubarrones, está entrenando y el sábado intentará hacer un gran papel en el Campeonato de España de 10.000. Tiene una fisura en una vértebra, pero su valentía está por encima de cualquier obstáculo.
“Hace tres semanas, estaba jugando con mi hijo en casa por la noche, me senté en una silla infantil que tiene él, donde me siento mil veces, e Ilai me abrazó y nos quedamos los dos en la misma silla, con la mala suerte de que se rompió. Yo caí de culo, dando con el sacro en el suelo. Si hubiera caído sola, no habría pasado nada, pero caí con sus 18 kilos encima de mi pelvis. Vi las estrellas - “Y lloraste”, se escucha decir al pequeño- . Sí, y lloré -dice riendo-. pasé dos días con bastante dolor. Yo pensaba que era el típico golpe pero veía que no era normal. El 20 de marzo decidí ir a urgencias y me dieron el diagnóstico de que tenía fracturada la quinta sacra, la parte inferior del sacro. Se me cayó el mundo a los pies, porque estaba a tres semanas del campeonato. Pero entre los fisios, el CEIMD, Ana Jiménez... Tengo la suerte de tener un equipo que es una gozada. Todos me decían que siguiera un tratamiento conservador, 15 días sin impacto, porque es la fase aguda de la lesión. Estuve una semana entera sin hacer nada y la semana pasada me dejaron empezar a correr. El lunes hice la prueba y entrené con algo de dolor, pero tolerable, de 2 sobre 10. El día siguiente vi que no me había resentido y hasta el día de hoy la recuperación ha ido cada día mejor. Este martes me hicieron una radiografía con la gran sorpresa de que lo que era una fractura en la vértebra sacra era ya una fisura. Estamos todos muy sorprendidos. Para mí es un milagro”, narraba ayer Melero.
LA RESILIENCIA DE MAITANE
Una lesión más 20 meses fatídicos, que sin embargo no ha mermado el ánimo de Maitane. “Creo que es la primera lesión que me tomo con más optimismo. Es una más... No he tenido tregua desde agosto de 2019. Sólo en enero y febrero he tenido descanso. Hasta hace un año, sólo entendía la palabra resiliencia para el estudio de materiales, por mi trabajo de ingeniera. Pero ahora lo veo desde el punto de vista psicológico y me considero bastante resiliente. Pensaba que si me había roto, era por algo. Tenía que haber ido a Cantabria a hacer un 5.000, pues igual no tenía que ir. Me lo tomé con filosofía”, explica ba Maitane.
La temporada se fue al traste y lo asumió pronto. “Había hecho una buena pista cubierta y un buen cross, y todo apuntaba a que iba a hacer un buen papel en el 10.000, así que fue un jarro de agua fría tremendo. Tampoco iba a llegar al verano, claro, y descarté los Juegos Olímpicos. A tomar viento y a pensar en objetivos de otoño. Tengo callo porque han sido tantos... Pensé en que mi hijo está bien y mi familia también”, señalaba la campeona navarra.
Maitane ha llevado con gran discreción esta lesión. “No lo he contado porque la gente se va a pensar que soy la Pupas -ríe-. Últimamente, cada noticia que pongo en redes sociales es para dar pena y no me apetecía. Y luego me estaban dando pequeñas esperanzas, el doctor Gorostiaga me dijo que iríamos valorando poco a poco... Y no quería comentar hasta pasar la prueba y explicar después por qué no había competido. Bastante tenía con gestionar esta situación”, apuntaba la atleta.
Afortunadamente, estará en la salida mañana en Torrevieja. “Me inscribí aunque lo veía muy complicado. Cuando me dijeron que era una fisura, me puse contenta, fue un alivio, aunque moderada, porque sigue siendo una fisura. De todas formas, este campeonato del sábado es un regalo. Mis sueños siguen ahí, aunque mi vida es una locura y al no ser profesional no puedo recuperar igual, pero voy a seguir peleando”, concluía.
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