Entrevista
Lucio Urtubia: "Tuve la suerte de nacer pobre"
Entrevista realizada en octubre de 2008 con motivo de la inauguración de Festival de Cine de Pamplona con el documental 'Lucio', sobre la vida del "bandido bueno", como le llamaba la prensa, que estafó millones de euros para darlos al servicio de distintas causas

Publicado el 15/11/2022 a las 06:00
El hombre cuya vida se disputan seis proyectos de ficción -a "nivel grande y nombres conocidos de Hollywood", es todo lo que confiesa el personaje inspirador-cogió el sábado el tren en París, en Irún se montó en un autobús y a Tudela, ya, le fueron a buscar sus hermanas. Llegó a Cascante de noche, y allí estará hasta el jueves, disfrutando de su pueblo y de la comida. Hoy, Lucio Urtubia (1931) asistirá en Pamplona a la proyección de la otra película, el documental que lleva su nombre y que cuenta su vida extraordinaria. Contrabandista mientras hacía la mili en Logroño, le pillaron y huyó a Francia. Allí, este anarquista convencido atracó algunos bancos para la causa pero lo más increíble es que puso contra las cuerdas al banco más poderoso del mundo a través de una falsificación masiva de cheques de viaje. Estafó al First National Bank (hoy Citibank) 20 millones de euros de los de entonces. Y todo ello, sin faltar un sólo día a su trabajo de albañil.
Cuando va a París dice que no sabía lavarse ni las manos.
No sabía nada.
Y luego tuvo una vida de película.
Yo no tengo odio a nadie pero nadie me hará olvidar el granero de lo que he vivido. Ni la historia ni la memoria se pueden olvidar. Tuve la suerte de nacer en la pobreza. Para mí fue mi riqueza. No tuve que hacer ningún esfuerzo para perder el respeto a todo, a la iglesia, a la propiedad privada y al estado, que es lo que preconizo.
¿Por qué?
Porque el pobre es pobre si está acojonado, pero si es una persona debe defenderse. Nadie tenemos razón hoy día. Mi padre era nacionalista, monárquico y carlista. (se ríe), y lo defendió a golpe de pistola. Pasó mucho tiempo en la cárcel y salió socialista. Lo que se defiende ahora en nuestra tierra es lo que defendía mi padre, no hay progreso. Si dentro de diez años Tudela quiere independizarse de Pamplona, por ejemplo, pues me parece perfectamente, eso sin matar a nadie. Allí, en Francia, en mi casa he fundado un pequeño espacio cultural, se llama espacio Louise Michel, que era una revolucionaria de la comuna de París. Hace unos meses vinieron un grupo de americanos. Les dije que EE UU fue creado por los muertos de hambre del mundo, que es el pueblo más rico y el más idiota, porque con lo que derrochan una semana en la guerra de Irak yo soy capaz de hacer mil escuelas. Me abrazaron. También se me parte el alma con familias de presos que hacen miles de kilómetros por ver a su familiar y luego vienen a mi casa.

Cuando le propuso al Che fabricar dólares falsos en masa para desestabilizar a Estados Unidos, él lo rechazó diciendo que sería el daño de un mosquito a un elefante. ¿Tenía él razón?
No. Yo era un simpatizante dispuesto a dar mi vida por Cuba, pero Cuba es una estafa. Fidel es el hombre más inteligente que la tierra ha parido, pero el más perverso también. No hay que olvidar cómo se ha deshecho de todos sus amigos. En los 10 millones de cubanos hay más policía que en los 200 millones de brasileños.
¿Y dónde tiene sus esperanzas?
Yo estoy muy entusiasmado con Sudamérica, y yo creo que ahí es donde saldrá el futuro de los pueblos, el futuro de la transformación social. En el Brasil hay unos movimientos extraordinarios de autogestión, donde los trabajadores ganan el mismo salario. En Argentina, igual. En Uruguay también. Nada que ver con el sistema cubano, que es autoritario, donde es el partido el que hace y deshace.
Todo eso lo sabe ahora pero cuando se reunió con el Che era todo un mito vivo.
Por mi forma de hablar, la Rosa [embajadora de Cuba en París] me cogió un cariño loco. Ella en su vida había visto un campesino de mi especie, un trabajador como los campesinos que venían de Cuba. Ella fue la que me presenta al Ché en Orly. Yo, que he visto y conocido revolucionarios de verdad, gente anarquista, no lo vi en él, el Ché es un chico bonito, de una casa burguesa argentina.
Es curioso que en la película la única persona que oculta su imagen y habla desde el anonimato sea un representante de Citibank, como si fuera el que tiene que avergonzarse.
Es que la historia de la Citibank, como mi vida, no me pertenece a mí. Pertenece a toda esta gente que me ha educado y he convivido con ellos, que me han transmitido. Cerca de aquí está el lugar donde fui lo poco que yo he ido a la escuela, con las Hermanas Carmelitas. Navarra ha sido siempre muy reaccionaria. Y, claro, cuando caí con la gente revolucionaria, que habían creído en la transformación social, es a ellos a quienes les debo todo, a gente como Quico Sabaté. En Cascante hay industriales que han cerrado las industrias y no les han dado nada a los trabajadores, después de 30 y 40 años trabajando. A mí se me parte el alma. Pero estos cobardones de obreros, ¿por qué no hay unos sindicatos para intervenir en estos casos? Los obreros no hacen nada tampoco para salir de este marasmo.
No sé si sabe que Citibank abrió oficina en Pamplona.
No, no sé (se ríe).
No sé si le dejarán entrar...
Sí, hombre, yo no soy rencoroso. Y además yo he tenido grandes abogados. Yo soy el padrino del hijo de uno de los abogados que sale el documental, somos íntimos amigos. Ha habido hasta ministros que me ayudaban, o Roland Dumas, que es el que tenía el patrimonio total de Picasso, el que negocia el Guernica de Picasso. Yo estaba con él cuando se negocia.
¿Y qué piensa con esto de la crisis, que se acude a rescatar a los bancos en apuros?
(Se ríe) Qué sé yo. Es el mundo al revés. Yo no sé dónde terminaremos, pero creo que muy mal.
Por cierto, el Citibank es el banco del mundo que más tarjetas de crédito ha emitido, 170 millones. ¿Usted tiene?
No, no tengo. Yo soy muy raro, no tengo ni portable (móvil) y el teléfono me lo regaló hace poco mi mujer.
¿Y ahorros en el banco?
Sí, tengo cuatro reales. Eso es indiscutible. La importancia para mí es estar en el pequeño espacio que he creado, el compartir, el convivir. Vivo a mi forma.

Lo que no sale en la película es que tuvo detrás a la CIA, ¿se la nota cuando le pisan los talones?
La CIA y todas las policías.Yo no me he servido nunca de estos aparatos sofisticados que hay hoy en día. Para mí ha sido una vida de práctica y cuando han querido seguirme, pues los ves. Y si se alejan pues te pierden. Yo lo que he tenido ha sido mi trabajo. Mi trabajo ha causado un respeto siempre. Pero esta historia americana [la estafa al Citibank] no es nada comparado a la cantidad de cosas y cosas que hacíamos a nivel de recuperaciones [falsificaciones]. Todo con documentaciones falsas, de todos los países.
¿Cómo lo hacían?
Recuperábamos de los hospitales la documentación de la gente que moría y la falsificabamos como podíamos, mal. Por intermedio de cierta persona, que era fotograbador, empezamos a hacer la separación de colores en todos los documentos. Es ahí donde empezamos a hacer cosas ya en todos los aspectos. Sin ninguna violencia. Yo he estado en contra siempre de la violencia. Estando en contacto con los abogados, todo se arregla. Lo que no se arregla es la muerte. Pero para mí darle un palo a un banco americano me parece moral. Como dicen los grandes filósofos anarquistas el robo es un acto revolucionario. Yo hice diez imprentas en París. También es verdad que había más idealismo hace treinta años que ahora. Yo he vivido la utopía. Yo tengo una mujer, por ejemplo, que es la responsable de la acción humanitaria en Haití de Médicos del Mundo. Ella cuando viene de esos países en tres o cuatro semanas adelgaza entre ocho y diez kilos, viene muerta de hambre y muerta de sed. Pero qué placer.
Y lo que no aparecieron nunca fueron las planchas para hacer las falsificaciones, ¿cómo es posible?
No, no aparecieron nunca. Los servicios de contraespionaje en Francia no pudieron jamás encontrarme. Yo trabajaba. He trabajado mucho. Si el paro creara revolucionarios, no habría paro. La gente que ha hecho la sociedad son los trabajadores. Si no trabajas, no puedes ser rico; cuando yo hablo de riqueza, hablo de conocimientos. Para mí el paro que da el gobierno es un supositorio, te lo dan para que te duermas.
¿Dónde estaban las planchas?
Las policías no lo encontraron nunca. Tenía varios depósitos, pero es que ni mi mujer ni mi hija sabían los depósitos que yo tenía. Todo se escondió. En el último viaje que hicieron los amigos del documental, había un amigo que vive aún y lo contactamos paa que saliera. Yo había quemado y quemado y quemado todo en el campo, a 400 kilómetros de París, y yo creía que él había hecho lo mismo con lo que quedaba. Pero allí supimos que el amigo guardaba un paquetón de cosas áun, y es lo que se ve en la película.
¿Ha pasado miedo?
No. Yo soy muy fiel a Machado: Caminante no hay camino. Cuando yo empecé a hacer recuperaciones con Quico Sabater tenía miedo pero he sido inocente, es que la inocencia o inconsciencia es necesaria para hacer cosas. Hace falta ser inocente para meterse donde yo me he metido. ¿Qué teníamos que perder con el Citibank? nada. David contra Goliat. El miedo hay que hacerlo si vas a hacer una chorrada.
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