Vórtice polar: qué es y qué pasaría si se rompe
La borrasca Filomena que cubrió de nieve gran parte de España hace dos años tuvo lugar después de una rotura del vórtice polar

Publicado el 17/01/2023 a las 10:19
Últimamente no hacemos más que oír hablar de este fenómeno, lo que pasa es que no sabemos que se llama así. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) define 'Vórtice Polar' como "una estructura de escala planetaria de circulación atmosférica circumpolar, que se ubica en latitudes medias o altas". Estrictamente, hay que distinguir el vórtice polar troposférico del estratosférico. Dicho de una manera menos técnica: se trata del fenómenos que provoca fuertes vientos, lluvia, frío y nieve. Y aunque produce una considerable bajada de temperaturas, se trata de un fenómeno meteorológico completamente normal.
Sí, Gerard es el último vórtice polar que estamos sufriendo. Una carretera cerrada por la nieve, dos con cadenas y otras dos cortadas por caída de árboles en Navarra son las últimas consecuencias de su llegada pero se esperan muchas más en los próximos días. Navarra se prepara para un temporal de nieve que en Pamplona podría dejar un espesor de 20 centímetros.
Vórticepolar troposférico y vértice polar estratosférico, diferencias
El vórtice polar troposférico es una estructura permanente de vientos intensos que separan la masa de aire frío polar de la templada de latitudes medias. Este vórtice existe todo el año, pero suele ser más intenso en invierno, cuando el aire encerrado por dicho vórtice está más frío. Cuando el vórtice troposférico se debilita, la circulación se hace más ondulada, con irrupciones de aire frío en latitudes bajas y de aire templado en latitudes altas.
Por el contrario, el vórtice polar estratosférico existe solamente entre otoño y primavera, mientras que en verano se rompe y la circulación de latitudes altas en la estratosfera se invierte.
¿Qué pasa si se rompe el vórtice polar?
La rotura del vórtice polar se traduce en la bajada de aire frío del ártico a latitudes más bajas y pueden dar lugar a fenómenos atmosféricos extremos. El temporal Elliot que congeló EE.UU y dejó medio centenar de muertos el pasado mes de diciembre o la borrasca Filomena que cubrió de nieve gran parte de España hace dos años tuvieron lugar después de una rotura del vórtice polar. Sin embargo, tal como recuerdan los expertos, se tratan de casos excepcionales y resulta altamente improbable que haya una nueva Filomena este año.
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