Oriente Próximo
Un palestino mata a tiros a 7 israelíes a la entrada de una sinagoga de Jerusalén
El autor, un joven de 21 años que disparó desde su coche a los fieles que salían de la oración, fue perseguido y abatido por la Policía

- Mikel Ayestaran
Cuando todas las miradas estaban puestas en Gaza, la violencia se apoderó de Jerusalén. Siete israelíes fueron abatidos a tiros a las puertas de una sinagoga en Neve Yakov, asentamiento de la parte oriental de la ciudad. La Policía persiguió y mató al autor de los disparos, un palestino de 21 años de Shuafat, un barrio cercano, que cometió el ataque disparando desde el coche a los fieles que salían en ese momento de la oración.
Ocurrió solo veinticuatro horas después de la operación militar de castigo en Yenín contra la Yihad Islámica en la que Israel mató a diez palestinos. Esta facción palestina calificó el ataque de Jerusalén de "acción heroica que confirma que el enemigo solo entiende el lenguaje del poder".
Tras el atentado más sangriento en la Ciudad Santa desde 2008, Israel convocó una reunión de urgencia del Gabinete de Seguridad y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, adelantó que “actuarán con dureza y sin concesiones contra el terrorismo y llegarán a todos los involucrados en el ataque". El primer ministro, Benyamin Netanyahu, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, acudieron al lugar de los hechos rodeados de fuertes medidas de seguridad.
El dolor a un lado del muro se convirtió en fiesta y celebración al otro, sobre todo en Gaza y Yenín, donde los palestinos se echaron a las calles a repartir dulces y celebrar la muerte de siete israelíes.
Este ataque ocurrió al final de una jornada marcada por la tensión en Gaza. Se cumplen cinco meses desde la última escalada de violencia en la franja, en la que murieron 49 palestinos, y desde entonces hay en vigor una frágil tregua cuyo futuro está en el aire tras los ataques de las últimas horas. Antes del tiroteo en la sinagoga, Netanyahu repitió que ellos no buscan una escalada, lo mismo que su ministro de Defensa, aunque éste advirtió a los palestinos que están "listos para la acción en caso de que necesiten continuar, hasta que se restablezca la tranquilidad para los ciudadanos de Israel".
En Nablús hubo choques con las fuerzas de ocupación y más de cincuenta manifestantes resultaron heridos, según el Ministerio de Salud palestino.
VISITA DE BLINKEN
El director de la CIA, Bill Burns, se encuentra en Israel y mantuvo contactos con ambas partes con la intención de calmar la situación y de preparar el terreno para la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, que llegará el lunes a Tierra Santa. Estados Unidos mostró su preocupación por la decisión de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de suspender el acuerdo de coordinación de seguridad con los israelíes.
Desde Washington se condenó de inmediato el "ataque terrorista" en una sinagoga de Jerusalén, dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel. Añadió a los periodistas que los funcionarios norteamericanos estaban en contacto con sus homólogos israelíes. "Esto es absolutamente horrible. Nuestros pensamientos, oraciones y condolencias están con los muertos por este atroz acto de violencia. Condenamos este ataque terrorista en los términos más enérgicos. Nuestro compromiso con la seguridad de Israel sigue siendo férreo", dijo Patel.
El ataque a Yenín debilita la frágil tregua en Gaza
Veinticuatro horas después de la operación del Ejército israelí en Yenín contra la Yihad Islámica, en la que murieron 10 palestinos, todas las miradas se fijan en Gaza. El nuevo Gobierno de Netanyahu recibió este viernes la respuesta de un enemigo que lanzó dos cohetes y sus tropas contraatacaron con un bombardeo posiciones de Hamás y la Yihad en la Franja. Las facciones palestinas calificaron la incursión del jueves en el campo de refugiados de Yenín de "crimen contra el pueblo" y declararon el estado de alerta máxima. La gran pregunta es saber si este fugaz intercambio de cohetes y bombardeos es puntual o si alguna de las partes dará un paso más.