Tres ensaladas para ir entrando poco a poco en la vida sana

Comencé el año prometiendo que no volvería a hablar de regímenes ni operaciones biquini, ¿se acuerdan? Que mis padres me decían que soy muy pesada bla, bla, bla. Y lo he cumplido. Hasta hoy. Que ya comienza a ser inevitable porque ha pasado la Semana Santa, dice el calendario que ya es primavera (aunque Lorenzo no se haya enterado todavía) y muy a mi pesar los tops con ombligo al aire vuelven a llevarse. Amancio, ya basta. En serio. Nos estás hundiendo. Así que hoy me veo obligada, por la dictadura de la delgadez y por la mala suerte de no haber nacido en el Renacimiento (ojo a la musa que se perdió Rubens) a poner tres recetas de ensaladas. Eso sí, no puedo pasar de las torrijas a las dietas hipocalóricas porque lo de tener que ponerme en biquini pronto me preocupa pero no me obsesiona ni me quita el sueño, que una ha sido madre y luce el cuerpo que luce y al que no le guste que no mire. Por eso va a ser un proceso escalonado y tranquilos que las tres ensaladas de hoy no son de llorar de pena sana. Son la transición perfecta al mundo fit al que tantas veces hemos intentado acceder y nos hemos quedado en intentonas de dos días con su consiguiente atracón para compensar. La primera ensalada es de quinoa, ingrediente fundamental en esta, nuestra nueva vida. Lo sé, en la foto no se ve. Me vine tan arriba con el queso feta que quedó sepultada debajo. Pero créanme, estaba allí. La mahonesa y el azúcar para caramelizar los pimientos de la ensalada número dos son totalmente prescindibles si por mucho que se traten de ensaladas de transición nos parecen un exceso. Pero no las salchichas de la ensalada número tres, que son fundamentales. Plantéenselo como un plato único para la hora de la comida y dejen de llorar por las calorías. La mostaza es sana, sanísima. No tiene apenas calorías y es buena para el colesterol. Vale, no si la mezclamos con mahonesa como propongo en la salsa pero yo sugiero y ustedes deciden con que ideas se quedan. Arrieritos somos y en la piscina nos encontraremos...

- quinoa

- aguacate

- huevos

- atún

- queso feta (no tanto como yo)

- mezcla de lechugas

- cebolla dulce

- orégano

- aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal para la vinagreta

Las cantidades, lo de siempre, dependerá del número de comensales, de lo que os guste cada cosa... Tranquilos, es muy sencillo de calcular. Me gusta mucho: echo mucho. Me gusta poco: no echo.

Paso 1: Cocemos los huevos en agua hirviendo con sal durante unos 6 minutos. A mí me gusta que queden como en la foto, que exploten cuando los pinchas pero depende de gustos así que podéis tenerlos más o menos tiempo en función de cómo os gusten que queden.

Paso 2: Hacemos la quinoa siguiendo las instrucciones.

Paso 3: En una fuente ponemos las lechugas que hayamos elegido, añadimos el aguacate pelado y cortado en dados, la cebolla igual, el atún en conserva desmigado, la quinoa hervida y muy bien escurrida, los huevos ya cocidos y todo lo que hayamos elegido incluir en nuestra ensalada. Y la aliñamos con una vinagreta hecha con aceite de oliva virgen extra, vinagre, orégano y sal bien mezclado aparte y añadido después a la ensalada.

Ésta es una de las recetas que aprendimos en el curso de ensaladas que hicimos con Carol Ágreda cuando empezó el año y nos sentíamos con muchas fuerzas de comenzar la Operación biquini tras las Navidades. Ahora el tiempo aprieta un poco más así que igual tenemos que buscar sustitutos para la mahonesa y el azúcar. O pensar, efectivamente, que un día es un día.

- Cogollos

- Pimientos del Piquillo en tiras

- azúcar

- Mayonesa ligera

- Anchoillas

- Aceite de oliva virgen extra

Paso 1: Partimos cada cogollo en dos, quitamos las hojas mas feas y los ponemos en una fuente. Echamos sal y aceite de oliva virgen extra y un poco de mayonesa que podemos ahorrarnos si estamos muy, muy concienciados con la operación biquini.

Paso 2: Caramelizamos los pimientos poniéndolos en una sartén con un poco de aceite y cubiertos de azúcar. Vale, esto para la operación biquini también mal pero podemos hacerlos sin azúcar también. O echarle menos, no llegar a cubrir.

Paso 3: Emplatamos poniendo el pimiento sobre el cogollo y una anchoa.

- 4 salchichas

- 4 huevos

- 4 patatas

- 1 cebolla fresca

- champiñones

- Mostaza antigua y mahonesa

- Salsa Worcestershire

- sal y perejil

- aceite de oliva virgen extra

Paso 1: Cocemos las patatas con piel en abundante agua con sal. Pasados 15 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas, iremos pichándolas cada poco tiempo para ver si están listas. Cuando se hunda sin dificultad podremos sacarlas. Inmediatamentea un bol con agua fría para romper la cocción y poder pelarlas sin quemarnos. Cuando las tengamos todas listas las reservamos.

Paso 2: Podemos aprovechar mientras están las patatas cociendo para meter en esa misma cazuela los huevos y que se hagan allí también. Eso sí, tendremos que sacarlos mucho antes o se harán demasiado... Unos 10 minutos serán suficientes para que la yema se cuaje.

Paso 3: Freímos los champiñones en la sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Paso 4: En esa misma sartén freímos también las salchichas.

Paso 5: Cortamos las cebolla en tiras. Y vamos poniendo todos los ingredientes cortados en el bol grande donde serviremos la ensalada: la patata, el huevo, las salchichas, los champiñones, la cebolla..

Paso 6: Para la salsa será tan sencillo como mezclar mahonesa con mostaza y unas gotitas de salsa Worcestershire (Lea Perris) y sal. Y echarla sobre la ensalada. Terminaremos con perejil.