Cartas de los lectores
Las fiestas de Iturrama y la izquierda abertzale

Publicado el 10/06/2023 a las 06:00
Normalmente las fiestas se celebran para conmemorar algún acontecimiento entre un grupo de personas, recordar al patrón del pueblo o reunir a toda la vecindad. Ninguno de estos tres elementos ha tenido lugar en Iturrama.
El término fiesta tiene un origen indoeuropeo, que lo captó el latín para expresar alegría: festivo, feria, festejar, festival, en una palabra, manifestar algo. Y, ¡ya lo creo que se ha manifestado algo único: ideas abertzales! Porque, primero, los habitantes del barrio de Iturrama no han participado para nada y, segundo, ha servido para promocionar la utópica euskalherria y despertar el odio y el cabreo de todo un vecindario.
Esta fiesta de Iturrrama pronto se la apropió la izquierda abertzale, convirtiéndose en los artífices y dueños de la barraca. No solo en Iturrama sino también en los diferentes barrios de Pamplona. Ya casi repiten la frase franquista de Fraga, “la calle (plaza) es mía”.
Las fiestas de Iturrama, perdón, el chiringuito de los abertzales, se barnizó como Semana Cultura del 15 al 21 de mayo. Los cuatro primeros días consistió en una hora de monólogos euskérikos, bertsolaris y la intervención de los grupos musicales Ostikoka y Sutan Ortzi.
El plato fuerte vino el viernes, sábado y domingo a la noche con conciertos y electrónica de grupos vascos con un ruido ensordecedor hasta las cuatro y media de la mañana, que se percibía hasta San Juan, la Milagrosa y Mendebaldea. Han sido tres noches de enfado continuo de los vecinos que no hemos podido dormir, los portales del entorno llenos de pis, suciedad, molestias, cohetes y, para rematar, timbrazos y petardos en los pisos y en la parroquia Sagrado Corazón. La mayoría de los jóvenes que estaban en la plaza Félix Huarte provenían de otros barrios, sobre todo de la Chantrea y Rochapea.
La barraca vendía toda clase de bebidas y cocinaba panceta, lomo, pechuga, pizza, fritos y pinchos. ¿Dónde estaba el permiso de Sanidad? Han publicado una revista de Iturrama, en la que han participado más de 100 anunciantes con su correspondiente pago sin factura.
Una revista que hay que denunciar porque es ilegal y no lleva ni el Depósito Legal, ni el ISBN, ni el editor, obligatorios para salir a la calle. La Plaza Félix Huarte, el domingo, se convirtió en un mercado persa, donde se vendía de todo desde un sonajero hasta camisetas, claro está, con símbolos en vascuence.
¿Quién es el responsable de este desaguisado? Auzoak, coordinadora de las comisiones de fiestas de los barrios de Pamplona. Ostenta una ideología completamente abertzale, que en cada chiringuito reivindica el independentismo, la anexión de Navarra a las provincias vascongadas, la ikurriña y el vascuence, bajo “el beneplácito” de ellos mismos. ¿Quién controla los productos vendidos y el beneficio de esta coordinadora? ¿Dónde está el control sanitario y Hacienda?
Para más abundamiento, agrupa a las comisiones de los barrios Txantrea, San Juan, Buztintxuri, Azpilagaña, Mendillorri, Ensanche, La Milagrosa, Echabacoiz, Ermitagaña, San Jorge, Casco viejo y Rochapea y, claro está, Iturrama.
¿Quién controla los pingües beneficios de los 13 chiringuitos montados por Auzoak anualmente, como las revistas, las cañas y toda la restauración de estos trece barrios, ¿Quién permite que sin control de sanidad se conviertan las barracas en restaurantes móviles?
Para mayor descaro y vergüenza dice Auzoak en la revista: “Trabajamos desde la cultura para crear barrios vivos y participativos para el beneficio de todos”. Asirón y Bildu, en su programa de elecciones, prometen más dinero para las fiestas de los barrios lideradas por la izquierda abertzale.
¿Para sufragar sus mítines? Creo que ayuntamiento y Ejecutivo deben ponerse de acuerdo para eliminar estas “seudofiestas”, que su principal objetivo es sacar dinero y propagar la ideología abertzale, a través de EH Bildu y sus confluencias.