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28-M

Yo no sonreiría tanto

Ampliar Los candidatos al Ayuntamiento de Pamplona posan antes de comenzar el debate de Diario de Navarra
Los candidatos al Ayuntamiento de Pamplona posan antes de comenzar el debate de Diario de NavarraJosé Antonio Goñi
Publicado el 27/05/2023 a las 06:00
Desde los carteles nos sonríen con generosidad. Quieren transmitir que son gente maja, que se puede confiar en ellos. Los candidatos, casi todos, ponen en las fotos cara de ilusionados, un poco como quien está a punto de irse de juepintxo o de cena con los amigos. Yo no sonreiría tanto. Ellos ya lo saben, seguro, pero les vienen tiempos para ocuparse y preocuparse. Nos tocan momentos de transición, de un mundo que se transforma en otro que solo empezamos a vislumbrar. Y eso se nota en las naciones, en las autonomías y en los ayuntamientos.
Por ejemplo, la transición tecnológica ya nos tiene en vilo aquí en casa: el advenimiento del coche eléctrico, aunque al final le vaya de la mejor manera a Volkswagen, dejará heridas en el parque de empresas proveedoras y auxiliares. No sabemos muy bien a cuánto nos obligará la transición ecológica, ahora que ya sufrimos fenómenos casi extremos de inundaciones y sequías, pero pueden ser renuncias de importancia.
También empezamos a notar la transición demográfica. Las generaciones más numerosas de la historia acumulan canas; los jóvenes que las reemplazan, a falta de la incierta influencia de la inmigración, suman muchos menos miembros. Los problemas de la sanidad, por decir un ejemplo, tienen mucho que ver con este cambio: esas generaciones amplias, al tiempo que suman años, añaden achaques. Y no es fácil para la administración dar los cuidados que exigirán tantos al mismo tiempo.
Fenómenos que hoy parecen claros pueden darse la vuelta. Ya se ve en la educación: los colegios cuyas plazas hace no tanto eran casi inalcanzables hoy se anuncian para conseguir nuevos alumnos. La vivienda hoy es un problema por su escasez. ¿Es un descabello pensar que dentro de unos lustros las viviendas que ocupamos las generaciones numerosas acaben sobrando, porque los nuevos navarros no necesiten tantas?
El cambio significa incertidumbre. No valen las recetas pasadas y las nuevas están por hacer. No sirven sonrisas amplias, pero tampoco es cosa de fruncir el ceño. Al fin y al cabo, siempre ha habido personas capaces de dar solución a los retos que salen al paso. Ojalá alguna de ellas esté entre los candidatos sonrientes. 
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