28-M
La urna o la vida
¿Los temas que más nos importan se debaten en el Parlamento o en una cafetería con una amiga?

- Sonsoles Echavarren
El jueves pasado fui a solicitar el voto por correo a las ocho de la tarde. Media hora antes de que cerrasen las oficinas centrales. Totalmente ‘in extremis’. Como suele desarrollarse mi vida en general. Espero que me lleguen a tiempo las papeletas a casa y pueda correr de nuevo a esas oficinas para ejercer mi derecho antes de un viaje de fin de semana. Que para qué tantas molestias. Que si tan importante es votar. Y que a ver quién voy a regalar mi voto. Preguntas en la línea de mi hijo mediano (14 años). Que no entiende por qué le respondo que es algo privado y no se lo quiero confesar. Que total... Y así hasta el infinito y más allá.
En la cola y mientras guardo como oro en paño mi carné del conducir (tengo el DNI caducado, en fin), mastico una vez más las palabras de este hijo que tanto me enseña. ¿Merece la pena votar? Mi cabeza está a punto de responderme que una papeleta más o menos no dará la vuelta a las urnas. Pero mi parte sensata me rebate a mí misma. ¡Por supuesto que sí! Porque, me repito, la política con mayúsculas se basa en la otra, en la de andar por casa. En los maestros que quizá tengan que completar su sueldo con clases particulares porque no llegan a fin de mes. En los mayores que esperan a que les llamen para una nueva operación de cadera. O en el padre que compite con su hijo adolescente por un trabajo por horas y mal pagado porque acaban de cerrar su fábrica y aún le quedan años para la jubilación. Educación, sanidad o desempleo con nombre propio.
Mi diálogo interior que nunca me abandona continúa centrifugando mientras sigo en la cola. ¿En serio que los temas que más nos importan se deban en el Parlamento? ¿No será más bien en una cafetería con una amiga o brindando con vino para celebrar algo especial? Mucho que pensar.
La urna o la vida. Los políticos agotados de recorrer pueblos y ciudades ofreciendo mítines, comprando en los mercados o esforzándose por transmitir su mensaje en titulares de periódico o en las redes sociales. O el día a día en la consulta del pediatra o la reunión con el tutor. ¿La urna o la vida son dos líneas paralelas o bifurcan en el mismo punto? Sale mi número en la pantalla de correos. Voy a solicitar mi derecho.