Cartas de los lectores
Estella se muere poco a poco

- Borja Armañanzas Guisasola
Sí, se muere poco a poco, y es fácil comprobarlo paseando por nuestra ciudad cualquier día y a cualquier hora, donde podemos observar varias de sus calles semivacías, negocios cerrados, locales en venta, alquiler o traspaso, ya no hablo, del importante éxodo de empresas y cada vez menos llegadas.
Además, los diferentes proyectos que se esperaban desde hace tiempo: apertura de una Facultad de la Universidad, llegada de una Escuela de Idiomas, construcción de un nuevo Centro de Formación Profesional, el asentamiento de innumerables empresas, etc... han resultado simples promesas no llegando nunca a materializarse. Unido a todo ello es además grave a mi entender que, por parte de la Administración Local -que no tanto por los entes privados-, no se haya sabido definir lo qué realmente es o quiere ser Estella, ¿ciudad del Camino de Santiago?, ¿ciudad patrimonial - cultural?, ¿ciudad comercial y de servicios?, ¿ciudad dormitorio?, ¿ciudad gastronómica? Porque equivocadamente somos un totum revolotum, y carecemos de un plan estratégico de ciudad real y objetivable, mucho menos de una imagen de ciudad definida, lo que nos está llevando a la más absoluta decadencia.
Estella tiene problemas como cualquier otra ciudad, sin embargo uno de los más serios a nivel político -y aprovecho que estamos en período preelectoral-, porque en mi opinión condiciona en gran parte los demás, es la clara obediencia partidista de nuestros dirigentes, lo que va en detrimento de una buena política local y el auge de la búsqueda del acomodo para perpetuarse en el cargo o promocionarse. Y nuestros políticos llevan tiempo dedicándose principalmente a ello, a cumplir órdenes partidistas y a buscar su acomodo o su promoción, lo que tiene efectos destructores importantes sobre nuestra ciudad, porque obvia lo realmente importante. En este caso, optar por políticas, por estrategias, y por toma de decisiones que sean locales, beneficiosas, innovadoras, valientes y sin jerarquías de opresión que devuelvan a Estella a lo que fue, cabeza de Merindad, y referente en Navarra. Porque lo tiene todo para ser grande y bulliciosa, bella y dorada, moderna y antigua, pero ahora se duerme, se muere poco a poco.
Borja Armañanzas Guisasola
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