"Los extremos buscan hueco"

De entre las fuerzas políticas que irrumpieron para romper el bipartidismo, Ciudadanos está en trance de desaparecer, mientras que Unidas Podemos y Vox resisten en los extremos del arco parlamentario e intentan ganar influencia con el objetivo de hacerse imprescindibles en el reparto del poder tras las próximas elecciones y condicionar al PSOE y el PP, respectivamente. Pese a sus abismales diferencias ideológicas, ambos grupos tienen características comunes. Así, comparten una retórica populista que se ha mostrado eficaz para su crecimiento en coyunturas convulsas y han impregnado por momentos el discurso de las grandes formaciones cercanas a sus postulados. Además, han anclado a éstas en posiciones más nítidas que las tradicionales dentro del eje izquierda/derecha, lo que ha favorecido un peligroso frentismo. Pero esa misma polarización a la que han contribuido amenaza con jugar en su contra si el pulso en las urnas queda reducido a un mano a mano entre Sánchez y Feijóo que movilice hacia ellos voto útil de los grupos más escorados. Los movimientos con los que Podemos y Vox se esfuerzan en recuperar unos apoyos menguantes no son ajenos a esa situación. La marca morada se ha atrincherado en la defensa de la ley del ‘sólo sí es sí’, cuyas lagunas jurídicas se niega a corregir pese a haber propiciado cientos de rebajas de penas a violadores. Esa actitud de soberbia solo se explica por la convicción de que el relato que atribuye esos “efectos indeseados” a los jueces y dibuja un PSOE al que le tiemblan las piernas ante las reformas de calado le aporta ventajas en términos electorales. La moción de censura de Vox supone una arriesgada apuesta en busca de un protagonismo que amenaza con volvérsele en contra. El ruidoso desmarque de Tamames de planteamientos nucleares del partido al definir España como “una nación de naciones” y pronunciarse sobre la inmigración o el cambio climático retratan una iniciativa disparatada. Que haya sido mejor mejor recibida en las filas socialistas que entre quienes desean desalojar a Sánchez debería invitar a la reflexión a sus promotores.