"Conciertos educativos, educación y libertad"
"A lo largo de los años se ha intentado atacar a centros e instituciones que son y han sido una verdadera referencia, un motor económico y social para nuestra tierra"
Hemos conocido una resolución del Gobierno de Navarra a través de su departamento de Educación que comunicaba la extinción de los conciertos de Bachillerato a los centros Miravalles-Redín e Irabia-Izaga al final de este curso.
Es importante que seamos capaces de echar la vista atrás y analizar esta situación como parte de un proceso totalmente ideológico que intenta atacar unas opciones a elegir, en este caso educativas, porque no son compartidas desde unas opciones políticas, como sucede con las que conforman este Gobierno de Navarra. Eso en la teoría, porque luego, en la practica algunos de ellos matriculan a sus hijos en ellas. Por algo será.
A muchos nos consuela que se trate de una noticia más, a las que ya nos tienen acostumbrados, que luego no llegan a ningún sitio, como tantas que se han hecho en Navarra en los últimos años incluso con fechas incluidas, desde las transferencias de tráfico o que se venía a gobernar para todos, o que venían a gobernar para mejorar los servicios públicos, justo cuando hemos conocido una segunda huelga de todos los servicios públicos que se une a la de Salud.
Decía que es importante que echemos la vista atrás, porque esto no son sino distintas batallas de un mismo combate, que hace años que se viene librando en Navarra y en España y en gran parte de la civilización occidental. A lo largo de los años se ha intentado atacar con todo tipo de argumentos y razones a aquellos centros, servicios, personas o instituciones, que son y han sido una verdadera referencia, un motor económico y social para nuestra tierra. Sólo y exclusivamente por el hecho de que no se compartía su ideario. Ha pasado lo mismo desde hace muchos años, con ataques constantes y continuos, bombas incluidas, con la Universidad de Navarra, la Clínica Universidad de Navarra, pasando por los centros educativos a los que me estoy refiriendo o acabando con la penúltima de la retirada de la medalla al mérito del trabajo a D. Félix Huarte, sin duda una de las personas que más ha hecho por nuestra tierra, como empresario primero y después como máximo responsable de la Diputación Foral de Navarra.
Pero aquí, no voy a hablar de ideología, voy a hablar de resultados, de indicadores, de competencias educativas, de objetivos cumplidos, de derechos y de libertad.
Los padres que elegimos una educación para nuestros hijos, principio consagrado por cierto, mientras no se diga lo contrario, por nuestra Constitución española como norma básica y de rango superior de todas las demás, lo hacemos porque hemos comprobado y seguimos comprobando día a día y curso a curso, que es la mejor para nuestros hijos. Yo que tengo cuatro hijos en estos centros, puedo dar razón de lo que escribo. Cuando se analiza un centro educativo hay que medir sus resultados, hay que medir la calidad, hay que medir todos los parámetros que para la educación y formación de nuestros hijos se establecen en los ámbitos educativos. Y en esos resultados objetivos, medibles y comparables Miravalles-Redín e Irabia-Izaga son tan buenos como los mejores. Desde la dirección de los centros, pasando por el personal y profesores, hasta el profesor o profesora recién llegada, se dejan la piel cada día por conseguir unos resultados educativos y académicos que dejen sin argumentos cualquier cuestión o ataque ideológico externo al ámbito pedagógico, educativo o académico. Quizás el Gobierno de Navarra debiera dedicar más y mejores esfuerzos a los indicadores, inversiones, medios y resultados de la educación pública, para que nadie decidiera elegir otros modelos.
Si se educa en algo en estos centros, es en el respeto, en la solidaridad, en el bien común y en la libertad. Se educan y forman personas libres, con su propio criterio y razonamiento crítico, algo que les permitirá junto con todas sus competencias académicas y lingüísticas, ser buenos profesionales, buenas personas y ciudadanos libres.
Se educa en una libertad que es la misma que tenemos los padres para elegir qué educación van a recibir nuestros hijos, porque tenemos el mismo derecho a elegir modelo y centro que tienen el resto de padres que eligen otros modelos y centros. Porque el derecho a la libertad de elección educativa de nuestros hijos es un derecho fundamental y consagrado en nuestro ordenamiento. Porque la libertad y la vida son dos de los derechos fundamentales sobre los que se debe construir una sociedad sana y con futuro, precisamente dos de los derechos fundamentales que vemos en mayor riesgo últimamente en Navarra y en España. Por eso acabaré recordando la frase de que podrán quitarnos muchas cosas, o intentarlo, hasta la vida, pero jamás nos quitarán la libertad.
David Sainz Jiménez Sociólogo
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