Contra la libertad de elección de los padres
El departamento de Educación del Gobierno de Navarra ha comunicado a los colegios Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín, ambos vinculados al Opus Dei, que el próximo curso 2023-2024 se extinguirá el concierto para la enseñanza de Bachillerato. Estos centros aplican un modelo de educación diferenciada por sexos y afecta a medio millar de alumnos. La justificación del Ejecutivo foral es precisamente el incumplimiento de la nueva ley educativa, la Lomloe, al mantener separados a chicos y chicas. El origen de este conflicto entre Educación, los colegios y las familias que han decidido enviar a sus hijos a la enseñanza diferenciada radica en la aprobación de una ley por parte de un sector político cuyo objetivo es implantar un modelo único, saltándose el derecho y la libertad de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos. Eliminando la financiación pública, se cercenan las posibilidades de muchas familias a elegir libremente la enseñanza deseada. Por ello resulta chocante oír a un portavoz político decir con gran satisfacción que han terminado “con algo injusto”, o que es “una conquista a todos los niveles”, cuando más de 4.000 familias navarras lo único que hacen es optar por una enseñanza que nadie ha demostrado que sea peor para los escolares y que funciona perfectamente en otros países desarrollados de nuestro entorno, como Francia, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Canadá... La decisión del departamento de Educación llega cuando todavía no se ha resuelto la batalla judicial sobre la inconstitucionalidad de la norma educativa por el posible trato discriminatorio a estos centros, en relación con los colegios mixtos. Por lo tanto, será el Tribunal Constitucional el que se pronuncie definitivamente sobre este contencioso. No habría costado mucho esperar a la decisión del Alto Tribunal, antes de adoptar por parte del Gobierno navarro una resolución que perjudica seriamente a familias navarras que solo quieren lo mejor para sus hijos.