La industria navega en la incertidumbre
"En un panorama global sombrío, el sector industrial navarro necesita seguir ganando en competitividad. Y de la Administración se espera que genere el marco que haga a Navarra atractiva para la inversión"
La evolución de la economía presenta un panorama sombrío e incierto. Un pronóstico inquietante que comparten los principales organismos internacionales y que afecta, como no puede ser de otro modo, al presente de la industria navarra. Sin haber podido superar la profunda huella que dejó la crisis del covid en toda la actividad industrial, ha llegado la guerra de Ucrania, que se prolonga ya por encima de los cien días, generando una nueva alteración en los mercados. Una alarmante subida de precios, desde la electricidad a los combustibles, y la dificultad en los suministros que de una manera u otra alcanza a todos los sectores industriales. Y a todo ello hay que sumar una inflación galopante, que lastra las economías familiares y su poder adquisitivo y por ende los resultados de las empresas. Con todo, la industria navarra continúa mostrando su fortaleza frente a la adversidad: representa el 28% del PIB de Navarra y genera más del 24% del empleo total. Ejemplo de resiliencia, la crisis no ha conseguido paralizar muchas iniciativas que ya estaban en marcha y además ha empujado a la industria a abordar nuevos proyectos para poder afrontar la situación, tal y como se ve reflejado en el suplemento de Industria Navarra que hoy publica Diario de Navarra. Ese debe ser el camino a seguir. Trabajar para garantizarse el futuro en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. Un desafío en el que los fondos de recuperación Next Generation deben de jugar un papel esencial, y para ello es obligado ganar agilidad y eficiencia en la gestión por parte de las administraciones. No es de recibo que unas ayudas que tienen como finalidad la modernización de la economía, terminen convirtiéndose en una carga burocrática para las empresas, hasta el punto de que entender los requisitos que se piden en muchos casos es un problema añadido. A la Administración foral corresponde contribuir generando el marco para que Navarra resulte más atractiva para la inversión. En un contexto global marcado por la incertidumbre y los desafíos futuros, el reto está servido.
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