Vaya papelón
El portavoz socialista Ramón Alzórriz se supera cada día. Y es que una vez traspasada la línea roja que separa a los demócratas de quienes siguen sin reconocer un pasado reciente de terror y de falta de libertades, vale todo. Hasta convertir a Bildu, oportunamente blanqueado y sacado el brillo, en una organización de estadistas que miran por el bien de los navarros y las navarras. Es el papel que le toca hacer al PSOE en Madrid y al PSN en Navarra. No les sobran votos y cualquiera es bueno para sumar. Como incomprensiblemente suele repetir la presidenta Chivite, “no importa con quién sino para qué ...” Qué va a decir, si está al frente del Gobierno de Navarra gracias a los votos de Bildu. Esta es la senda marcada a fuego por el nuevo socialismo de Sánchez, y Chivite y Alzórriz la siguen a pie juntillas. Ni un despiste. A su juicio, Navarra Suma sigue una estrategia de “tierra quemada”, mientras que los discípulos de Otegi hacen propuestas en positivo, sin torpedear a este gobierno. Y no se inmutan.