Epidemia de coronavirus
Una startup navarra desarrolla un semáforo para ventilar las aulas
La startup navarra Inbiot ha desarrollado un sistema para monitorizar el CO2 en espacios cerrados y medir la probabilidad de propagación del virus. Una LED encendida de manera continua indica cuándo se debe renovar el aire
Actualizado el 22/01/2021 a las 12:20
La pandemia de la covid-19 ha acelerado los planes de la startup navarra Inbiot, que venía trabajando en temas de calidad de aire antes de su aterrizaje, hace ya dos años, en el vivero de empresas de CEIN. El interés por los dispositivos que monitorizan la calidad del aire en espacios cerrados se ha disparado y esta joven empresa ha decidido aprovechar el tirón y adaptar su tecnología a los nuevos tiempos de coronavirus. Lo que han desarrollado es una solución de monitorización y mejora de la calidad del aire en espacios interiores mucho más básica, centrada en los parámetros que tienen que ver con la ventilación y las probabilidades de propagación de virus y que promete ser un aliado de primer nivel para minimizar el riesgo de contagio en bares y aulas pero también en edificios y medios de transporte.
Una herramienta, en definitiva, para cumplir una de las principales recomendaciones de las autoridades sanitarias frente a la covid-19: realizar una adecuada ventilación en espacios cerrados. Algo que ahora que el frío arrecia podría resultar de gran utilidad de cara al retorno a las aulas tras las vacaciones de Navidad y con la que se podría evitar que los escolares deban seguir las clases con los abrigos puestos o lo hagan sólo durante el tiempo mínimo indispensable. Desde la coalición NA+ han solicitado la actualización del protocolo anticovid con la elaboración de un plan que permita dotar a todas las instalaciones escolares del material necesario para renovar, comprobar y mantener la calidad del aire que respiran los escolares, como purificadores de aire y medidores de CO2.
El interés por los dispositivos, aseguran desde Inbiot, está siendo muy notable sobre todo en el sector de la hostelería ahora que ha llegado el frío. Admiten no obstante que la demanda está siendo algo “desorganizada” y temen no llegar a tiempo para atender todas las peticiones.
A nivel educativo, lo que de momento se están llevando a cabo, según explican desde Inbiot, son estudios en diferentes escuelas de la comunidad de cara a la posible instalación de este tipo de dispositivos que abarcan entre 50 y 100m2 y están preparados para cualquier tipo de espacio interior (escuelas, hostelería, hospitales, centros deportivos...). En todo caso, desde la empresa se encargan de determinar cuántos equipos hacen falta en cada espacio. Los dispositivos ya funcionan con éxito en establecimientos hoteleros de la comunidad como El Toro o el Tres Reyes y también en organizaciones como el Club de Marketing de Navarra donde ya monitorizar sus aulas con estos dispositivos.
Datos en la nube
Como explica Xabier Aláez Sarasibar, fundador y CEO de la startut en la que ya trabajan diez personas, el dispositivo MICA (Monitor Inteligente de Calidad del Aire) que han ideado permite monitorizar los principales parámetros que condicionan la calidad del aire en interiores, desde el CO2 a la temperatura, pasando por los niveles de humedad y las partículas en suspensión. Los datos que obtiene el monitor se transfieren a la nube, son analizados y se convierten en información que permite establecer distintas tácticas de mejora del confort y ambiente interiores. “Desde la nube se pueden controlar todos los dispositivos que están instalados a la vez. En un centro, por ejemplo, el encargado de mantenimiento o el director podrían controlar todos los dispositivos que estén instalados desde un ordenador o en remoto”, explica el CEO de Inbiot.
El dispositivo que han desarrollado cuenta con un sencillo sistema de interpretación: una luz LED encendida de manera continua en función del CO2 que permite saber de manera inmediata cuándo es necesario ventilar y cuándo no. Funciona como un semáforo: si está en verde, los niveles de C02 son los idóneos, si pasa a amarillo es que el aire comienza a contaminarse. El color rojo indica que necesita renovación. Es decir, que se debe ventilar. “En el momento en el que el dispositivo pasa a verde se puede cerrar la ventana de nuevo lo que permite realizar una ventilación óptima en tiempo real”.
Además, el dispositivo dispone de lo que denominan ‘Indicador virus’ que muestra un valor del 0 al 10 para indicar las probabilidades de propagación del virus que hay en ese espacio. “No sólo tiene en cuenta el C02 sino también otros parámetros de la calidad del aire que influyen directamente en la capacidad de supervivencia de virus en el espacio, como la temperatura, la humedad relativa, y las partículas en suspensión (PM2.5)”.
Códigos QR
Su instalación es muy sencilla. Los MICA solo precisan de alimentación eléctrica y conexión a una red WiFi. Todos los datos se pueden seguir y consultar en tiempo real en su plataforma en la nube My inBiot, desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo.
Incluso pueden ser proyectados en pantallas digitales públicas y compartidos a través de códigos QR o enlaces en páginas web, para que todos los usuarios (clientes en el caso de la hostelería) puedan visualizarlos en tiempo real e, incluso, sin necesidad de estar en el local.
Gracias a la monitorización continua de CO2₂ y demás parámetros indicadores de la calidad del aire, la información que ofrecen estos dispositivos permite valorar de forma objetiva si la ventilación es adecuada y poder actuar en el momento para garantizar un ambiente interior saludable.
De priorizar el confort, a la salud
“Tradicionalmente, en los edificios se ha dado importancia principalmente al confort y a la eficiencia energética. Las nuevas propuestas de las directivas europeas apuntan a la necesidad de priorizar la salud, un reto cuya relevancia ha puesto de relieve la crisis sanitaria provocada por la covid-19. A partir de ahora, la salubridad y el bienestar deben ser prioritarios a la hora de diseñar espacios interiores”. Así de tajante se muestra Xabier Aláez, fundador de la startup Inbiot que ha desarrollado una tecnología que permite garantizar la salubridad en los edificios. “El aire que respiramos no sólo influye en la propagación de virus, sino que impacta en nuestro confort y productividad”, señalan desde la firma.