Emprendimiento
Actualizada 06/09/2020 a las 06:00
Los talos del confinamiento
El estado de alarma aceleró una idea con la que Cristina Saralegi trabajaba hacía dos años. La elaboración y venta de talos envasados al vacío. El 5 de marzo, solo 9 días antes del confinamiento, logró el registro sanitario. Ahora trata de lograr mercado
El 5 de marzo Cristina Saralegi obtuvo el registro sanitario para poder producir y comercializar talos envasados al vacío. Era un peldaño fundamental para fraguar una idea en la que ella y su marido, Joxe Manuel Huizi, trabajaban desde hacía dos años, en el tiempo libre de su tarea en el caserío Arro de Leitza. Un camino lento con tres ingredientes y dosis de ilusión que parecía por fin brotar. Nueve días después llegó el estado de alarma, y con él un escenario que podía engullir el futuro del p
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