Día de Malerreka
Un día de Malerreka lleno de emoción
El mal tiempo no logró arruinar el buen ambiente del gentío que se acercó a Oiz para celebrar el décimo aniversario del Día de Malerreka donde se rindió homenaje a los mayores de 80 años al ritmo de los dantzaris, la trikitixa y el pandero

- Nagore Larrañaga
Dantzas, música y un homenaje muy emotivo tuvieron lugar en el décimo aniversario del Día de Malerreka celebrado en la localidad de Oiz.
Como en años anteriores, el programa comenzó a las 8:00 con una marcha montañera en la que los jóvenes de Malerreka se reunieron en Ituren y más de uno llegó empapado a Oiz. En la plaza tuvieron algo más de resguardo ya que el Ayuntamiento montó dos carpas en la plaza para los asistentes.
En el mismo toldo tuvo lugar lo más esperado de la jornada: El homenaje a las personas de más de 80 años. Los diez protagonistas del día, nacidos en Oiz, fueron aplaudidos por el gentío que se acercó a la plaza. Aunque María Jesús Urroz Ariztegui, Paquita Eleta Larrayoz y Araceli Larraburu Ancizar no pudieron asistir, María Eugenia Mindeguia Ariztegui, Juan Pedro Goñi Tellechea, Miguel Lizasoain Ezpeleta, José María Lizasoain Ezpeleta (hermano de Miguel), Lucio Tellechea Babace, Eugenio Ariztegui Iribarren y María Jesús Arocena Iribarren sí que estaban en la localidad para recoger su pañuelo y poder disfrutar de la celebración en su honor.
Entre ellos destacaba María Jesús Urroz Ariztegui que no pudo estar en el Día de Malerreka y que en octubre cumplirá los cien años. Aunque ahora viva en Irun, llevó el hostal de Oiz hasta el día de su jubilación y “siempre ha sido una mujer dulce y trabajadora”, describía el alcalde de la localidad, Jaime Urroz Telletxea.
UN AMBIENTE IMPARABLE
El frío y las lluvias no pudieron parar los pies de los asistentes que completaron la mañana al ritmo de las melodías de los músicos de la Escuela de Trikitixa de Mendaur y los bailes de los dantzaris de Sunbila, Doneztebe e Ituren.
María Eugenia Mindeguia Ariztegui, una de las homenajeadas, recordaba con cariño sus años de juventud al ver a su nieta bailar en su homenaje: “Yo solía bailar el aurresku, jotas, porrusalda y el zortziko”. Muchos de los parientes de la oiztarra participaban en el Día de Malerreka: su nieto ayudando en la organización y su nieta bailando, entre otros. Aun así, Mindeguia admitía: “Me ha dado mucha pena que algunos de mis familiares no hayan podido estar aquí hoy por trabajo”, contaba. Mindeguia, de 84 años, destacaba el ambientazo que había en el pueblo: “El homenaje ha sido precioso aunque es una pena que llueva de esta forma”, admitía.
Cabezudos, comida popular y demás actividades animaron la jornada que llegó a su fin con el anuncio de que la localidad de Saldias cogerá el testigo de celebrar el Día de Malerreka del año siguiente.