
Santiago espera un año más en Elizondo
Este fin de semana el pueblo más grande del Baztan debería haber celebrado las fiestas de Santiago. Por segundo año consecutivo, Elizondo esperará su celebración y, de mientras, disfrutan de unos pocos actos marcados por la normativa covid
- Lucas Domaica
Elizondo espera sentado y aplaudiendo a la llegada de las fiestas de Santiago. Las familias dan la bienvenida a los seis gigantes que llegan desde la trasera de la plaza hasta el frontón. Manteniendo las distancias y con la mascarilla colocada a pesar de ser al aire libre, los vecinos de la localidad del Baztan presenciaron un baile de la comparsa de gigantes y cabezudos que sirvieron de aperitivo para lo que está por llegar el año que viene. También hubo unos tímidos cohetes a modo de recuerdo tirados por una cuadrilla y sin nada de expectación.
El pueblo de la piedra rojiza en los edificios, del chocolate con avellanas, de la novela y del Auzolan ha tenido un “comportamiento ejemplar” como ha asegurado su alcalde jurado Aitor Bazterrika Zelaieta.
Este jardinero y guarda forestal, que además es encargado de organizar la Cabalgata de Reyes cada año, accedió a la representación local en enero y tomó el relevo de Alazne Sansiñena Lertxundi, alcaldesa jurada que dejó el puesto después de cuatro años.
A Bazterrika le saludan y saluda a todo el mundo por las calles. Tras posar para la foto en el puente de Txokoto recuerda las inundaciones del río Bidasoa en 2014. “Con ese hecho me di cuenta de la gran solidaridad que tuvieron muchos vecinos del pueblo. Hubo mucha ayuda de todos para limpiar y recuperar Elizondo”, recuerda Bazterrika.
Ahora, siete años después del desastre que afectó a gran parte de la localidad, Aitor Bazterrika está tratando de seguir junto a su equipo formado por ocho kargogunes la “gran labor” realizada por los equipos anteriores siendo un grupo desmarcado de cualquier ideología política.

PASTELERÍA MALKORRA
Allí por 1924, Pastelería Malkorra abría la puerta a los elizondarras para endulzar sus paladares. En su interior los sentidos del olfato, vista y gusto se afinan. El primero, no hace falta ni ver el local para darte cuenta que estás cerca por el olor. El segundo, al estar frente al mostrador se desvía y no consigue centrarse en una de las rebosantes bandejas de pastas y chocolate. El tercero, el definitivo. El gusto. El gusto de sentarse en una de las clásicas mesas de Malkorra y degustar los diferentes productos.
“Empezamos el año muy despacio y poco a poco se ha ido animando. Pero bueno, no está siendo como los años sin coronavirus. Las restricciones se notan”, señala María José Alaña, de la pastelería, al otro lado del mostrador mientra observa la cola de turistas que se forma. En el interior únicamente pueden estar 16 personas, aforo que cumplen estrictamente.
“Los turistas están contentos de venir al valle y visitar los distintos lugares y sitios que hay, pero todo esto está dificultando mucho”, lamenta Alaña.
“La época más floja fue al principio del todo tras el confinamiento. Ahora en junio se ha empezado a animar.
Con la novela de Dolores Redondo es cierto que Malkorra notó el boom de los turistas. “Los turistas vienen a lo que vienen. A por el txantxigorri, a por el urrakin egiña -en euskera quiere decir “hecho con avellanas”-...”, dice entre risas María José Alaña.
Y así transcurre una jornada laboral en Malkorra con el añadido de controlar el aforo. Atender con amabilidad, escuchar unas cuantas veces txantxigorri escuchado de mil maneras diferentes por parte de los turistas y servir. Una vida entre dulce que dentro de tres años cumplirá cien años en Elizondo.

"ESPERAMOS QUE LA NORMATIVA ACTUAL SEA IGUAL PARA TODOS"
¿Cómo está Elizondo después de este año y medio?
Está bien gracias a los vecinos y su trabajo. Han tenido un comportamiento ejemplar. Estamos muy orgullosos de ellos.
¿Se está reactivando el sector turístico?
Hoteles, apartamentos y casas rurales han trabajado progresivamente para salir adelante tras el mazazo de finales del año pasado. Los bares y restaurantes han sufrido mucho, desde el Ayuntamiento hemos facilitado terraza a los establecimientos que tenían espacio.
¿Y a nivel de eventos?
Se han hecho muy pocos actos por miedo. Tenemos preparado para el 22 de agosto una actuación, todos los sábados organizamos un mercado artesanal local y actuaciones de los músicos.
¿De dónde llegan los ingresos este año?
Es un año sin prácticamente ingresos. Únicamente llegan de la ayuda que Baztan destina a cada pueblo y de la cuota que recibimos de los vecinos que no colaboran con los Auzolanes.
¿Cuántos auzolanes lleváis este año?
Unos ochenta. Desbroces de caminos públicos, limpieza de aceras... Esto último ha sido muy importante porque las aceras son de piedra de losa del Baztan y necesita cuidado para no deteriorarse. Entre el Ayuntamiento de Baztan y los auzolanes hemos hecho el mantenimiento.
¿Qué proyectos tenéis en mente?
Hemos diseñado uno para acondicionar las aceras para sillas de ruedas. Queremos que se pueda acceder al centro de salud desde cualquier punto del pueblo. Que los vecinos no tengan que ir el algún tramos por la carretera.
¿Y sobre la entrada al pueblo?
Es el proyecto más importante que necesita Elizondo en estos momentos. Hay que realizar una buena entrada al pueblo porque desde que se hizo la variante se perdió. Se ha creado el efecto cuello de botella desde la zona de Baztanberri hasta abajo. Es un gran problema y vamos a solicitar, a través del Ayuntamiento de Baztan, al Gobierno de Navarra que reactive un nuevo proyecto que cumpla con la normativa del puente. Es el motivo por el que no se llevó a cabo al final. El objetivo es crear el proyecto para ejecutarlo. También incluye la creación de una salida del pueblo para que Policía Foral y Guardia Civil puedan actuar más rápido y seguro en casos de emergencia. Además, para que no se cree otro cuello de botella con la nueva entrada.
¿Algún proyecto social?
Existe la necesidad de acondicionar otra acera para Maitetxu Pruaño Goñi, una vecina de 12 años que ha perdido la visión. Queremos poner unas barras para que pueda pasar. Estamos esperando a los presupuestos y esperamos que se pueda llevar a cabo este proyecto que tanto interés tenemos.
Los turistas visitan los mismos enclaves, ¿han pensado algún recorrido diferente?
Sí. La semana que viene tenemos intención de señalizar un nuevo recorrido entre Elbete y Elizondo. Son 7 kilómetros llamados Oinazkako Ibilbidea. Es un itinerario circular unidireccional . Recorre las minas, el robledal trasmocho, un mirador... Es un recorrido maravilloso. Un proyectazo con el objetivo de dar alternativas a Xorroxin, Amaiur...
Por lo que respecta a las no fiestas, ¿miedo a los botellones?
No hay actos nocturnos, no hay comida popular. Con mucha responsabilidad y criterio es compatible organizar algún concierto al aire libre. El pueblo merece un poco de música aunque sea de fondo. Lo que se ha organizado ha sido alejado del centro y con aforo muy reducido. Hemos sido muy responsables y no ha habido focos gracias a Dios. De todos modos, esperamos que la normativa actual se prorrogue y sea para todas las fiestas.
¿Qué es para ti Elizondo?
Lo es todo. Tenemos un encanto. Trabajo desde los 15 años aquí. Vivo aquí, mi mujer es de aquí, mi cuadrilla es de aquí. Estoy muy orgulloso de todos y de gente como Jon Pacheco, Jon Karrikaburu y de Elisa Arrechea. Dos futbolistas de la Real Sociedad y una fisioterapeuta de Helvetia Anaitasuna.