Músico
Tudela abrirá el nicho de Gaztambide para tomar muestras de ADN y cotejarlas con las de un bisnieto
Se busca confirmar si los restos que hay en el cementerio corresponden o no al músico tudelano, en cuya tumba apareció el cuerpo de una mujer y unos zapatos de tacón

Publicado el 09/02/2023 a las 12:58
El Ayuntamiento de Tudela ha dado el primer paso en su intento de localizar los restos del músico Joaquín Gaztambide, sobre los que hay una rocambolesca historia desde que en su tumba aparecieran, según las crónicas de la época, unos zapatos de tacón alto y un cuerpo de una mujer de avanzada edad, como confirmó un forense. Y ese primer paso va a ser abrir el nicho en el que se encuentran para tomar muestras de ADN y compararlas con las de un bisnieto que ha sido localizado para saber si, realmente, son de una mujer o los del propio Gaztambide.
Lo ha anunciado el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, que ya ha autorizado la apertura del nicho, donde también descansan restos de otras personas, cuyas familias han dado su permiso para hacerlo, aunque ahora se abre un periodo de alegaciones para cumplir con los trámites legales. Todavía no hay fecha para hacerlo, aunque el propio Toquero dijo que “no se tardará”.
NACIDO EN 1822
El músico tudelano Joaquín Gaztambide Garbayo nacio el 7 de febrero de 1822. A los 5 años quedó huérfano de padre, siendo adoptado por su tío paterno Vicente. Con solo 8 años, el pequeño Joaquín inició sus estudios de Solfeo bajo la supervisión del maestro de capilla de la Catedral de Tudela, Pablo Rubla.
El interés y talento que demostró tener el joven llevó a su tío a enviarlo a Pamplona con 12 años, donde recibió clases de Piano y Armonía, además de estudiar Contrapunto y Fuga. Años después, el tudelano comenzó a dar clases de solfeo y a tocar el contrabajo en la Orquesta del Teatro de Pamplona.
En 1842, a la edad de 20 años, el joven Joaquín se trasladó a Madrid para recibir clases en el Conservatorio de Música María Cristina. En 1846 fue nombrado director del coro de la compañía italiana del Teatro de la Cruz, y en 1848 se hizo cargo de la orquesta del Teatro Español de Madrid.
Su carrera compositora se centró en la zarzuela, siendo uno de sus principales impulsores con obras como La mensajera (1849), El estreno de un artista (1853), El Valle de Andorra (1853), Catalina (1854), Los magiares (1857), o El Juramento (1858), entre otras.
En 1869, y al frente de su propia compañía, realizó una gira por Cuba y México durante la cual enfermó de gravedad por una afección hepática. De vuelta a Madrid acabó falleciendo el 18 de marzo de 1870, a los 48 años de edad.
ENTERRADO EN MADRID Y TRASLADO A TUDELA

Su cuerpo fue embalsamado y enterrado en el cementerio Patriarcal de Madrid. Y allí permaneció hasta que el 19 de marzo de 1921, Tudela recuperó sus restos, cuando se trasladaron a la capital ribera o, al menos, eso se creía.
Y es que, 34 años después de su regreso a Tudela procedente de Madrid, concretamente el 23 de diciembre de 1955, el ataúd del compositor fue abierto por los miembros de la comisión creada para la construcción del mausoleo que debía acoger sus restos.
LA SORPRESA AL ABRIR SU TUMBA
La sorpresa llegó cuando, al abrir la caja, los presentes comprobaron que en su interior reposaba un cuerpo con unos zapatos rojos de tacón alto. El médico forense de la ciudad, José María Remacha, inspeccionó el cadáver y determinó que esos restos correspondían a una mujer de avanzada edad.
Semejante hallazgo hizo correr ríos de tinta en los diarios de la época a nivel nacional, que se hicieron eco de una polémica sobre cuál era el verdadero paradero de los restos de Gaztambide .
Las investigaciones puestas en marcha para determinar qué había ocurrido no dieron con la respuesta a esta pregunta y todavía hoy, un siglo después de ese 19 de marzo de 1921, sigue siendo un misterio sin resolver.
EL AYUNTAMIENTO QUIERE LOCALIZARLO
Ante esta situación, en noviembre del año pasado, 101 años después de que sus restos volvieran a Tudela, el alcalde, coincidiendo con la inauguración de una exposición sobre Gaztambide en el instituto Benjamín de Tudela, anunció que se iban a intentar localizar sus restos.
Actualmente, los restos que se trasladaron desde Madrid se encuentran en un nicho de la zona antigua del cementerio, después de ser llevados allí desde la capilla de Herederos de Manuel Garbayo y Francisca Alcaine Zabalza.
Y es ese nicho el que se va a abrir para tomar las muestras de ADN y compararlas con las del bisnieto que ha sido localizado, que vive fuera de Navarra, y que ya ha dado su autorización. “Hemos iniciado el primer trámite, que busca determinar si, realmente, los restos que hay en ese nicho son los de Gaztambide. Es el plan A, lo más directo y lógico, y, si no hay coincidencia, seguiremos tirando de archivo hacia atrás para comprobar todo el recorrido desde su fallecimiento y ver dónde pudo haber algún problema con sus restos. Surgió la duda cuando aparecieron los zapatos, pero ahí sigue esa duda y hay que confirmarlo”, dijo.
LOCALIZACIÓN DE UN BISNIETO
De la toma de muestras se encargará la sociedad Aranzadi y Toquero destacó la importancia de haber localizado a un bisnieto. “Ha sido una suerte. Nos ha costado localizarlo y ha sido gracias al trabajo del Archivo, que ha ido tirando de su rama genealógica. Es un varón de descendencia directa y los expertos nos dicen que es más fácil comprobarlo y que la prueba sea definitiva”, subrayó.
Y es que Toquero insistió en la importancia de confirmar que son sus restos. “Es de justicia determinar si Gaztambide está donde tiene que estar. Da nombre al teatro de Tudela, a una de las calles más importantes y es una de las personalidades más destacadas que ha dado esta ciudad. Hay que cerrar el círculo, y, si se confirma, veremos qué hacemos, igual algo en el cementerio que honre su memoria. Es una deuda con él y con lo que significa para Tudela”, relató.