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Obituario

Fidel Goicoa Ardanaz, horticultor muecino

Ampliar Fidel Goicoa Ardanaz
Fidel Goicoa ArdanazCedida
  • Juan Carlos Rodríguez y Javier Ulibarri
Publicado el 14/02/2022 a las 08:21
Fidel Goicoa Ardanaz nació en Muez en 1947 y falleció el 30 de enero de 2022 en Pamplona. Su vida transcurrió siempre en Muez, excepto alguna temporada en Barcelona trabajando en la autopista del Mediterráneo y, posteriormente, un tiempo en la plazuela de San José, donde ayudaba en sus ratos libres a sus vecinas las Carmelitas Dezcalzas en su huerta del convento de clausura, estableciendo con ellas lazos de afecto imperecederos. Asentado definitivamente en Muez, de temperamento metódico, alternaba el cuidado del huerto y sus frutales con la atención y el cuidado de su no desdeñable número de perros.
El trasplante de riñón al que fue sometido en 2008 le obligó, por prescripción médica, a deshacerse de la mayor parte de su camada canina. El nuevo riñón le permitió disfrutar de unos años, ya libre de diálisis, digamos que a su aire y en plenitud de actividad.
Católico deconvicción y comprometido, era agente fundamental en el mantenimiento de la actividad parroquial. Junto al párroco del pueblo formaban, ambos, un tándem inseparable. Gustaba los fines de semana de tomar el vermú en el polideportivo y, si te acercabas a su mesa, podías disfrutar un rato de su conversación, siempre interesante - era culto y repleto de ese saber que se nutre del directo conocimiento de la naturaleza-. Además de invitarte estabas casi seguro de recibir algún exabrupto de los que no carecía y que podías apreciar con más que merecida indulgencia. Últimamente, rechazado el trasplante, estaba sometido a diálisis 6 días por semana en la CUN. Libraba los domingos que aprovechaba para no faltar a las atenciones del culto, en silencio y oculto por la columna.
En silencio se nos ha ido. Una pérdida lamentable que acrecienta el despoblamiento a que inexorablemente está sometido este pueblo. Como muchos otros. Pérdida a la que habría que añadir en su recuerdo y en nuestra memoria la de aquellos muecinos y lugareños que ocultos por la tenebrosa sombra que se ha desplegado durante la pandemia nos parece de justicia reseñar. Así lo fueron José Luis (Morrás), Carlos (El Cacho), José (Baranda), Miguel (Ulibarri), José Luis (Gabilondo), Eloy (El Rojo) y Juanjo (Rosón). Desgraciadamente todos engrosan la lista de desaparecidos que dejaron un recuerdo imborrable y que merecen el reconocimiento póstumo por los servicios prestados y, sobre todo, por su aportación con el quehacer diario de todos ellos para mejorar la convivencia en esta vecindad. A Fidel y a todos ellos, hasta siempre.
Los autores son amigos del fallecido.
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