Tradición
Larraga recuerda la trashumancia en la Exaltación de la Vaca Brava
El pueblo presentó una serie de actividades que recuerdan y exaltan los años de ganadería trashumante

- Alberto Galdona
El sábado por la tarde, Larraga se metía de lleno en la exaltación de la Vaca Brava, incluyendo a los más jóvenes en el ambiente del cuidado de los animales vacunos.
Fue una trashumancia infantil en la que se vio el trabajo que antaño hacían los pastores y que muchos pueblos no desean que se olvide.
Pasada la medianoche daba comienzo el asado de la ternera. Miguel Elarre, de la carnicería Elarre de Larraga, empezaba con una ternera de Navarra de 228 kg, junto a Carlos Ibarrondo. Ellos estuvieron con el cuchillo en la mano desde las doce y media hasta pasadas las dos. La receta, bien sencilla, estaba elaborada con carbón vegetal, agua, vino blanco y sal y, sobre todo; tiempo. Con un mínimo de 12 horas de minuciosa elaboración. Mientras se asaba el animal, cincuenta jinetes recordaban el trasiego de la trashumancia con ganado vacuno. En concreto, hubo diez animales de raza avileña, entre vacas y toros de la ganadería riojana Víctor Navas. Todo la representación fue a lomos de caballos. A partir de aquel momento, se abrió la degustación de la ternera.
Por la tarde, el espectáculo taurino y la suelta de vaquillas dieron por finalizado el XX Tierra de la Vaca Brava.
ETIQUETAS