Hermanamiento
La familia de Ramón y Cajal
Petilla de Aragón sella su Hermanamiento con la localidad italiana de Corteno Golgi, donde nació Camilo Golgi que compartió el Nobel de Medicina en 1906 con el científico navarro que este sábado fue nombrado Hijo Predilecto a título póstumo

Publicado el 19/03/2023 a las 06:00
Santiago Ramón y Cajal mantuvo diferencias de criterio con Camilo Golgi sobre la composición celular y el entramado que forman las neuronas. Las discrepancias abrieron una brecha irreconciliable entre ambos genios aun cuando compartiesen el Premio Nobel de Medicina y Fisiología del año 1906. La técnica de ticción de plata, descubierta por el italiano, valió al navarro (Petilla de Aragón, 1 de mayo de 1852-Madrid, 17 de octubre de 1934) para demostrar su teoría e inclinar la dialéctica científica a su favor. “La ciencia no es cosa de uno sino de todos”, fue una de sus sentencias, tan célebres como su aporte al bien de la ciencia y, por ende, de la humanidad. La conclusión brotó este sábado de nuevo de la boca de Lucciana Schiavarelli, cónsul de Italia en Pamplona, a escasos metros de la calle Mayor, número 14, de la villa donde vino al mundo “quien fuera comparado con Einstein” y obtuvo un reconocimiento internacional que no tuvo suficiente reflejo en Navarra, a decir del que fuera neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra, Eduardo Martínez Vila.
Un siglo después de la postura irredenta de los dos Nobel, sus descendientes sellaron su reconciliación en un acto institucional, auspiciado por el Ayuntamiento del enclave navarro, que estuvo cargado de simbolismo y emotividad. De una parte, Santiago Ramón y Cajal, biznieto, al que acompañó su hija, Paula Ramón y Cajal; y María Urioste Ramón y Cajal, a la sazón marquesa de Ramón y Cajal, arropada por su hija Marieta Montejo y su yerno, José Antonio Arranz Olmos; y de otra, Andrea Golgi, con su mujer, Carmen Solazzo, y sus hijos, Giovanni y Edoardo, forjaron un abrazo de entendimiento. Su presencia encarnó el Hermanamiento entre los ayuntamientos de Petilla de Aragón y Corteno que lleva el apelativo de Golgi, en honor a su histórico científico. La alianza fraterna, rubricada en un acuerdo de pleno extraordinario celebrado en el frontón, ensanchó la Red Europea de Villas de Nobel que comenzó a tejer Petilla de Aragón con Luarca-Valdés (Asturias) por el lazo estrechado entre Ramón y Cajal y Severo Ochoa. Por la localidad navarra, estampó su rúbrica su alcalde, Florentino Aguas; y por su huésped de Lombardía, Ilario Sabbadini.
La sesión plenaria sucedió al descubrimiento de una placa por parte de Santiago Ramón y Cajal Asensio en la planta baja de la casa que alumbró la vida de su bisabuelo. El protocolo estuvo adornado con la entrega de un diploma enmarcado que da cuenta de su nombramiento de Hijo Predilecto, a título póstumo.
Roberto Urrutia, Charley Jiménez y Josu Hernández obsequiaron a la concurrencia con tres jotas, una de ellas, compuesta por el primero con un sentido mensaje de bienvenida.
Las notas encendieron el corazón de un pequeño rincón de Navarra donde Santiago Ramón y Cajal aprendió “a observar la naturaleza” -como significó Sona Rivas Caballero, coautora de una biografía junto a Belén Yuste Carvajal-, y a desarrollar su entendimiento para granjearse una merecida reputación como “uno de los científicos más citados de todo el mundo”.

Navarra, “Premio Nobel a la Hospitalidad”
“Petilla ha cambiado de aspecto. Ahora es una preciosa villa, bien cuidada. Desgraciadamente más pequeña que como era entonces pero con unos vecinos que te siguen cuidando con una especial devoción”. Santiago Ramón y Cajal fue “poco amigo de homenajes, salvo los que le dispensaban amigos, colaboradores o, como es en este caso, sus vecinos”. Su bisnieto, de su mismo nombre, lanzó un ruego para “mantener viva la llama de su herencia” y apeló a la comunidad científica a tener “un mayor compromiso por la investigación”. En un castellano que delataba su origen italiano, Andrea Golgi agradeció la acogida brindada: “Queridos amigos de Navarra, el Nobel de la Hospitalidad es vuestro”.