La población merma año tras año en el
Pirineo y, sin embargo, se da la paradoja de que no es nada fácil encontrar vivienda disponible para poder quedarse a vivir en sus pueblos. Esta reflexión la materializaban días atrás cargos electos de la zona, aunados en la Mesa del Pirineo, que pedían a su vez un mayor apoyo de las instituciones para facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes de la zona y a otras personas interesadas en instalarse en los valles pirenaicos. Reclamaban, por ejemplo, adecuar a la zona rural los
precios de la vivienda pública de alquiler que está promoviendo el
Gobierno de Navarra. Y este miércoles, el Ejecutivo recogía el guante anunciando que se aplicará una bonificación que conllevará que el alquiler de
vivienda pública en esta zona sea un 38% más barato.
Así lo ha confirmado el vicepresidente y consejero de Ordenación del Territorio, José Mª Aierdi, en
Ochagavía,
en la sesión anual de la Asamblea del Pirineo. Un órgano de cogobernanza del Plan del Pirineo que reúne a Gobierno, parlamentarios, entidades locales y Cederna Garalur, y donde se hace balance de la labor realizada y se avanzan los siguientes pasos.
Conforme a lo adelantado, el precio de la renta del arrendamiento de vivienda pública de alquiler en las localidades de esta comarca pasará de 5,66 euros el metro cuadrado a 3,50 euros “para dar respuesta a la necesidad de vivienda asequible en la zona y ayudar a fijar población”. Por ejemplo, el alquiler de un piso de 90 metros pasará de 509 euros al mes a 315.
9 MILLONES EN TRES AÑOS
En el balance ofrecido por el
Ejecutivo foral, que ejecuta las acciones del Plan del Pirineo a través de la dirección general de Proyectos Estratégicos, se ha remarcado que se han invertido “más de 9 millones de euros en los últimos 3 años”, concretando iniciativas de
acceso a la vivienda, mejora de servicios o emprendimiento. También acciones de rehabilitación, como la del Palacio de
Arce, o relacionadas con la educación, como el impulso al instituto de Bachillerato en
Lumbier.
En materia de vivienda, “eje estratégico para vencer la despoblación”, se han invertido 7,75 millones en reformas y subvenciones.
Por ejemplo, a través de
Nasuvinsa, se han habilitado en la zona una veintena de viviendas en alquiler
. En unos casos, rehabilitando edificios públicos cedidos por entidades locales (4 en
Burguete, 4 en
Espinal y 3 en
Jaurrieta), en otros reformando viviendas del antiguo parque de camineros (2 en
Roncal), o también construyendo nuevas (4 ya acabadas en
Garralda y 4 proyectadas en
Nagore).
Además, y para seguir en este camino,
se han detectado otros 45 edificios públicos susceptibles de rehabilitación, y en una primera fase se actuará en 33 viviendas de 16 localidades con una inversión de 4,36 millones. Habrá convenios entre Nasuvinsa y los ayuntamientos. Se empezará por
Garaioa y Garralda, siguiendo por
Uztárroz,
Urzainqui y
Mezkiritz.
Y al programa de ayudas Piribizi, de apoyo a la adquisición o rehabilitación de vivienda particular, se suma el nuevo proyecto piloto Kuvu, con el que personas mayores que viven solas podrán compartir su vivienda con jóvenes que necesitan vivir en el Pirineo.
Una segunda vida para las naves patateras en desuso del Pirineo
Otra de las principales líneas de acción del Plan del Pirineo esta legislatura ha estado ligada a facilitar el emprendimiento, el poder trabajar en la zona. Según se ha expuesto, se ha fomentado la rehabilitación de espacios en desuso como la nave patatera de
Aribe, donde se han creado una decena de empleos en los tres espacios coworking habilitados. También
se ha remodelado la patatera de Ochagavía, donde las tres oficinas ya tienen los contratos firmados (estudio de arquitectura, colectivo de envejecimiento activo y talla de madera), y se ha impulsado en ese mismo municipio una nave industrial que acogerá una sala de despiece de cerdo Euskal Txerri, un supermercado y una nave para el consistorio. Se trabaja además en otras actuaciones sobre suelo industrial en
Abaurrea Alta (reforma de la patatera), Espinal (naves de la antigua empresa Oihana) o
Burgui. Asimismo, en el balance del Gobierno se enumeraron acciones en digitalización y despliegue de fibra óptica, o la puesta en marcha de subvenciones a entidades locales, asociaciones y vecinos.
“La labor del Plan del Pirineo necesita tiempo de maduración”
“Un buen queso necesita su proceso de maduración. Y el trabajo del Plan del Pirineo, también. La despoblación viene de lejos, y con el Plan llevamos apenas 3 años. Entiendo que desde la zona pidan más recursos, celeridad y flexibilidad, pero lleva su tiempo redactar proyectos, conseguir financiación y ejecutar obras”. Así lo ha defendido Rubén Goñi, director general de Proyectos Estratégicos del Gobierno, ante la reciente demanda de la Mesa del Pirineo (cargos electos de la zona) de actuar con mayor velocidad. “Estamos trabajando de su mano, y el sistema ha funcionado, eso no se está cuestionando, solo que necesita su tiempo”, añadía.
Goñi ha indicado que “2023 va a ser año importante”. “Ya se empiezan a ver los frutos, pasando de informes a hechos. Están adjudicadas a gente las 4 viviendas de alquiler habilitadas en Burguete, las 4 de Espinal y 2 de las 3 de Jaurrieta, y ahora adjudicándose las 4 de Garralda. Las 2 de Roncal las gestiona el consistorio”, apuntaba. “También van a culminar proyectos importantes, como la rehabilitación de Erremendia (hostelería y coworking), o el desarrollo de la fibra por el bajo Salazar, Navascués, parte de Aezkoa, Irati y Erremendia”, ha dicho. Y coincide con los alcaldes en que esta legislatura “ha faltado impulsar la parte legislativa, la Ley de Despoblación”.