Feria navideña
La plaza de toros se viste de Navidad
Con 55 puestos, estará abierta hasta el 8 de enero y los vendedores coinciden en que el inicio ha sido flojo, aunque esperan que mejore en próximos días

- Carlota Soriano
Desde carteras de cuero hasta piezas de cerámica, pasando por cervezas artesanas, alimentos locales, juguetes para los más pequeños o vasos de cristal tallados a mano. Esa es la variedad de productos característica de los 55 puestos que conforman este año la tradicional Feria de Navidad de la plaza de toros de Pamplona, que abrió sus puertas el pasado 29 de noviembre, día de San Saturnino, con un horario de 10.30 a 14 y de 16.30 a 21 horas hasta el próximo 8 de enero.
El primer estand a la vista nada más entrar a la plaza es el de Boure, un joven de Pamplona que vende bolsos y carteras de cuero. Este vendedor viaja por toda España haciendo negocio en las diferentes ferias artesanales y, aunque lleve participando varios años en la de Pamplona, afirma que “es una feria en la que años atrás se vendía; ahora mismo, no mucho. A nivel nacional han bajado mucho las ventas”.
Esa misma sensación han tenido en el puesto de Poxtiñeneko Gazta. Ana Flores lleva tres años acudiendo a la plaza de toros con sus quesos y mermeladas artesanales y, aunque la feria solo lleva abierta unos días, nota que este año está siendo un “poco flojo”.
Ángel María Matute, presidente de la Asociación Colectivo Gabonak, organizadora de la feria, y socio del puesto El Capotico, achaca esa sensación al hecho de que la feria haya empezado un martes. Tras 30 años participando en el evento con su puesto de dulces, afirma que “como es normal, los días laborales hay menos gente. El año que coincide que San Saturnino es en viernes o fin de semana, se empieza por todo lo alto”. Al final, concluye, “esto depende de muchas cosas, por ejemplo, el año en que no están todavía abiertas las pistas de esquí, nos va genial”.

A pesar de todo, las expectativas son buenas. Según Boure, “la gente piensa más en cubrir gastos en comida y gasoil” y no en caprichos como comprarse un bolso nuevo. Aun así, tiene confianza. “En Navidad siempre se vende mucho”. Al final, añade Flores, la cuestión es “mostrar y abrir el producto”.
En Txoko de Naro, la novedad de la feria, Naroa Maya crea vasos de cristal tallados a mano. “Yo era de las personas que venía todos los años de clienta y ahora estoy al otro lado”, explica la artesana. Como en la gran mayoría de estands, el negocio de Maya se basa en ir de feria en feria, y coincide con otros artesanos en que esa es la manera de conocer y llegar al cliente de la manera más cercana.
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