Tómbola
Cáritas llama a "revisar los bolsillos" porque quedan miles de premios sin entregar, entre ellos un coche
La Tómbola de Pamplona logra vender los dos millones de boletos

Actualizado el 20/07/2022 a las 16:38
La Tómbola de Cáritas de Pamplona cerró sus puertas el 14 de julio por la noche con la satisfacción de haber vendido los dos millones de boletos que fueron impresos. Sin embargo, de los 300.000 premios directos todavía quedan varios miles por recoger, entre ellos uno de los cinco coches. También varios patinetes eléctricos y televisores. Los agraciados tienen de plazo hasta el 16 de agosto. Todavía es posible juntar 5, 10, 20 o 30 boletos ‘reúna’ y canjearlos por diversos productos a elegir.
Por este motivo, la responsable de la tómbola, Ana Urmeneta, anima a los pamploneses y foráneos a revisar bien los bolsillos, bolsos y carteras. Y si encuentran algún boleto premiado, pasarse por la sede de Cáritas en la calle San Antón de Pamplona. “Quizás haya boletos sin abrir pero en teoría la gente sabe que le tocó algo en la tómbola”, expresa. Estos dos últimos días se han formado colas matutinas para recoger premio, ya sea una lata de conservas, una sartén o un electrodoméstico.
También quedan por entregar 11 de los 20 vales de compra de 2.500 euros para utilizar en comercios de la Asociación Casco Antiguo de Pamplona. Estos vales son por sorteo, por lo que la responsable de la tómbola anima a chequear los números. Ana Urmeneta admite que le da pena que por descuido o dejadez se queden regalos sin repartir. “Nos ha venido gente en diciembre o al año siguiente para decirnos que encontró en un pantalón de sanfermines los boletos premiados”, comenta. Pero las normas son claras, los boletos caducan el 17 de agosto. Si el coche que falta por entregar no sale, será devuelto al concesionario. El resto de artículos se guardan para 2023 salvo que se vayan a quedar obsoletos y tengan fecha de caducidad.
Después de tres años de pandemia, Cáritas fue prudente. En noviembre se tomó la decisión de sacar a la venta 2 millones, cifra inferior a los 2,4 millones de 2019. Como en años anteriores, los boletos se imprimieron en las propias instalaciones de Cáritas una vez fijados los 300.000 premios. “Al comprar los artículos, algunos habían subido de precio. Ese ha sido uno de los problemas. Nos ha afectado la crisis a raíz de la guerra en Ucrania”, comenta.
La responsable de la tómbola señala que todavía es pronto para hacer cuentas, pero estima que las ganancias serán similares a las de años anteriores, unos 300.000 euros. Un dinero con el que afrontarán un nuevo curso que se prevé complicado para las familias vulnerables.
A lo largo de esta semana se están llevando a cabo los trabajos de desmontaje de la tómbola, que este año estrenaba la estructura diseñada por alumnado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. “Los voluntarios hemos estado muy cómodos. Esperemos que dure otros 30 años. Antes de desmontarla se limpia muy bien para evitar la corrosión”, apunta.
La responsable de Cáritas destaca las “ganas de normalidad” tanto para los voluntarios como para los clientes. “Además de la gran labor social que hacen los voluntarios, las horas que dedican a la tómbola son muy gratificantes por las relaciones sociales que se forman”, comenta Urmeneta. Durante el mes de junio, el ritmo de ventas fue bastante alto. En Sanfermines se ha notado la ola de calor, ya que en las horas centrales del día la afluencia bajaba considerablemente.