Obituario
Andrés García Ruiz, antiguo trabajador de Chalmeta e Inquinasa

- Diego García Estarriaga es hijo del fallecido
Pues bien, se acabó el viaje. Se acabaron esos paseos por la Plaza del Azuelo, esos fines de semana interminables de fútbol, esas charlas sobre anécdotas de su vida. Uno más de su generación nos dice adiós. Esa generación de manos recias, labradas en el campo a base de azada.
Una vez aprendidas las cuatro reglas matemáticas básicas, sabiendo leer y escribir (aunque según él, “con faltas de ortografía”) y siendo muy joven, Andrés García Ruiz se apuntó a la universidad de la vida.
Comenzó su gran viaje, con tan sólo un techo como refugio. En Azagra, sus manos trabajaron el campo y, en Olloki, cuidaron ganado como sólo él sabía hacerlo, consiguiendo así juntar sus primeras monedas.
Torres de Elorz y Noáin le vieron forjarse como un muchacho ávido de aventuras que hasta hace poco relataba con cariño a sus nietos. Más tarde, con la llegada de la industrialización, Chalmeta o Inquinasa formaron parte de su trayectoria profesional.
Emprendió trabajos como techador en la Txantrea y puso su propia zapatería, muchas horas de jornadas interminables que, a pesar de obligarle a estar fuera de casa, nunca le hicieron descuidar la infancia de sus hijos.
Recuerdos en blanco y negro de mi padre. Un hombre que pescaba sin caña y cazaba sin perdigones, que recogía setas y caracoles.
Jugador entusiasta del mus, y como decía él, siempre jugaba para ganar.
El otro día uno de sus nietos se acercó con la camiseta de Osasuna a su cama del hospital y él dijo: “Lo que vale de esa camiseta es la marca ‘Adidas’, pero lo que a mí me gusta es el escudo”.
Aita, ya somos séptimos y el año que viene Osasuna volará por Europa. ¡Vuela con nosotros! Descansa en paz.
Diego García Estarriaga es hijo del fallecido
ETIQUETAS