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28-M

La reforma de la Administración foral, un "hueso" muy duro de roer para todos

Los programas de los partidos carecen de propuestas audaces ante el deterioro de los servicios públicos

Ampliar A: Jesús Caso
F: 09-05-2023
P:
L: Pamplona
T: Los candidatos a las elecciones locales se fotografían en el Sadar.
Los candidatos Begoña Alfaro; Laura Aznal, Uxue Barkos, Javier Esparza, María Chivite, Javier García y Carlos Pérez NievasJesús caso.
Actualizado el 26/05/2023 a las 08:53
Casi la mitad de los navarros, el 45%, cree que los servicios públicos son peor hoy que hace cuatro años. Así lo refleja una reciente encuesta del Observatorio de la Realidad Social, pero esta preocupación no se ve correspondida desde los partidos políticos con propuestas audaces y concretas. Ninguno tiene la varita mágica para modernizar una Administración que ha funcionado razonablemente bien durante 30 años, pero que se anquilosa como un elefante bajo el peso de sus casi 30.000 trabajadores. Toca reformar la Administración pública y muchos programas fían esta tarea a una reforma del Estatuto de los Trabajadores, el marco que regula relación de la Administración con sus empleados.
Y aunque se atreven a hablar de mejorar la eficiencia, ya lo hicieron en anteriores elecciones, lo hacen de forma general, sin propuestas concretas. Al final, la solución fácil es defender el mayor gasto e inversión. Pero por lo que se ha visto en los últimos cuatro años eso solo no basta.
Varios expertos ya defendieron en la precampaña en Diario de Navarra la reforma de la Administración como un reto fundamental para salvar el estado de bienestar. “Hay que implantar medidas que evalúen el rendimiento de los funcionarios -sugería el empresario Esteban Morrás-, que incentiven el rendimiento alto y que penalicen el rendimiento bajo”. Era una idea. Pocos se atreven a cogerla.
UPN: MEDIR EL DESEMPEÑO LABORAL
El programa de UPN es uno de los que tantean este terreno. En su declaración de intenciones propugna que la Administración foral “habrá de estar cerca de las personas y actuar de forma eficaz y eficiente, sabiendo que cada euro que gasta sale del bolsillo del ciudadano y que debe darle el mejor uso posible”. A ello añade la necesidad de una política de recursos humanos “basada en motivación, desarrollo de las personas y satisfacción con el puesto de trabajo”.
La propuesta más concreta en su programa referida a la eficiencia de los empleados públicos es la siguiente: “Aprobaremos un nuevo Estatuto de la Función Pública que promueva la motivación y desarrollo de las personas a través de la carrera administrativa, la medición y gestión del desempeño, la movilidad funcional y la verdadera igualdad de oportunidades para el acceso a la función pública y en el desarrollo profesional. Dicha modificación tendrá en cuenta los nuevos grados surgidos del Plan Bolonia”.
Y desde el punto de vista de los usuarios, el partido regionalista hace un guiño en su programa a una de las grandes quejas de los últimos tiempos: “Garantizaremos la atención presencial en todos los servicios públicos, sin perjuicio de que se avance en la introducción de trámites telemáticos”.
PSN: HABLA DE OPTIMIZAR RECURSOS, PERO NO CÓMO
El programa del PSN plantea, no podía ser de otra forma, su compromiso “con la definición y fortalecimiento de unos servicios públicos de referencia, basados en los principios de universalidad, calidad y equidad, sustentados en criterios de máxima optimización de los recursos públicos, y recaudados a través de una fiscalidad que equilibre progresividad y competitividad”.
La teoría es perfecta, pero no explica cómo optimizar los recursos tras cuatro años de crecimiento del gasto en los que la ciudadanía lo que más ha percibido es el deterioro de los servicios públicos. En cambio los socialistas sacan pecho de la fortaleza de los servicios públicos a lo largo de la pasada pandemia: “lo que ha evidenciado que las soluciones a las crisis que se basan en austeridad, recortes sociales y adelgazamiento de los sistemas públicos perjudica a las personas más desfavorecidas. Es justamente la apuesta por unos servicios públicos fuertes la herramienta que mejor puede lograr que afrontemos cualquier crisis económica, sanitaria o social sin dejar a nadie atrás”.
Geroa Bai: CARRERA PROFESIONAL Y EFICACIA
La apuesta principal de Geroa Bai para una mejora del desempeño y la eficiencia en la función pública es la reforma del Estatuto del personal al servicio de las Administraciones Públicas, una normativa que ya ha se ha modificado esta legislatura para, entre otras, cosas introducir el beneficio de los días canosos para los funcionarios.
Geroa Bai pretende introducir en el Estatuto una carrera profesional basada en el mérito, capacidad, experiencia y desempeño, además de introducir los criterios de “profesionalidad, eficacia, apertura a la ciudadanía, etc”. La carrera profesional para motivar a los empleados públicos es una demanda que se repite en los programas, compartida también por los sindicatos, pero es obvio que por si sola no resuelve el problema de eficiencia en la Administración pública. Ahí está, si no, la situación de Salud, donde ya existe esta carrera profesional.
Además, en torno a la carrera profesional, tema que seguro copa la materia de Función Pública en la próxima legislatura, se podría abrir todo un debate sobre los criterios que se utilizan para objetivar la consecución de una mayor experiencia y conocimiento por parte de los empleados. Algunos sindicatos como ELA denuncian que el actual sistema favorece “ciertos clientelismos”.
EH Bildu: ELIMINAR DUPLICIDADES
EH Bildu plantea sin ambages que la base de la política presupuestaria debe “seguir garantizando los servicios públicos y priorizar el gasto social”. Y aunque reconoce la necesidad de “racionalizar” y ser “rigurosos” en el gasto, tiene clara la necesidad de mantener “una política expansiva en el gasto social”.
Sí reconoce que dejar la estructura y funcionamiento de la Administración tal como está hoy configurada “supone permitir que las inercias burocráticas, redes de influencias y fuentes de privilegios que han existido tradicionalmente, se conviertan en un freno”.
Bildu propugna el cambio del Estatuto y propone hincar el diente a las jefaturas: “La actual estructura orgánica de la Administración Foral sigue respondiendo, en buena medida, a una estructura que no responde a criterios de racionalidad y eficacia. Es preciso proceder a una revisión y reducción importante de las actuales jefaturas y direcciones.
También habla de introducir en todas las áreas de la administración mecanismos más rigurosos de evaluación del uso de los recursos presupuestarios, “así como el desarrollo e implementación de herramientas para detectar, prevenir y controlar las gestiones que sean ineficientes o poco transparentes. Pero no dice más sobre cómo lo hará”.
Contigo Navarra: EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO
La coalición de izquierdas no se distingue tampoco del resto de programas al proponer el impulso de la reforma de la Administración de la Comunidad foral en base a criterios de “eficacia, transparencia, participación de la ciudadanía y de los empleados públicos”. Así, Contigo Navarra recoge también en su programa la implantación de una carrera administrativa efectiva “basada en el mérito, capacidad, experiencia y desempeño” y en la que se someta a evaluación periódica el citado “desempeño”.
Eso sí, la propuesta que distingue al bloque de izquierdas en este ámbito, sin aclarar si produce una mayor eficiencia o no, es la de “revisar las fórmulas de gestión privada de servicios públicos. Adoptar las medidas necesarias para priorizar la gestión pública directa de los servicios públicos esenciales”.
PP: ELIMINAR EL GASTO IMPRODUCTIVO
Para el PP una de las claves para mejorar el servicio público es que a él accedan los mejores servidores en todos los niveles. “En este sentido, debemos seguir reforzando los sistemas de oposiciones y concursos” , a través de procesos de selección transparentes y abiertos, donde se primen los principios de mérito y capacidad. Sin embargo, no se advierten en su programa medidas para garantizar la eficiencia de esos empleados una vez obtengan su plaza.
Otra de las medidas que se leen en el programa del PP es “la eliminación del gasto político improductivo, que genera un elevado déficit estructural, y las estructuras administrativas innecesarias para destinar los recursos a lo verdaderamente esencial: promover el desarrollo y el bienestar de nuestros territorios, así como a reducir los impuestos”. Lo que no se sabe es quién y en base a qué decidirá lo que es un gasto improductivo.
Desde el punto de vista del usuario del sector público se contempla también la simplificación de trámites administrativos y la eliminación de la cita previa obligatoria.
Ciudadanos: ELIMINAR DUPLICIDADES
Ciudadanos es una formación que también ha defendido de forma reiterada en sus programas la necesidad de reformar la Administración con el fin de modernizarla y dotarla de mayor eficiencia. Una reforma que, si por ellos fuera, vendría también acompañada por la supresión del Convenio Económico y la incorporación de Navarra al régimen común. Sin embargo, las medidas concretas que presenta para estas elecciones tienen que ver con asuntos más prosaicos como la eliminación de la obligatoriedad de cita previa, la concesión automática de permisos y licencias y la simplificación de trámites.

EL TAMAÑO DEL PARLAMENTO Y DEL GOBIERNO, OBJETO DE LA CAMPAÑA

Al aire del gasto público y la eficiencia, UPN ha reabierto en esta campaña el debate sobre el tamaño del Gobierno Foral y el Parlamento de Navarra. En concreto, los regionalistas proponen modificar la ley foral del Gobierno para que ningún Ejecutivo tenga más de 10 consejeros. Desde UPN, Javier Esparza considera “escandaloso” lo sucedido esta legislatura bajo la presidencia de María Chivite, en la que ha habido “120 nuevos cargos más, 13 consejeros y 25 millones de más de gasto que el Gobierno anterior”.
Su otra propuesta en este ámbito supone una modificación normativa para reducir el número de parlamentarios dentro de la horquilla de entre 40 y 60 que permite el régimen foral para ir “al mínimo, a 40”. Carlos Pérez Nievas apoyó la idea de reducir la cifra de legisladores “lo que no va en contra de la calidad democrática” y Javier García recordó que su partido ya hizo anteriormente una propuesta similar sin recibir apoyo.
RECHAZO DEL PSN Y SOCIOS
La propuesta de UPN, como quedó probado en el debate organizado esta semana por Diario de Navarra, no es bien recibida por los socios de gobierno y EH Bildu. “Esto es la típica medida antipolítica -aseguró María Chivite-. Yo soy una firme defensora de las instituciones y del valor de la política para mejorar la vida de los ciudadanos. Esta medida creo que no contribuye absolutamente a nada”, dijo.
Con parecidos argumentos, Laura Aznal rechazó la propuesta de UPN afirmando que “los que nunca han creído en el papel del Parlamento de Navarra y en las instituciones navarras utilizan muchas veces este tema como demagogia”.
Para Begoña Alfaro la reducción de miembros del Parlamento iría en contra de la “calidad democrática” y Uxue Barkos fue más críptica en su respuesta al asegurar que lo mismo se podía bajar el número de parlamentarios a 40 como subirlo a 60. “Todo es perfectible y todo es fácilmente mejorable, pero a veces lo mejor es enemigo de lo bueno”
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