Edición impresa

Actualidad Navarra, Pamplona, Tudela, Estella, Osasuna, Deportes, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Política, Economía, Trabajo, Sociedad.

Noticia patrocinada Empresas Familiares

Las hermanas Ochoa, legado vivo

Beatriz y Adriana representan la sexta generación de Bodegas Ochoa de Olite, una familia con pasión y ADN vitivinícola

Ampliar Beatriz y Adriana Ochoa, al frente de Bodegas Ochoa en Olite
Beatriz y Adriana Ochoa, al frente de Bodegas Ochoa en OliteCEDIDA
Actualizado el 26/05/2023 a las 13:42
¿Cómo se lleva el peso de ser la sexta generación de una familia que vive el vino desde 1845?
Adriana Ochoa: No lo llevamos como un peso, es un gran orgullo poder continuar trabajando para que el apellido Ochoa siga ligado a la viticultura y la elaboración de grandes vinos en Navarra. Nos sentimos muy cómodas con lo que hemos recibido y aunque los tiempos son distintos sentimos que hay un alma, una esencia que sigue estando ahí generación tras generación.
Beatriz Ochoa: Efectivamente lo que nos han transmitido nuestros padres y que a su vez recibieron de generaciones pasadas: la pasión, el respeto por la tierra, la búsqueda de la excelencia y o el espíritu innovador, siguen siendo pilares fundamentales del proyecto.
¿Cuáles han sido los retos más interesantes pero también los más duros a la hora de tomar el relevo generacional?
Adriana Ochoa: Seguramente los retos más duros son también los más interesantes. Uno de los retos más ilusionantes ha sido el paso a ecológico de nuestros viñedos. Antes trabajábamos de una manera sostenible, pero el certificar en ecológico nos ha obligado a hacer las cosas desde otro punto de vista. Ahora ponemos la naturaleza en el centro de nuestras decisiones junto con la calidad de nuestras uvas. Seguimos trabajando para poder interpretar nuestros suelos, nuestro clima y nuestras viñas pero de una manera mucho más exigente que antes.
Beatriz Ochoa: Además ese trabajo se ve reflejado en nuestros vinos y afecta a las estrategias de venta, de marketing, en definitiva a nuestro relato... Yo creo que ese es también un gran reto porque somos muchos haciendo buen vino en un contexto cambiante. Las cosas antes eran más sencillas y la necesidad de diferenciarse no era tan importante.
¿Los vinos que se elaboran actualmente en la bodega reflejan este cambio, verdad?
Adriana Ochoa: Sí, se puede ver este cambio a través de nuestros vinos. Trabajamos con unas fincas muy particulares que dan unos vinos con personalidad propia. Los últimos en aparecer y que demuestran todo ese potencial son nuestros Maitena, tanto rosado como tinto. Provienen de unos clones de garnachas ancestrales de diferentes zonas de Navarra y representan la recuperación de un patrimonio vitivinícola brutal.
Beatriz Ochoa: ¡Además están fantásticos! Son parte de la familia 8A que son vinos más libres, pensados un poco desde las ganas de hacer cosas diferentes. Buscamos siempre ese equilibrio entre el respeto a lo que hemos sido, la coherencia con lo que tenemos y el lugar en el que estamos, lo que está demandando la gente y evidentemente lo que nos apasiona y nos apetece hacer.
Vuestra generación tiene que hacer frente a desafíos importantes, ya no sólo en el mundo del vino sino también a nivel global: el cambio climático, el agotamiento de los recursos, la degradación de los ecosistemas... ¿cómo lo estáis enfocando desde la viña?
Adriana Ochoa: Lo que decíamos antes, el trabajo en ecológico y todos los ensayos y proyectos de investigación en los que colaboramos desde que adquirimos esta forma de trabajar, que eso sea algo central en Ochoa. Ya en 2014 hicimos un proyecto de I+D para encontrar herramientas para luchar contra el cambio climático. En este estudio, trabajamos con cubiertas vegetales, opciones de riego y otra de las cosas que hicimos fue la selección de nuestras propias levaduras para fermentar nuestros vinos. Nuestros vinos así son más auténticos y representan más nuestro paisaje.
Beatriz Ochoa: Sí, creo que cuidar de la viña y elaborar vino es una forma también de trabajar por un mundo mejor. Nosotras en los últimos años hemos hecho muchos esfuerzos para que nuestro viñedo sea un lugar en el que, si bien es verdad que hay un cultivo y se produce uva, eso no es incompatible con un respeto y un fomento de la fauna y la flora autóctona. Nuestras viñas están llenas de insectos, pájaros, pequeños mamíferos, flores... y eso es porque trabajamos para tener un ecosistema equilibrado y que eso se refleje en el vino. Creemos que hay personas que además lo valoran a la hora de elegir un vino u otro.
¿Qué os gustaría dejar a la séptima generación de Ochoa?
Adriana Ochoa: A mí me encantaría dejarles el amor por la naturaleza, el saber interpretarla. Y también me parece muy importante la tradición y el respeto al trabajo de las generaciones pasadas. Que sepan mirar hacia adelante pero que también comprendan la importancia de saber mirar atrás en algunos momentos.
Beatriz Ochoa: Totalmente de acuerdo, que no olviden todo lo que ha habido antes. Ahora mismo estamos aquí intentando hacer las cosas bien en parte por ese respeto por lo que estaban antes y también porque queremos dejar un legado aún mejor del que hemos recibido.
volver arriba

Activar Notificaciones

Continuar

Gracias por elegir Diario de Navarra

Parece que en el navegador.

Con el fin de fomentar un periodismo de calidad e independiente, para poder seguir disfrutando del mejor contenido y asegurar que la página funciona correctamente.

Si quieres ver reducido el impacto de la publicidad puedes suscribirte a la edición digital con acceso a todas las ventajas exclusivas de los suscriptores.

Suscríbete ahora