El fin de la bonificación del combustible eleva 11 € el coste de llenar el depósito

El fin de la bonificación de veinte céntimos por litro de gasolina y diésel que se aplicó durante el año pasado ha hecho un poco más empinada la cuesta de enero. Desde que la ayuda gubernamental ha terminado, los conductores tienen que rascar otros once euros más para llenar el depósito del coche, ya que ha supuesto un incremento del 13,4% tanto en la gasolina como el diésel. Por el momento, las estaciones de servicio han visto desplomarse en más de un 30% la demanda de carburantes durante estas primeras semanas del año, según reconoce el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Navarra, Jon Villares Echaide. “Justo antes de la Nochevieja se masificaron las visitas a las gasolineras para llenar el depósito. Se registró una actividad mayor del doble de lo que es habitual para esa época del año”, explica el representante del sector. No obstante, tarde o temprano habrá que ir a morir al palo y apoquinar conforme a unos precios que han experimentado un ligero repunte tras varias semanas de caídas. Según los datos del boletín petrolero de la Comisión Europea, el coste de la gasolina venía bajando de forma continua desde mediados de noviembre y el diésel, desde finales de octubre. Pese a ello e incluso contando con la bonificación que se aplicaba, el coste de la gasolina y el diésel es menor ahora que a mediados del año pasado, cuando alcanzaron un pico histórico. Las estaciones de servicio navarras llegaron a comercializar en junio la gasolina 95 a casi 2,2 euros el litro y el diésel a rozando los 2 euros, desembolso que se reducía a 2 euros y 1,8 euros respectivamente aplicando el descuento gubernamental. En comparación, el precio medio del litro de combustible se sitúa actualmente en torno a los 1,58 euros la gasolina y los 1,66 euros el diésel. El mayor coste del gasóleo, que tradicionalmente ha sido menor que la gasolina debido a un tratamiento fiscal más generoso, es consecuencia directa de la guerra en Ucrania, ya que Rusia es uno de los principales proveedores de este combustible. La capacidad de refino en la Unión Europea del gasóleo es insuficiente para atender la gran demanda, lo que ha convertido a Moscú en un importante suministrador. Dado que en febrero comienza el veto a los productos petrolíferos rusos para sancionar la invasión a Ucrania, es previsible que el precio del diésel siga distanciándose cada vez más de la gasolina. A expensas de las imprevisibles fluctuaciones del precio del petróleo en los próximos meses, los automovilistas navarros tendrán que acostumbrarse a convivir con los sustos al acercarse a los surtidores. El sector de las gasolineras se ve obligado a las continuas adaptaciones del negocio por los cambios normativos que implican inversiones con dudoso retorno. ¿Cómo está afectando el fin de la bonificación al negocio? Los precios han repuntado porque había una subida implícita por la propia retirada de la subvención. También tiene que ver en parte con que, cuando entró en vigor la bonificación, también se aplicó un incremento del volumen de biocombustibles en las gasolinas y gasóleos, lo que se manifiesta ahora en una subida del precio por litro. ¿Se han reducido las visitas a las estaciones de servicio? Lo hemos notado mucho en estos primeros días. Justo antes de la Nochevieja se masificaron los desplazamientos hasta las gasolineras para llenar el depósito. Se registró una actividad mayor del doble de lo que es habitual para esa época del año. Como consecuencia y hasta que agoten el combustible, estamos notando un fuerte descenso en las ventas, en torno al 30%. ¿Ha sido muy complicado dejar de descontar la subvención por litro? Sí que ha supuesto un esfuerzo extra, sobre todo en la recta final para realizar la liquidación. A ello se suma la repercusión por la reducción del IVA en determinados productos. ¿Cómo afecta esa reducción a las gasolineras? Todas aquellas que no pertenecen a un gran grupo han tenido que realizar un intenso trabajo de modificación de precios. Hay estaciones que son pequeños supermercados y se han tenido que poner al día tras la nueva normativa del gobierno. ¿Habrá que acostumbrarse a los precios elevados del combustible en los próximos meses? El combustible es un producto de primera necesidad porque lo utilizamos para los desplazamientos cotidianos. Sin embargo, los tributos que se le aplican son propios de un artículo de lujo. El bolsillo de los ciudadanos está cada vez más estrangulado. Las economías familiares están en una situación más difícil por los mayores costos fijos por una inflación que afecta a todo, desde los alimentos a la electricidad y los combustibles. La única esperanza es que el aumento generalizado de precios remita pronto. A lo largo de esta año las gasolineras con más ventas, por encima de los cinco millones de litros vendidos, van a tener que instalar obligatoriamente cargadores eléctricos. ¿Cuántas pueden verse afectadas en Navarra? En la asociación no tenemos los datos de ventas por estaciones de servicio, pero sabemos que han unas cuantas en la Comunidad foral que superan los cinco millones de litros. Por el momento, estamos hablando con el Gobierno de Navarra para desarrollar una red capilar de puntos de recarga. ¿Se utilizan los postes de recarga que hay instalados actualmente? Muy poco. Para quienes los han puesto, es como tener ahí un muerto. El cambio al coche eléctrico está un poco parado. Según lo vemos los empresarios del sector, cuanto más tarde hagamos la instalación, mejores prestaciones tendrá el punto de recarga y menor será su precio porque se están abaratando mucho con el paso del tiempo.

El fin de la bonificación del combustible eleva 11 € el coste de llenar el depósito

Las estaciones de servicio han visto desplomarse la demanda tras el acopio durante los últimos días del año pasado para aprovechar el descuento

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