Embalses en Navarra y sequía: estado la semana del 19 de diciembre
La reserva de agua de Navarra se encuentra al 38,27% de su capacidad

Publicado el 21/12/2022 a las 09:12
Los embalses navarros almacenan actualmente 390 hectómetros cúbicos de agua, dejando la reserva hídrica de la Comunidad foral al 38,27% de su capacidad, un 3,93% más que la semana pasada. Las lluvias del otoño hicieron que, por fin, empezara a incrementarse el agua en los embalses tras meses de sequía, una tendencia que se confirma esta semana.
Según datos del SAIH (Seguimiento Automático de Información Hidrográfica), de los cuatro grandes embalses navarro el que presenta peores cifras sigue siendo el de Yesa, aunque es el que más aumenta su reserva de agua en los últimos siete días. Con 123 hectómetros cúbicos, se encuentra al 27,52% de su capacidad, un 6,71% más que la semana anterior En la misma semana de hace un año, estaba al 51,01% y la media del mismo periodo en los últimos diez años es del 59,02%.
Alloz tiene 20 hectómetros cúbicos de agua embalsada, el 30,30% de su capacidad, un 3,03% más que la semana pasada.
En el caso de Eugi, son 13 hectómetros cúbicos de agua embalsada, el 61,90% de su capacidad, cifras idénticas a las de la semana anterior.
Itoiz acumula 181 hectómetros cúbicos de agua embalsada y está al 43,41% de su capacidad, un 1,92% más que la semana pasada.
LOS EMBALSES NAVARROS, EN 2022
Las lluvias registradas en otoño, estación que termina hoy, hoy vislumbrar un horizonte más esperanzador. Tras meses de sequía, la reserva de agua ha empezado a aumentar y, por ejemplo, Yesa empieza a salir a flote.
Septiembre y octubre dejaron algo de lluvia en varias zonas de la Comunidad foral, pero entonces no fue suficiente para que se incrementara la reserva de agua. De hecho, el mes de octubre fue extremadamente cálido en Navarra.
Si echamos la vista atrás para ver cómo han evolucionado los embalses navarros, al arrancar la primavera estaban al 82% de su capacidad, llegando hasta el 88% a principios de mayo, unos valores habituales en esa época. Pero mayo ya fue un mes extraordinariamente cálido y seco, con apenas una cuarta parte de las precipitaciones esperadas. A final de mes, el agua embalsada ocupaba el 81% de su capacidad.
Junio fue un mes extremadamente caluroso y seco y el almacenaje de agua bajó al 66% a finales de mes. En julio, la tendencia se acentuó. Los embalses perdieron el 16% de su capacidad, pasando del 66% al 50% a final de mes. Cayó la mitad de agua habitual en el norte y apenas el 75% en el sur.
En agosto la situación no mejoró. El día 1 los embalses almacenaban la mitad de la capacidad de sus vasos y el día 31 el volumen había caído 16 puntos, hasta quedarse en el 34%. Las lluvias llegaron en forma de tormentas, pero solo en zonas muy localizadas.
MÁS NOTICIAS SOBRE LOS EMBALSES NAVARROS Y LA SEQUÍA