Juan Carlos Castillo, presidente de la FNMC: “Vienen momentos difíciles si no se logra atajar la inflación”

Los cerca de 20 años dedicado a la vida municipal han certificado a Juan Carlos Castillo Ezpeleta (Peralta, 1975) que el contacto directo con la gente, escuchar sus problemas y demandas es un termómetro real de lo que preocupa a la ciudadanía. Unas inquietudes que ahora pasan, casi en la recta final de una pandemia que alteró la vida diaria y el funcionamiento de casi todo, por los gastos en los suministros energéticos y por problemas de inflación que afectan al bolsillo ciudadano pero también al de las administraciones locales y su actividad. Que se notan en servicios como los sanitarios, sin personal en algunos casos para atenderlos cerca de los domicilios. O en los centros de 0 a 3 años, con las profesionales en huelga y demandando mejores condiciones de trabajo. Temas que, como explica el también alcalde de Peralta desde 2015, “al margen de competencias, pasan por el territorio y hay que abordarlos con apoyos”. Acaban de celebrar los primeros 40 años de la Federación de Municipios y Concejos. Mucho ha cambiado el municipalismo. Realmente sí. No había ley de bases de Régimen Local, que determinó las competencias. Tampoco estaba la ley de Administración Local y hay que poner en valor a aquellos alcaldes, concejales y alguna alcaldesa que tomaron la determinación de crear la federación para tener una voz común y poder trasladar las inquietudes de los ayuntamientos en foros como el Gobierno y el Parlamento, donde nos jugamos parte de nuestra financiación e intereses. La FNMC dio una voz común, ¿cómo sigue? Ha ganado peso. Lo que en principio eran 15 ayuntamientos ahora somos casi todas las entidades locales. Ha habido una gran evolución y da más fuerza a esa voz, que siempre intenta defender nuestros intereses. 40 años y los últimos dos y medio en una situación de pandemia. ¿Ha sido el momento más complicado de los que ha tocado afrontar a las entidades locales? Como ayuntamientos yo diría que ha sido de los más complicados de las últimas dos décadas, que es cuando he estado en el ayuntamiento. La crisis de 2008 fue un momento muy complicado a nivel económico, de empleo y de actividad. Hubo que rehacer mucho los presupuestos porque se cayeron los ingresos. Fue duro, pero fue llegando poco a poco y salimos poco a poco. Ahora la pandemia ha tenido el componente de la protección de la salud, que ha añadido mucha complejidad a la gestión. Y también el de la caída rápida de la actividad económica y está saliendo también rápido, con el alto nivel de inflación y otra serie de problemas que se han añadido, como la guerra de Ucrania, que están disparando, de alguna manera, los presupuestos de las obras que vayamos a hacer ahora y de los costes energéticos. Obras sin licitadores porque los presupuestos no dan, adjudicatarios que desisten aún a riesgo de sanciones, cierres de servicios para reducir gastos. ¿En qué más se nota la situación económica? Se nota en que el crecimiento previsto va a caer en torno a un punto. Muchas obras que por el disparo de los precios, de igual el 25%, van a quedar desiertas. Además, el aumento de los costes energéticos nos va a llevar a desviar parte del presupuesto a hacer frente a esos costes . De algún sitio habrá que quitar y en muchos casos será de las inversiones. Todo esto va a suponer una reducción de la actividad y aumento de desempleo o que se frene su reducción. ¿Afectará a todos los ámbitos entonces? Sí o sí. Porque o se regula la inflación o va a ser difícil seguir abordándolo. Vamos a tener muchos problemas con el tema de costes energéticos porque cada año se hace una previsión de gasto que suele guardar relación con el anterior. Incrementas algo por el tema del IPC y demás, pero en este primer cuatrimestre del año hemos tenido costes en relación al gas y energía que equivalen a todo el año anterior. Y ante esos gastos disparados de la energía, ¿qué se hace? Hay que hacer modificaciones, quitar de otro sitio y hacer frente. También se ha trabajado en la eficiencia energética y se nota, no a nivel presupuestario, pero sí de coste. Y se invierte también en autoconsumo, que eso también va a tener su efecto de reducción del impacto. Pero por mucho que hagamos, el año es corto y va a tener un efecto negativo en el aumento del coste. Y en medio de esta crisis, se trabaja también en la situación de los centros de 0 a 3 años. ¿Cómo cree que va a terminar la huelga y se va a salir de esta situación? Nosotros estamos por favorecer que haya un acuerdo entre Gobierno y plataforma de 0 a 3. Hemos trasladado a los Ayuntamientos la situación actual y a pesar del no acuerdo, les hemos preguntado por la posible aplicación de la última propuesta realizada por el Gobierno. Porque no olvidemos que somos el 24% del coste de la financiación de lo que se está planteando. No hay propuestas conjuntas de Gobierno y Federación, pero creo que si hay avances, por pequeños que sean, hay que valorarlos. Sabiendo que es más difícil negociar con un presupuesto en curso que con uno nuevo. El margen de maniobra es diferente. Lo que está claro es que se va a seguir trabajando y hablando y nosotros seguiremos pidiendo que el ciclo se gestione igual que el segundo ciclo de Infantil y la Primaria. Que el profesorado dependa del Gobierno y nosotros nos hagamos cargo de las infraestructuras y mantenimiento. Es algo que también planteó la plataforma. Y es difícil de resolver en un año, pero en ese sentido lo vamos a trabajar. Sin duda, facilitará si se desconvoca la huelga, dado que la intención es la de seguir trabajando por mejorar la situación. ¿Y cree posible que el ciclo 0 a 3 sea parte del sistema educativo? La ley estatal camina en esa dirección. Da unos años para llegar a ese objetivo. Lo que pediría a los grupos parlamentarios es una visión de futuro en la que se pueda gestionar así. No tiene que ser mañana, pero debe de haber un compromiso serio. También les diría que si hacen propuestas, lo comenten con los ayuntamientos. Porque pueden tener un coste muy elevado y que tengamos problemas para abordarlos. Y más porque no todos los tienen la misma capacidad para llegar a abordar los temas. También tienen sobre la mesa la ley de estabilización del personal. ¿Es otro frente? Igual que en el 0 a 3 hay que mejorar las condiciones de las trabajadoras del ciclo y darle la importancia que tiene, hay que estabilizar plantillas. Más allá de que esta sea la fórmula o pueda ser otra, venimos de ley de racionalización del gasto que nos ha impedido durante años sacar plazas. Es uno de los problemas de la administración, que de la nada pasamos al todo. Pero también tenemos una exigencia de Europa, que obliga a reducir la temporalidad para el acceso a fondos Next Generation. Y hay una obligación hasta moral de no estar, si queremos exigir a los demás, con esta temporalidad. Otra cosa es que con estos plazos que se han dado veremos a ver, porque no todos tienen los medios para poder sacar tanta plaza, compaginar actividad, sacar inversiones... Son un poco ajustados. No va a haber coordinación. Desde fuera no termina de entenderse esta forma de llegar a una plaza fija sin que otras personas puedan optar. Hay un debate legal, evidentemente, sobre el acceso. Pero también hay que poner en la balanza que hay que reducir la temporalidad y hay muchas plazas que tienen que ser fijas. No entro en la forma y habrá que ver en qué termina. También en los municipios se nota la situación sanitaria y que la atención no es igual en cada territorio. Se ha sacado una OPE con plazas vacantes, pero seguimos viendo que en zonas alejadas de los hospitales hay un problema importante y cuesta mucho más cubrir las plazas que otras zonas más cercanas. Al vivir lejos del hospital, hay que hacer hincapié para que se cubran esas plazas. Ya tenemos el problema de estar lejos y nosotros lo que vemos es que hay que crear plazas de difícil cobertura y aplicarlas en sitios ya identificados. Donde cuesta cubrir plazas y donde primero quedan vacantes al haber opciones de traslado. También tienen un número más alto por pacientes y si no se prima y se reconoce ese esfuerzo de ir a ciertas zonas, va a seguir ocurriendo lo mismo. Hay que poner más énfasis en zona más alejadas. La convocatoria ha sido un primer paso y van a cubrir plazas, pero faltan profesionales y hace falta una figura que compense. Y con este panorama, ¿cómo ve el futuro de los ayuntamientos y concejos? Cada vez hay más exigencias y hay que abordarlas y buscar la forma porque para muchas no hay precedentes. Para la digitalización, eficiencia energética, economía circular, el agua, el kilómetro cero y la agricultura ecológica. Son temas para los que hace falta apoyo y asesoramiento, más allá de quién tenga la competencia. El futuro es apasionante por los retos pero con diferentes velocidades porque hay entidades pequeñas y con escasez de recursos a las que dar apoyo para sacar adelante este cambio de modelo por la transición energética, la digitalización... Hará falta apoyo de los gobiernos. Esta semana los incendios han tenido en vilo a servicios y población. ¿Qué análisis hace? En primer lugar agradecer el trabajo del equipo de Interior y de emergencias de Navarra, Bomberos de Navarra y la UME, diferentes cuerpos policiales, de alcaldes y alcaldesas con sus corporaciones y con la ciudadanía para evitar males mayores. Es una catástrofe lo sucedido pero la situación generada es evitable y debemos tomarnos muy en serio los riesgos de actividades permitidas y no. Debemos proteger en primer lugar los cascos urbanos, porque así protegemos a las personas, creando cortafuegos cerca de las viviendas. También se deben exigir medidas para una respuesta rápida. Pero sobre todo debemos tomarnos muy en serio la limpieza y entresaca de los montes para reducir el riesgo de incendio y poder contrarrestarlos. Por otro lado es importante analizar los daños y apoyar a las personas afectadas además de limpiar y favorecer la recuperación de los entornos quemados. Y han empezado a llegar las fiestas, tras dos años suspendidas... ¿cómo tienen que ser ahora? Como quiera la ciudadanía. Pero también sabiendo que fiestas va a haber otros años y no echar el resto por los que no ha habido. Hay que disfrutar de la manera más sana posible ya que podemos festejar. Pero no maltratarse y poner en valor la igualdad. Eso todo el año.

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