Bardenas
El incendio del Vedado de Eguaras ha afectado a 517 hectáreas, 332 de la Reserva Natural
La consejera Gómez ha asegurado que las llamas han dejado "una imagen desoladora en un entorno de especial valor natural, ya que representa un refugio para la fauna y la flora”

- EFE. Pamplona
El incendio declarado la pasada semana en el Vedado de Eguaras ha afectado a una superficie de 517 hectáreas, de las que 332 de ellas corresponden al espacio declarado como Reserva Natural y el resto, a la finca particular del mismo nombre.
De la superficie quemada, que incluye también 14 hectáreas de la Comunidad de Bardenas, 236 hectáreas son de pino carrasco y 140 de rastrojo de cereal.
Los datos los ha facilitado este martes la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, que ha visitado el lugar junto el director general de Medio Ambiente, Pablo Muñoz, y tras el análisis realizado por personal técnico del departamento a partir de las imágenes obtenidas por el satélite Sentinel.
Según la consejera, el incendio deja "una imagen desoladora en un entorno de especial valor natural, ya que representa un refugio para la fauna y la flora en un entorno muy humanizado”.
Gómez ha anunciado que se está trabajando en un análisis para la implantar medidas concretas que puedan reducir el riesgo de este tipo de incendios, unas medidas que "serán consensuadas con los sectores implicados y los respectivos órganos consultivos, el Consejo Agrario y el Consejo Navarro de Medio Ambiente”.
Ha valorado además “el buen trabajo y coordinación de bomberos, personal técnico, guardas de Medio Ambiente y personal de la Comunidad de Bardenas que han intervenido en las labores de extinción del incendio”.
Por su parte el director general de Medio Ambiente ha indicado que “ahora hay que esperar a la evolución natural de la vegetación para comprobar el grado de afección del fuego a la misma" ya que "se trata de una zona semiárida de Navarra, en la que la capacidad de regeneración natural está más comprometida”.
Dentro de la superficie que ha recorrido el fuego, la vegetación natural se ha visto afectada con diferentes grados de intensidad.
Así existen zonas de pinar totalmente calcinadas y otras en las que tras el paso del fuego las copas se han mantenido en mayor o menor medida, y habrá que observar su evolución en los próximos meses.
En el caso del matorral mediterráneo la afección es más intensa, pero, al tratarse de especies con gran capacidad de rebrote, se espera una repuesta rápida de recuperación.
En cualquier caso, al ser la Reserva Natural un refugio para la fauna en un entorno muy humanizado, su capacidad de acogida se ha visto afectada y se espera que mamíferos como jabalíes, corzos y zorros que huyeron del incendio hagan un retorno paulatino conforme la vegetación natural de matorral y pinar se vaya recuperando.
En cuanto a la afección a las aves rapaces se cree, gracias a los datos trasladados por la Comunidad de Bardenas procedentes de sus proyectos de investigación, que no se han visto afectados ni pollos de buitre leonado ni alimoche, que han sido seguidos por satélite.
Desde que el fuego se dio por controlado, el servicio de Bomberos Navarra ha mantenido un dispositivo de vigilancia que se ha levantado después de que durante toda la jornada de ayer lunes no se observara humo en el interior del área afectada, y el puesto de mando avanzado desde el que se ha coordinado el trabajo regresó a primeras horas de la noche a su base en el parque de Cordovilla.
En todo caso un retén de bomberos del parque de Tudela con un camión autobomba continuará vigilando la zona porque circunstancias como el suelo caliente, las temperaturas relativamente elevadas y la escasísima humedad favorecen el riesgo de que se reaviven brasas y tocones en el interior del perímetro incendiado, aunque prácticamente se descarta la probabilidad de que pudieran propagarse fuera del mismo.
Las labores de extinción se han visto dificultadas por las adversas condiciones meteorológicas, con temperaturas muy elevadas, fuertes rachas de viento y bajos niveles de humedad, lo que se traducía en una vegetación reseca que ardía con facilidad y propensa al rebrote de las llamas a partir de las brasas y puntos calientes.
Por eso desde el primer momento trabajó en el lugar un importante dispositivo de bomberos con apoyo aéreo para tratar de evitar los daños en un espacio de gran importancia medioambiental.
En concreto han tomado parte en las labores de extinción brigadas forestales y bomberos de los parques de Tudela, Lodosa, Tafalla, Peralta, Sangüesa y Cordovilla, además de la BHIF, la totalidad de los medios aéreos de que dispone el Gobierno de Navarra, los solicitados al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el a poyo de efectivos del parque de Ejea de los Caballeros (Zaragoza).
Un bulldozer y tractores aportados por vecinos de Valtierra y otros pueblos de la zona han trabajado también en tareas de desbroce y cortafuegos, mientras voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil de Tudela se han ocupado del avituallamiento de los integrantes del dispositivo, del que también han formado parte la Policía Foral y Policía Municipal de Valtierra.