Sangüesa y Merindad
La banda ancha llegará al Pirineo en 2024 y a toda Navarra en 2030
Burgui acogió el IV Encuentro Txantxalan, centrado en la conexión a internet como elemento clave para el desarrollo
- R.M. Burgui
“Frente a la despoblación, conexión”. Fue una de las frases que a modo de lema lanzó el pasado 25 de enero Guzmán Garmendia, director general de Transformación Digital del Gobierno de Navarra, durante el IV encuentro Txantxalan de Burgui, en Roncal, un evento anual que busca revitalizar el Pirineo navarro frente a la progresiva despoblación de la zona. Garmendia se comprometió a que la banda ancha (con una velocidad mínima de 30 megabytes por segundo) sea una realidad en el Pirineo en 2024, y que se extienda a todos los rincones de Navarra para el año 2030. El acto está impulsado por el colectivo Txantxalan en colaboración con Aizpea, del ayuntamiento de Burgui.
Bajo el lema El Pirineo no se apaga, sólo estamos fuera de cobertura, este IV encuentro reunió ayer en el ayuntamiento de Burgui a representantes del Ejecutivo foral, agentes locales y colectivos sociales, que mostraron una situación actual sombría en el Pirineo navarro. También se conocieron varios casos de emprendimiento con éxito en pueblos aragoneses limítrofes con la Comunidad foral, o el ejemplo de Armentia, donde con una pequeña inversión de 400 euros han logrado llevar internet a 100 Mgps con un coste de 10 euros mensuales por cada uno de sus apenas 70 habitantes.
Frente a esta situación, en el otro extremo, el caso sangrante de Karin Hübner, que desde hace 9 años regenta el refugio Bitxitoza, en Roncal, a unos 6 kilómetros del de Belagua y donde no sólo no llega internet, sino que el local carece de cobertura telefónica en un radio de casi dos kilómetros. Hübner afrontaba ayer la situación con humor estoico -“la gente viene realmente a desconectar”, apuntó-, pero advertía de los problemas derivados de esa desconexión ante situaciones de emergencia o en su quehacer diario. “La mayoría de clientes ya sabe que tiene que reservar por lo menos con un día de adelanto”, explicó.
“Sin paños calientes. La conectividad está mal en el valle de Roncal. Hay posibilidad de mejora y en ello estamos”, aseguró Guzmán Garmendia durante su intervención, que abrió el acto. “Uno de los retos es cambiar en esta zona el cobre por hilo de fibra para mejorar la conexión. En este momento no se cumplen los mínimos requeridos por Europa, de 30 megas por segundo. El objetivo es poder llegar a ello en 2024 y para 2030 lograr una Navarra en igualdad digital, sin brecha digital, porque consideramos que Internet es una herramienta clave para luchar contra la despoblación”, añadió.
Rubén Goñi, director de Proyectos Estratégicos del Gobierno de Navarra, insistió en esa situación de déficit y anunció la puesta en marcha durante este 2020 de un equipo de participación territorial que involucre al Ejecutivo, al Parlamento y la Mesa del Pirineo. Todo ello con el objetivo de lograr “una conexión humana, territorial y digital”, aseguró.
Tras la intervención de los dos representantes del Ejecutivo, tomó la palabra Joseba Martínez, concejal del valle de Erro, quien explicó la evolución de la instalación de alta velocidad desde que en 2017 se puso en marcha el Plan de Banda Ancha. “Nos pedían una inversión de 20.000 euros en una localidad como Espinal. La mayoría apostamos por ello para no dejar a ningún pueblo colgado”, aseguró. Finalmente, optaron por trabajar con el asesoramiento de la fundación catalana Guifi net, que les planteó crear una red de banda ancha pública sin la presencia de intermediarios.
Karin Hübner, Bitxitoza: “Me quedé sin conexión hace siete años”
El caso de Karin Hübner, que regenta Roncal el refugio Bitxitoza, es de hostelería natural radical. No tiene electricidad -utiliza un generador- ni conducción de fecales -tiene una fosa séptica-. Su local, a unos 6 kilómetros del refugio de Belagua lleva en funcionamiento desde hace nueve años. Durante los dos primeros años, tenía conexión a internet gracias a la antena del próximo refugio militar. “Me quedé sin conexión hace siete años”, dijo. Ahora no tiene cobertura telefónica en un radio de casi 2 km.Diego Quesada, Senderos de Teja: “Tenemos mejor internet que en la ciudad”
La localidad aragonesa de Artieda, en la provincia de Zaragoza y con 67 habitantes, se demostró ayer como un ejemplo de buen hacer. “Tenemos mejor conexión a internet que en muchas ciudades. Trabajamos desde la investigación, la acción y la participación”, aseguró Diego Quesada, programador informático que logró llevar la banda ancha -con 100 megabytes por segundo simétricos-, con una inversión de apenas 400 euros y que les ha permitido poner en marcha varios proyectos digitales.Pilar López, Bienpensar: “Si no tengo conexión un día no puedo trabajar”
Desde la localidad de Ansó, a escasos 6 kilómetros de la muga con Navarra, la psicopedagoga zaragozana Pilar López puso en marcha el proyecto Bienpensar, una iniciativa de terapia centrada en la inteligencia emocional. Para su trabajo, la conexión a internet es vital. “Sin ella no puedo trabajar. Algunas terapias tengo que hacerlas por vídeo conferencia”, explicó ayer. Nacida en la capital aragonesa, apostó por el Pirineo, por Ansó, donde tiene raíces familiares, para lanzar su iniciativa con la que lleva seis años.
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