ME QUEDO EN EL PUEBLO
Actualizada 07/05/2018 a las 08:08
Con billete de vuelta a Garaioa
“Si un día tenía hijos quería que vivieran la infancia que tuve yo”. La frase apuntala el discurso de Maite Maisterra, que dejó un trabajo en Pamplona para coger el restaurante de su pueblo.
Irene ríe pizpireta, con sus ojos negros y flores de primavera en la mano, juega en la iglesia de Roncesvalles, junto a la virgen de Orreaga, a donde su familia ha ido en romería con los nueve pueblos del valle de Aezkoa. Irene, 18 meses, es la única niña en Garaioa, la primera en muchos años. “Creo que la siguiente más joven soy yo”, apunta su madre, Maite Maisterra Anchorena. De 32 años, nació en Garaioa, estudió en Pamplona y trabajó en una aseguradora hasta que hace seis años “salió la oport
Etiquetas
Comentarios
Te recomendamos que antes de comentar, leas las normas de participación de Diario de Navarra