Numismática
Estas son las monedas de 1 euro más valiosas en las subastas
Alcanzan su mayor valor si están en perfecto estado de conservación

Publicado el 10/02/2023 a las 08:58
Las monedas circulantes no suelen estar muy cotizadas en las subastas debido a las grandes emisiones que hacen de ellas las correspondientes fábricas de moneda, pero hay algunas que, por tener algún fallo en la acuñación o porque son ediciones raras o poco comunes pueden aumentar su valor y ofrecer un valor muy superior. Si hace unos días rebuscábamos en la cartera una moneda de 2 euros que se acuñó con motivo del décimo aniversario de la Unión Económica y Monetaria y que ha multiplicado su valor, en esta ocasión vamos dar las pistas para identificar monedas de 1 euro con las que también se puede obtener un dinero extra en el mercado numismático.
Como siempre y hablando de monedas, el valor de la pieza aumentará en función del grado de conservación, cuanto más nueva, más dinero se puede pedir por ella.

La moneda más valiosa de 1 euro es una pieza acuñada en Mónaco en 2007. Muestra el rostro del príncipe Alberto II y el aumento de su valor se debe a un fallo en la acuñación: la moneda no tiene marcas en los lados. Fue retirada de circulación y apenas quedan unos 2.000 ejemplares, por lo que en las subastas llegan a pagar por ella 360 euros.

Otra moneda de euro emitida por la Fábrica de Moneda de Portugal en 2008 también supera los 100 euros en las subastas debido a que en el mapa de la UE faltan Bulgaria y Rumanía, que habían adherido a la Unión en 2007, un año antes a la emisión de la moneda.

También rondando los 100 euros en las subastas figura la moneda de 1 euro emitida por Mónaco en el 2009. Luce el rostro de Alberto II y el valor de la pieza se debe a las pocas unidades que se acuñaron.

Finalmente, hay dos monedas acuñadas por el Vaticano que salen en esta lista de monedas de 1 euros valiosas. La primera fue acuñada en el año 2002 y muestra el rostro del papa Juan Pablo II. En las subastas alcanza los 90 euros.

La segunda moneda, con la que se pueden conseguir unos 50 euros, es una pieza emitida en 2006 tras el nombramiento de Benedicto XVI como papa. Presenta el rostro del pontífice en una de sus caras y es fácil que, tras su fallecimiento, esta moneda aumente su precio en los próximos años.