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La crónica

A Osasuna no le da

Los rojillos fueron valientes para apretar a un Madrid que llegó más fresco al final

Ampliar Osasuna - Real Madrid
Moncayola derriba a Vinicius en uno de los avances del brasileño en El SadarGOÑI/URDÍROZ
Actualizado el 19/02/2023 a las 01:14
A Osasuna le resultó imposible mantenerse en pie contra un Real Madrid especialista en madurar los partidos. A ese tramo decisivo, con todo por resolver, los rojillos llegaron jadeando con la lengua fuera y sin concierto en la toma de decisiones, después de haber competido sin complejos siendo valientes. Su capacidad de resistencia tuvo un límite, hasta que finalmente se vino abajo. La noche dio para todo. Para ver a un Osasuna con personalidad que le jugó al campeón mirándole a los ojos y para ver a ese posterior Osasuna que se convirtió en frágil mientras su rival aceleraba.
No le dio al equipo de Arrasate, que ya ha vivido experiencias parecidas cuando se ha enfrentado a las escuadras más poderosas. El Sadar soñaba con una fiesta. La imagen que ofrecía su equipo invitaba a pensar que el partido se rompería hacia su lado, toda vez que Sergio Herrera parecía infranqueable cuando Vinicius chocaba contra él en los aislados desajustes que se producían.
Bajo esa incertidumbre que siempre desprendía el marcador, a Osasuna nunca le entró la tentación de retroceder un paso para mantener el punto. Siempre buscó inquietar a un Real Madrid que sufrió en Pamplona en la primera y segunda parte, pero sin que se diera ese golpe certero que inclinara el campo a su favor.
Los de Ancelotti entraron más frescos al último cuarto de hora. De músculo y de cabeza. Osasuna se quedó descompuesto. Valverde dio la primera bofetada al culminar llegando desde atrás una de las numerosas acciones que intentó Vinicius. El foco del incendio estaba en una pérdida de balón, al igual que en el 0-2 cuando Asensio sentenciaba en el descuento. Los rojillos ya no daban más de sí. Llevaban unos minutos emitiendo señales negativas.
CON PERSONALIDAD
Arrasate había montado un plan para contener a la gran amenaza brasileña. Con Vinicius se emparejó Moncayola, que contaría con la ayuda de Unai García en su regreso al once. El encuentro había comenzado con el susto de una indecisión del ayer lateral derecho que enmendó Sergio Herrera, de nuevo en El Sadar, en el primero de los tres mano a mano que le sacó al controvertido atacante.
Osasuna había conseguido equilibrar las fuerzas en una primera parte interesante. Presión y criterio. Moi y Modric eran los motores de cada bando. Las posesiones se repartían. El Real Madrid no conseguía profundizar. Cargaba sobre su izquierda sin éxito, sumando las piernas de Alaba a las de Vinicius. Tampoco había por donde pasar en el perfil de Abde, incapaz ante Nacho. Osasuna llegaba a asociarse desde su campo. Jugaba de tú a tú. Torró arrastraba una amarilla desde el minuto 4, pero no le ralentizó para crecerse en la parcela ancha y llegar por sorpresa a zonas de remate. Al cuarto de hora, no pudo rematar a bocajarro porque Budimir no se percató que estaba en mejor posición. Era el partido de la igualdad. El ariete croata mantenía un duelo cerrado con Rüdiger, sin que pudiera afinar un disparo con la izquierda que enganchó antes del intermedio.
La noche se encendió en lo poco que quedaba por jugar hasta el descanso. El foco alumbró a Vinicius, que había llegado a Pamplona envuelto en un caldo de cultivo que resulta lamentablemente imparable a estas alturas. Moncayola había visto amarilla por derribarle en una carrera en el centro del campo. Protestaba El Sadar, que pasó a la bronca cuando el brasileño se las tuvo con Moi Gómez, poco habitual en esta clase de roces. Munuera amonestó a los dos después de juntar sus frentes y una falta, la segunda en poco tiempo, que recibió el rojillo. La primera parte acababa con Ancelotti pidiendo explicaciones al colegiado en una estampa desagradable que emuló a la de Gerard Piqué en el día de su retirada. La mecha se había prendido con una dirección arbitral que la grada no entendió.
Descendió la tensión en la segunda parte, no las ganas de Osasuna de irse a por el triunfo. Rodrygo había pasado inadvertido pero avisó con un disparo que llevaba veneno a pase de Ceballos, otro que parecía que no estaba. El punta que eligió Ancelotti para suplir a Benzema volvería a probar fortuna después. El Madrid pisaba fuerte. Vinicius limpió de su camino a Moncayola y de nuevo se quedó ante Sergio Herrera, que aguantó el tipo con frialdad para sacar el pie a tiempo.
Osasuna respondía. Budimir, que antes había intentado un remate de tacón, dejaba de cara para un disparo flojo de Rubén García. Moi Gómez levantó después a El Sadar con un disparo seco y raso que repelió el palo. Él mismo se buscó el espacio para un latigazo que pudo cambiar el partido. Otro misil de Moncayola puso en aprietos a Courtois, cuando el de Garínoain ya jugaba como interior derecho por la lesión de Rubén y había saltado Diego Moreno. Eran los mejores momentos de Osasuna, que pasó en poco tiempo de la agitación a las tinieblas. Unai García gestionó mal su ventaja con Vinicius y Herrera se convertía en el salvador de la noche por tercera vez al salir airoso en el duelo.
Los fallos afloraban en ese contexto de intensidad desigual entre las dos escuadras. Una pérdida de balón de Abde originó el 0-1. Montó el ataque el Madrid para volcar la acción de nuevo en su banda izquierda, ya sin esa concentración defensiva navarra de antes. Osasuna se quedó contemplativo y concediendo demasiado. Valverde apretó el gatillo a placer ante el estatismo rival.
Arrasate agotó la bala de la doble punta sin que nada surtiera efecto. Nunca se dio la sensación de estar cerca del empate en lo que quedaba. El Real Madrid seguía aprovechando los fallos. El VAR anuló por fuera de juego un gol de Vinicius a pase del joven Álvaro Rodríguez. Pero esa bola extra no llevó a nada. En otra pérdida de Unai, el propio delantero recién entrado serviría a Marco Asensio el gol de un partido que ya de por sí estaba sentenciado.

OSASUNA: Sergio Herrera; Moncayola, Unai García, David García, Manu Sánchez; Lucas Torró (Kiko Barja, min. 85); Rubén García (Diego Moreno, min. 63), Darko (Aimar, min. 71), Moi Gómez, Abde (Kike García, min. 85); y Budimir.
REAL MADRID: Courtois; Nacho (Carvajal, min. 76), Militao, Rüdiger, Alaba, Modric, Camavinga, Ceballos (Asensio, min. 65); Valverde, Rodrygo (Álvaro, min. 86) y Vinicius.
GOLES: 0-1: min. 78, Valverde. 0-2: min. 91, Asensio.
ÁRBITRO: Munuera Montero (Comité Andaluz). Osasuna amonestó a Torró, Moncayola y Moi Gómez. Por parte visitante, a Vinicius y Nacho.
INCIDENCIAS: El Sadar, ante 21.668 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por los fallecidos en el terremoto de Turquía y Siria.

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