Nacho Monreal está bajo la sombra del futbolista lesionado que no se termina de recuperar.
La rodilla derecha tiene la culpa. El lateral formado en Tajonar no se calza las botas desde el 22 de mayo. Nueve meses de travesía en el desierto y sigue sin fecha de vuelta. Este domingo volverá a ver un partido de sus compañeros desde la grada.
La última vez que se vistió de corto no fue una fecha cualquiera. Era en
El Sadar para dar carpetazo a la temporada anterior, con
Osasuna navegando en la tranquilidad de la salvación y la
Real Sociedad celebrando su pase a la Europa League.
El defensa de Esquíroz no ha podido jugar ningún minuto en lo que va de curso. Desde hace escasos días, realiza trabajo con el grupo, señal de que puede estar viendo la luz al final del túnel, pero falta por comprobar cómo responderá ante la alta exigencia que requiere la competición.
LAS LÁGRIMAS AL GANAR LA COPA DEL REY
Aquella tarde de primavera en Pamplona, Monreal disputaba todo el encuentro contra sus excompañeros. El gol de Isak en los últimos minutos era celebrado a pleno grito por el bloque txuriurdin en un estadio sin aficionados, la última vez sin público.
Parecía que todo discurría dentro de la normalidad. La rodilla le había dado guerra durante un mes en la segunda vuelta. Su concurso en la final de la Copa de abril estuvo en el aire. Finalmente, jugó y ayudó a levantar el título contra el
Athletic.
Su emoción estaba justificada. “Lloré por un cúmulo de todo. Llevaba un mes con un problema en la rodilla, en un momento puntual estuve descartado para jugar la final, porque pensábamos que no me iba a recuperar, pero al final lo logré, aunque no fuese al cien por cien, y gané mi primer título en España con una Real, club humilde y familiar, lo que supone una gran alegría para toda la afición”, confesaba el navarro.
La pretemporada reavivó ese dolor en la rodilla. Se optó en primer lugar por un tratamiento conservador con infiltraciones. Se ponía una fecha en el horizonte para volver: septiembre. No resultó posible. El día 15 de ese mes, era sometido una artroscopia. La operación corrió a cargo del doctor Mikel Sánchez para solucionar, según la Real Sociedad, las “molestias que le impiden entrenar con normalidad y competir”.
El contador se puso a cero. Era cuestión de parar para regresar en condiciones. Los medios de comunicación locales manejaban como previsión su regreso a la dinámica de grupo a finales de enero. Tampoco fue posible. Esta semana sí ha hecho ejercicios con sus compañeros. Está a tiempo de poder ayudar en la recta final de la temporada. Es su deseo, pero la rodilla dictará sentencia.
ACABA CONTRATO EN JUNIO
En este contexto complicado por su lesión, Nacho Monreal celebraba este sábado su 36 cumpleaños. “Happy birthday, La Cabra”, era el mensaje que difundió en Twitter la cuenta oficial del Arsenal (18,7 millones de seguidores) acordándose, con su apodo incluido, de un futbolista que dejó su sello en las nueve temporadas que jugó en la Premier League. Ganó seis títulos.
Pendiente de cuándo podrá volver a los terrenos de juego, hay otra cuestión igualmente marcada por la incertidumbre. El canterano rojillo termina contrato con la Real Sociedad en junio.
Es su tercera temporada en San Sebastián después de salir libre de las islas británicas. Ese verano de 2019, Osasuna llegó a preguntar por su situación, pero se vio imposible su contratación por la fuerte inversión que requería su llegada. Con la camiseta de la Real, jugó 34 partidos en cada una de las dos primeras temporadas. En ese tiempo demostró su potencial para fortalecer a un bloque crecía de la mano de Imanol Alguacil. Renovó en marzo hasta 2022 con otro año opcional, pero ahora mismo se ve con interrogantes su continuidad.
Lejos queda su etapa en Osasuna después del periodo de formación en Tajonar. Estuvo cinco temporadas en el primer equipo. Debutó hace casi 16 años en aquel memorable partido de Liga de Campeones en Hamburgo y se despidió en 2011 con el traspaso al Málaga por 6 millones, la habitual venta que hacía el club para que sus cuentas siguieran respirando.
MERINO REGRESA A LA LISTA
“Si por él fuera, saldría en silla de ruedas, pero, por desgracia, lo primero es la salud. No puede jugar un partido en las condiciones en que está”. Eran las palabras de Imanol Alguacil en la previa del choque europeo contra el Leipzig lamentando la ausencia de Mikel Merino. El exrojillo sufría una conmoción cerebral en la anterior jornada en San Mamés tras un choque con Vesga. Debían pasar las horas del reloj. Para esta tarde, está en la convocatoria. Será su quinto duelo contra Osasuna.