Descubre a Mikel Merino, más allá del fútbol

Le gusta mucho el baloncesto, ¿qué pasiones tiene aparte del fútbol? El baloncesto es mi deporte favorito junto al fútbol. Me encanta la NBA, jugar, verlo, entender el juego... Es mi pasión y también me gusta hacer cualquier deporte. ¿Cómo es la vida en Inglaterra? Es distinto, cada sitio tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. El buen tiempo no lo echo de menos porque es parecido a Pamplona (bromea) pero sí que es verdad que allí llueve bastante y oscurece muy pronto. El clima de Inglaterra es lo que tiene. Las personas son muy amables, siempre me ayudan y la ciudad está muy bien, estoy muy a gusto. ¿Qué ha hecho Mikel Merino desde que debutó en Osasuna? Cuando estaba en Pamplona me dedicaba a estudiar. Estaba en casa, estaba con mis amigos. Cuando me fui a Dortmund ya cambió la cosa. Fue la primera toma de contacto de convivir yo solo, estuve con dos amigos. Era distinto, tenía que limpiar, cocinar. ¿Y qué tal se le da? Bien, bien. Me apaño. Soy un chico limpio, ordenado. Por si lo lee mi madre (ríe). En Inglaterra he perfeccionado el inglés, he visto películas y series. He aprendido a cocinar porque este año he estado yo solo. Me ha tocado cocinar, Youtube me ha ayudado. ¿Qué plato le serviría a un amigo? Tampoco soy de ‘masterchef’... Pero unas verduras con un poco de pescado, puré de patata y me gusta mucho acompañarlo con arroz. Es sencillo y rico, aunque suene mal que lo diga yo. ¿En qué punto dejó sus estudios? Cuando subí al primer equipo estuve en el Promesas entrenando a las mañanas y estudiando Segundo de bachiller. Fue complicado porque no pude ir a clase. Los profesores se portaron muy bien conmigo, simplemente con hacer los exámenes me valía. Mi madre me ayudó y lo saqué, bachiller y selectividad. Subí al primer equipo y decidí que iba a ser un año importante para mí. Empecé un grado superior, pero no podía faltar a clase. ¿Qué carrera hubiera estudiado? INEF me gustaba, Fisioterapia o Periodismo también. Empecé el carné de entrenador, porque después tenías la opción de ir a INEF. Lo hice un año y me fui a Alemania. Ya que cita el periodismo. ¿Cómo ve la relación de la prensa con los jugadores? Si eres futbolista estás muy expuesto a lo que la gente piense de ti o diga de ti. No es fácil convivir con eso. Por suerte he tenido a mi padre que es un ejemplo, tengo una forma de comportarme con eso. Es complicado el estar expuesto, hay que tener cuidado con todo lo que haces porque a la mínima cosa que hagas que no es acorde a lo que tienes que hacer la gente va a hablar de ti, te va a criticar lo que haces. Tienen que vigilar cualquier palabra. Sí, tienes que tener cuidado. Yo entiendo a los futbolistas que a veces no quieren hablar con la prensa. Igual personalmente no se sienten capaces de sobreponerse a las críticas y como digan algo que no está acorde con el guión, la gente se les va a echar encima. ¿Por qué le atraía el periodismo? Me gusta transmitir a la gente lo que pienso, la forma que tengo de ver las cosas e interesarme por lo que hace la gente y entender el por qué de ciertas cosas de los demás. Me parece que es una responsabilidad muy grande ser periodista y transmitir lo que tú quieras. La gente que lee el periódico se va a creer o no lo que uno ponga. Influyes mucho en la gente, me llamaba la atención. ¿Qué opina del periodismo deportivo que hay en España? Es una farándula, lo que la gente busca es polémica, es vender periódicos, tu marca, tu imagen, tergiversar palabras, poner frases fuera de contexto para que la gente diga: “aquí hay morbo”, y se meta a verlo. Ese es el periodismo que no me gusta y por el que los futbolistas se esconden. El periodismo podría estar mejor, entiendo que se lleven mal con los futbolistas, tienes una guerra. ¿Cree que hay mala relación? Depende en qué casos, sí. En Pamplona no, desde luego, las personas somos muy sanas y los periodistas se portan bien con los jugadores y al revés también. Pero el futbolista siempre ve al periodista con recelo. Está mal generalizar, pero el periodismo es lo que ha sembrado y algunos pagan justos por pecadores. Hay periodistas que no reciben las respuestas que se merecerían por lo que han hecho los demás. Es algo que debería cambiar y que lamentablemente es así. Viendo cómo va encaminado el periodismo y el mundo del fútbol parece que va a peor. ¿Qué ha aprendido estando fuera de casa? Estar fuera me ha dado mucha madurez. Separarme de mis padres y de mi familia y tener que hacer las cosas por mí mismo me ha ayudado mucho. He aprendido que el mundo del fútbol es muy volátil, no hay nada sencillo. Es más complicado de lo que pensaba. Hay veces que no tienes lo que te mereces, hay otras que sí. Por su personalidad tan sencilla y cercana, ¿se siente un extraño en el fútbol de élite? Lo normal parece que es raro. Es complicado ver personas, aunque en Osasuna tenemos la suerte de que muchos jugadores son gente normal con la que puedes hablar por la calle. Es lo que me han educado mis padres y lo que entiendo yo también. Por jugar a fútbol no eres una estrella, ni más que nadie. Intento ir con esa filosofía de por vida y estoy seguro que en el momento que cambie estarán mis seres cercanos para darme una colleja y mandarme por el buen camino. Habla mucho de la educación que le han dado sus padres. Mis padres han formado una parte importante como persona y futbolísticamente, se lo debo a ellos. Soy lo que soy gracias a ellos. También mis amigos son gente cercana, es importante tener siempre un buen entorno. ¿Qué le parece la globalización en el mercado del fútbol? Es muy grande y mueve a muchas personas y medios. Se mueve tanto dinero que al final es la prioridad para la gente, no es la pasión del fútbol por el fútbol, de lo bonito que es meter un gol o celebrar algo, sino el hecho de televisarlo y tú seas el que más telespectadores tiene y más dinero haga. El fútbol funciona así ahora y yo soy parte de ello. ¿Se siente un producto como futbolista? Si lo miras objetivamente sí que somos un producto. Con nosotros por así decirlo trafican. Se compra y se vende. Dependiendo en qué situación esté inviertes o no en él. Somos un producto y tampoco es tan grave. No estoy preocupado por ello, juego a fútbol, hago lo que me gusta y estoy muy contento con mi profesión. ¿Cómo lleva ser un personaje público? Lo llevo bien porque he vivido con mi padre siendo futbolista y sé comportarme en esa situación. No me molesta que me pidan fotos, pero a veces sí que tiene su lado negativo. Estás expuesto a que no puedas hacer ninguna locura con tus amigos porque como te pillen eres un ejemplo a seguir. Soy un privilegiado por hacer lo que hago y te sientes bien cuando la gente valora lo que haces.

Descubre a Mikel Merino, más allá del fútbol

Le apasiona el deporte, especialmente el baloncesto, y siempre le ha interesado el periodismo. Merino habla más allá de lo futbolístico

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