Música
Chica Sobresalto: "El hogar no es el lugar que habitas sino el instante que vives"
Chica Sobresalto ha publicado este viernes 12 de mayo su nuevo disco, 'El oráculo', y lo presenta mañana a las 21.00 h. en la sala Totem

Actualizado el 12/05/2023 a las 19:26
La burladesa Maialen Gurbindo ‘Chica Sobresalto’, nominada a los Premios MIN 2023 de la crítica musical en la categoría de 'Mejor Artista Emergente’, lanzó hace unas semanas el single 'El Hogar', la nueva carta de tercer larga duración que se titula el 'Oráculo' y que salió a la venta este viernes 12 de mayo. El disco vendió en sus primeras 24 horas de preventa más de 500 ejemplares.
Con 'El Hogar', Chica Sobresalto se ha abierto al mundo para invitarnos a descubrir las pequeñas cosas que le hacen feliz cada día y que quizá por eso precisamente, no sean tan pequeñas. Producida por Santos & Fluren, (de Los Planetas) 'El Hogar' podría resumir el concepto de este nuevo álbum e incluso los últimos años de la vida de Chica Sobresalto, desde que empezó a vivir en Madrid. Chica Sobresalto comienza ahora su gira 'Poquita Cosa' con un concierto este sábado 13 a las 21.00 h. en la sala Totem de Villava. Una gira con conciertos llenos de contrastes en los que quiere dar un paso hacia la luz y despojarse de parte del melodrama que le acompañó en su anterior gira. Va con sus amigos músicos que están con ella desde el principio, Gorka Cia (guitarra y sintetizadores), Marta Irizibar (piano y coros), Ander Arlegui (bajo y sintetizadores) y Aritz Legarrea (batería).
Ha comentado que “El hogar no es el lugar que habitas sino el instante que vives”. ¿Así se siente en este momento?
Es una mezcla de desengaño con la vida pero también del descubrimiento y la seguridad de que mi hogar estará siempre donde yo esté. Desde que salí de OT y ya me fui de mi querida Iruña —que ahora ya no la siento tanto como “casa”— me he tirado todo este tiempo intentando reubicar mi familia, mi entorno, etc. Y me he vuelto muy loca en la búsqueda. Hasta que me he dado cuenta que el hogar no es el lugar que habitas, sino que en cada momento que vives es aquello que está en ti. Y todo nuevo disco está en su concepto guiado por esa frase.
¿‘Oráculo’ no es un disco sólo de desengaños sino también de conquistas y empoderamiento vital?
Así ha sido. Con la canción ‘La Torre’ he querido tirar absolutamente todo, no sólo lo físico como el hogar, la ciudad, la forma de vida… sino yo misma. La canción ‘La estrella’ es como la vuelta atrás con la niñez para reconectar, tirar y reconstruir… De cada golpe contra la pared, de ver que las cosas no eran como las pensaba, he ido sacando una canción. No sólo ha sido una hermosa experiencia sino que además me ha ayudado a darme cuenta de que “me he hecho mayor, adulta” en estos tres últimos años. Y siento que hasta entonces la vida había sido como una simulación.
¿Ha sido muy duro emocionalmente?
En ese hacerme adulta he vivido tres años de constantes subes y bajas. Pero también me he dado cuenta de que no tengo que dejar de lado ni a la niña ni a la adolescente por los desengaños que me han hecho más fría o más calculadora ante la supervivencia. En Pamplona siempre me había valido por mí misma, pero ciertamente también estaba muy “resguardada” y ha sido afuera cuando me he dado el golpe y me he dado cuenta de muchas cosas.

¿Ni renuncia al abrazo?
Para nada. Me tengo que rozar. Uno de los aprendizajes ha sido que una cosa no está reñida con la otra.
Ha comentado que “Madrid me trató regulín”…
Tenía a Madrid en una esfera muy romántica. Y al llegar acabé en un piso de mala muerte. No me dejaban meter al perro en ningún sitio. Me costó un montón hacer amigos. Las relaciones son muy volátiles. Me pusieron 27.000 multas. Me burlaron una fianza… Yo con un coche que me dejaron Alen y Bea, con el perro, la maleta y sin un duro. Y fueron muchas cosas que chocaron frontalmente con las vivencias que tenía hasta ese momento. Llegó un “no puedo más”…
¿Y ahora está mejor?
Me mudé a Alcalá de Henares. Recibí clases de piano y me encerré en casa como una loca para componer canciones. Hasta ese momento había vivido tantos estímulos que era imposible. Además tenía muy viciado sacar canciones sólo con la guitarra. Me estaba volviendo loca. Gracias a ir a un lugar más cercano a la naturaleza —con ella siento mucho arraigo—, gracias al piano y a salir de mi zona de confort empecé a construir el disco, con la cabeza más tranquila.
Y ahora dice que ya no cocina para todo el mundo…
Soy muy complaciente. Esa necesidad de que me necesiten para sentirme válida me ha llevado a meterme en follones con personas que yo no podía sostener. Y cuando he huido y he salido corriendo ha llegado el follón. He aprendido a relacionarme sin tener esa necesidad. Y ya no cocino para todo el mundo.
¿Y a decir que no?
Hay una canción en el disco que habla solo de eso. Y de que se puede aprender a cocinar para una misma sin que nadie te tenga que decir que está rico.
La letra de una de sus canciones trata el tema de vender el alma al diablo…
Es una metáfora… y no lo es. Ir a la tele y pasar por ciertos filtros que te tenido que pesar me ha hecho sentir en algunos momentos que he vendido mi alma al diablo. Ahora ya no lo siento así. Me lo repitieron mucho y me hizo mucho daño. Y creo que no. Que sigo siendo yo. Hago lo que puedo. Diego del grupo 21 dice que en la vida basta con aprobar. Y eso hago.
Sigue siendo dueña de su destino y su música…
Si. Si no me dedicaría a otra cosa. Somos muy autocrítica pero muchas cosas me parecen bien y las respeto a no ser que pasen por encima de principios que para mí son intocable como los derechos humanos... He seguido con mi banda de siempre y creo que no me he vendido. Pago mi cuota de autónoma y esto es una jungla. Hay veces que me gustaría parar más en el camino para poder ayudar, pero muchas de esas veces no se puede.
¿Y por qué el nuevo disco se titula ‘Oráculo’?
Creo que he en parte he resuelto un poco mi rompecabezas personal. Las canciones me leen el futuro. Quizá compongo más libre de lo que vivo. Y cuando llego a vivir algunas cosas ya las he escrito. De alguna manera sabía que iban a ocurrir. En la vida no ssoy tan honesta conmigo misma como cuando compongo. Estas cosas místicas estaban llegando a mi vida. En su día me tiraron unas cartas de tarot y me salió la torre. Y fue saliendo la torre en mi vida y todo cobró sentido. Y como soy artista y hago lo que quiero pues en ese sentido todo fue sencillo.
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