Navarra encontró en su autogobierno la llave para convertirse en un plató a partir de 2016. La Comunidad foral incrementó ese año la deducción por inversiones en películas y obras audiovisuales hasta el 35%. Sólo Canarias -con un 40%- superaba esa ventaja para rodar en España. Ambas comunidades -una por tener Hacienda propia y la otra por la particularidad de ser un territorio ultraperiférico- se situaban muy por encima del 25% estatal. Así, Navarra empezó a atraer rodajes de películas, series y la instalación de estudios de animación, que iban aumentando año tras año.
Las cosas empezaron a moverse con la pandemia. El sector pidió ayuda, y el Consejo de Ministros subió el porcentaje estatal del 25% al 30%, lo que provocó un movimiento de fichas de dominó que, en el caso de Navarra, también elevó sus deducciones hasta el 40% en algunos casos que consideraba de especial interés: operas primas, documentales, animación, cine hecho por mujeres y en euskera. En una segunda mejora se incluyó a los cortometrajes.
El tablero se había reorganizado para mantener el mismo podium de territorios ventajosos: Canarias primera, Navarra segunda, resto de España tercera. Hasta que el pasado verano Vizcaya anunció que rompía el tablero de juego con los incentivos fiscales más altos de Europa.
Desde el 1 de enero de este año, las deducciones en ese territorio se han elevado hasta el 60%, que pueden llegar al 70% si es en euskera. El mes pasado Guipúzcoa anunció que adaptará prácticamente la misma normativa, y el diputado general de Álava se sumó a la idea incluso con efectos retroactivos. Navarra perdía así de un plumazo su ventaja competitiva respecto a sus vecinos.
"¿QUIÉN VA A VENIR?"
“Navarra estaba destacando sobre el resto de las comunidades y a eso se le ha dado la vuelta”, expone Iker Ganuza, productor de Lamia Producciones. “El efecto, como en cualquier otra industria, es que los que antes hacían películas y series en Navarra ahora obviamente van a elegir la Comunidad Autónoma Vasca, hasta que Navarra sitúe los incentivos a ese mismo nivel; si no, todo el trabajo que se ha hecho estos años se va a evaporar”, lamenta.
Admite Ganuza que hay otros factores a favor de Navarra, como la seguridad jurídica que ofrece. “Se ha visto que Hacienda está muy por la labor”, destaca, pero el otro día estando en la Berlinale coincidió con el director de la Hacienda de Vizcaya, que había ido expresamente a dar una charla sobre el incentivo vizcaíno. “El pilar básico de la charla era que lo ofrecían con seguridad jurídica”, señala Ganuza.
Los paisajes sí, ahí sí que destaca Navarra. El año que viene, de hecho, Lamia prevé rodar en Navarra una película de Imanol Rayo y es por un criterio paisajístico. Pero en producciones con tramas urbanas Ganuza cree que se marcharán a Bilbao, aunque puede ser también que una película centralice su producción en Guipúzcoa, por ejemplo, para aplicar el incentivo mayor, y posteriormente trasladarse dos o tres semanas a Navarra. “La Comunidad foral tiene que subir el incentivo para no quedarse atrás porque, si no, ¿quién va a venir aquí? De hecho, empresas que han hecho varias películas aquí me consta que la siguiente la van a rodar dentro de poco en Vizcaya”, apunta.
Gerardo Herrero es uno de los productores que más ha rodado en Navarra con su productora, Tornasol Films. Desde hace años encadena prácticamente una película con otra en Navarra y en febrero de 2020 dio un paso más, fundando el Centro Navarro de Producción Cinematográfica en Berrioplano. Ahora, Herrero cree que la normativa de las provincias vascas va a disminuir necesariamente la producción en Navarra. “Cuando los paisajes son parecidos, y los espacios geográficos también, yo tengo verdadera simpatía por Navarra, pero evidentemente debo pensar en los números de las producciones”, explica a punto de estrenar 'Bajo Terapia', que dirigió íntegramente en Pamplona. “Navarra debería subir un poco los incentivos si no quiere perder varias producciones”, añade. “Además, hay un inconveniente: que no tiene una televisión autonómica que compre películas, y eso es muy importante para un productor a la hora de financiar un proyecto; si Navarra no quiere perder el tren del audiovisual, tiene que subir los incentivos, no sé si tiene que llegar tan alto como los de vizcaínos, guipuzcoanos y alaveses, pero tendría que subirlos”, opina.
Tornasol tiene actualmente un proyecto de una película para hacer a lo largo del año en Navarra, y próximamente rodará 'Detective Touré' en Vizcaya. “La pena es que se ha creado una infraestructura de técnicos navarros, pero no hay tampoco que darle muchas vueltas, es mucha la diferencia entre unos incentivos y otros, casi es el doble”, zanja Herrero.
Marian Fernández Pascal, productora de Txintxua Films y presidenta de IBAIA, la asociación de productoras independientes del País Vasco, es clara: “No nos engañemos, si tienes una herramienta en el audiovisual, como los incentivos, la tienes que usar”. Según observa, no basta con hacer bien las cosas, sino que se depende también de lo que haga el entorno. “Navarra estaba haciendo muy bien su trabajo, estaba empezando a dar resultados, y no puede mirar para otro lado”, apunta. “Si puede hacer modificaciones para elevar los porcentajes del incentivo, y en la medida de lo posible resultar atractiva, no en todos los aspectos pero sí en algunos, tiene que hacerlo, no hay otra”, concluye.
"ES UNA REVOLUCIÓN"
La proliferación de proyectos en Navarra motivó que cuatro firmas profesionales se unieran en Triunion Audiovisual, una compañía que ayuda a financiar proyectos audiovisuales de la que forma parte el asesor fiscal Jorge Santos, del despacho Idalia. El gran frente para ellos en 2023, admite, está en Vizcaya.
“Es una revolución”, asegura sobre la nueva normativa vizcaína. “No se pueden establecer normas generales, pero en una producción de cinco millones de euros los recursos que te pueden venir en Vizcaya pueden ser un millón de euros más que en Navarra”, pone como ejemplo.
Una vez roto el anterior tablero, los productores se buscan la vida y rastrean la mejor financiación. El asesor fiscal subraya que no hay dos producciones iguales y los reglamentos de deducciones de cada lugar tienen muchos supuestos. En algunos casos concretos, según las características puede que a un productor le den los mismos números en Vizcaya que en Navarra, pero como norma general “tiras de Excel y normalmente es más atractiva la normativa vizcaína”, ilustra.
El sector ha dado un vuelco. “Hay una implantación de productoras en Vizcaya y estamos todos buscando allí inversores que antes teníamos aquí, en Navarra”, manifiesta Santos.
Según su experiencia, Navarra hasta el 31 de diciembre de 2022 era un territorio atractivo para canalizar el desarrollo de producciones cinematográficas, series y animación por sus incentivos y, sobre todo, por la cultura que se ha ido creando estos años entre los financiadores de las producciones. “Ya entienden el producto, en Navarra estamos en un momento donde tenemos más clientes, más empresas con ganas de poner dinero, que películas”, sostiene.
¿Se van a dejar de hacer cosas en Navarra? Santos cree que no, pero está seguro de que se resentirán. “La ventaja es que aquí ya hay una cultura entre los inversores de presentarles un determinado producto, o proyecto cinematográfico, y hay que dar pocas explicaciones”, expone. “En Vizcaya hay tal revuelo que la gran duda que tenemos es si va a haber tanto inversor como nos gustaría”, añade, ya que por su experiencia supone todo un proceso psicológico el que pasan los inversores en cine, una fase que en Pamplona ya se ha recorrido y donde se opera actualmente con agilidad y con un desembolso rápido. “Con el tiempo pasará en Vizcaya pero necesita tiempo”, aventura.
Navarra tiene una cosa buena, según observa: “Los productores que han venido aquí ya han visto las facilidades que hay, la comodidad, lo bien que se trata a las productoras y, sobre todo, saben que si traen producciones aquí los inversores ya existen”, apunta Santos. Y avisa de que la receta vizcaína tiene “truco”. “Si vamos al contrato de financiación, el dinero que obtiene la productora de ese prestamista que le deja dinero para que haga la película a cambio del crédito fiscal en Vizcaya se considera una subvención, lo que significa que va a tener un peaje fiscal para el productor; en cambio, en Navarra, ese dinero recibido por la productora no se considera subvención de capital”, señala Santos, que advierte que la tendencia es innegable: “Se está yendo producción que en otras condiciones se hubiera quedado en Navarra y ahora se va a hacer en Vizcaya”.
Desde el Clúster Audiovisual de Navarra (CLAVNA) y concretamente desde NAPAR, la Asociación de Productoras y Profesionales del Audiovisual de Navarra que ostenta la presidencia del clúster, indican que “toda medida que ayude a fortalecer e impulsar el tejido empresarial es bienvenida”. Su presidenta, Rosa García, indica que en ese sentido apoyan todas las mejoras del incentivo navarro, en cualquiera de sus vertientes. “Respecto a la equiparación a los incentivos en otros territorios, somos conscientes de los riesgos que implican estos movimientos, pero consideramos que hay que ser cautos, estudiar bien lo que suponen esos aumentos y trabajar de manera coordinada, incorporando a todos los agentes implicados”, expresa. “Ambas asociaciones han trabajado junto a la Administración en la mejora paulatina del incentivo, no sólo aumentando diferencial, sino incorporando nuevos formatos, como cortometrajes o aumentando la seguridad jurídica. En el futuro, seguiremos trabajando en esta línea”, concluye.
Navarra tomará “las decisiones que haya que tomar” probablemente en otoño
El
Departamento de Cultura y Deporte del
Gobierno de Navarra entiende que el incentivo es un elemento importante y están haciendo “un trabajo muy profundo”, explica el director general,
Ignacio Apezteguía, de disgregación de datos para conocer qué proyectos llegan a Navarra atraídos por el incentivo, cuáles lo hacen por la cantidad de profesionales y empresas y el nivel de calidad que existe en la comunidad, por la diversidad paisajística, por las ventajas que ofrece el Gobierno para rodar en elementos patrimoniales, como la grabación de la serie
Vampire Academy en Olite o El Internado en Irache , y cuáles llegan al margen de la
Navarra Film Commission porque se ponen en contacto directamente con la Junta de Bardenas, por ejemplo. El trabajo se inició el año pasado y quieren tenerlo terminado durante el primer semestre. Precisamente este jueves se presentará un primer avance al sector, en una reunión que se ha convocado para presentar la nueva etapa de la Navarra Film Industry, la estrategia que desde hace dos años aúna a todo el sector en la comunidad, así como la hoja de ruta para 2023.
El estudio dará la foto sobre la que se actuará después. “El momento es de alerta, o de máximo interés”, establece Apezteguía. “¿Que el momento va a llevar a la toma de decisiones? Por supuesto”, asegura, y destaca que todas las decisiones que se tomen en Navarra tienen que estar basadas en potenciar el desarrollo de la industria audiovisual de la comunidad y potenciar que la atracción de proyectos y de rodajes tenga carácter duradero.
El efecto real de los incentivos vascos no se sabrá hasta principios de 2024, apunta el director general, cuando esos territorios den a conocer los datos de lo que ha sido su impuesto de sociedades en 2023. Pero no por ello, dice Apezteguía, van a estar parados.
“Las decisiones que se tengan que tomar probablemente se tomarán en otoño de este año, para que se apliquen en 2024, en eso estamos”, asegura.
No obstante, no quieren desde el gobierno que el incentivo se convierta en una carrera entre territorios. “Navarra desde 2015 ha ido poniendo legislatura a legislatura granitos de arena para adaptar el incentivo a la realidad del sector, con lo cual estas carreras no son desde nuestro punto de vista muy acertadas”, explica. “Entendiendo que el incentivo es un elemento importante, pero no el único, nosotros entendemos que hay otro posicionamiento de Navarra en una visión integral”.
Apezteguía destaca lo vivo que se encuentra el sector. “En los últimos tres años en la ley de medidas fiscales todos los años se ha mejorado el incentivo”, destaca. Con cuestiones como el sistema de prevalidación y postvalidación del incentivo, un sistema administrativo que facilita la seguridad jurídica de la producción y que es un elemento único de Navarra, que está dando unos números de interés, añade. “Cuando lanzas un proyecto con la prevalidación y la postvalidación ya tienes una arquitectura económica desde Cultura, no desde Hacienda, reconociendo qué gastos son realmente los que llevas al 40% necesario para optar a las deducciones”, explica Apezteguía. “Puede ser que el incentivo no sea tan competitivo, pero esto te da una solvencia a la hora de levantar un proyecto que no lo tienen otros territorios”, señala.
Apezteguía considera que en Navarra se consideran todos los eslabones del cine, como las ayudas de Generazinema, y destaca que el número de días de rodaje ha pasado de 280 a 329 el último año. Además, destaca la estrategia global del gobierno, tanto con Sodena en la participación de los proyectos, como con el Servicio Navarro de Empleo en formación, como con Cultura en eventos y apoyo. “Estamos buscando la atracción de empresas con asentamiento de más largo tiempo y que perduren en el tiempo, como la animación”, explica.
“La diferenciación no creo que tenga que ser que cada año estemos todos reforzando el incentivo, es más, nosotros este año no nos planteamos tanto reforzar el incentivo audiovisual sino crear también el incentivo de la música y de las artes escénicas, para que todo el sector cultural tenga similares oportunidades”, añade.
Por si fuera poco, hay un último factor que dificulta esta situación cambiante: dentro de dos meses, elecciones.
INCENTIVOS FISCALES
ESPAÑA
30% del primer millón
25% del resto
NAVARRA
35% deducción general
40% respecto del primer millón en producciones en euskera, hechas por directoras, documentales, animación y óperas primas
CANARIAS
45% del primer millón
40% sobre el exceso
VIZCAYA
Depende del gasto realizado allí
Si el gasto es de más del 50% en el territorio:
60% deducción general
70% producciones en euskera