Lola Herrera: "No quiero perderme el divertirme en el teatro estos últimos años"

Con casi siete décadas de carrera a sus espaldas —debutó en el teatro a los 20 años–, Lola Herrera se rebela ante la idea de que las personas mayores sean “arrinconadas” por una sociedad que las considera “un estorbo y una carga”. Tras haber tenido que aplazar la función de 'Adictos' en Pamplona (estaba programada para el 16 de diciembre) debido a una lesión que le tuvo dos meses encerrada en casa, la actriz vallisoletana se muestra feliz de tener por delante una larga gira que le llevará a recorrer buena parte de nuestro país. A sus 87 años, transmite su fuerte energía y vitalidad desde el otro lado del teléfono. Este miércoles, el Teatro Gayarre le recibirá lleno, con las entradas agotadas. ¿Contenta de volver al Gayarre? Sí, con muchas ganas. Estamos empezando una gira muy bonita para llevar el teatro a domicilio. Hemos hecho ya unas ocho plazas, entre ellas el Teatro Calderón de Valladolid, y estoy muy contenta con la respuesta del público. Cuando te gusta tu trabajo y te gusta moverte, llevar lo que haces a todas estas ciudades es muy gratificante. Su última gira, la de ‘Cinco horas con Mario’, tuvo que hacerla sola. Esta vez está bien acompañada. Valoro muchísimo lo que estoy viviendo ahora mismo. Tengo dos compañeras maravillosas (Ana Labordeta y Lola Baldrich). Empatizamos mucho porque tenemos una manera muy similar de entender nuestra profesión. Las tres lo estamos pasando muy, muy bien. También es gratificante compartir con el público una obra como esta, que cuestiona cosas de nuestro presente, del mundo en el que vivimos. Su hijo Daniel es coautor del texto junto a Juanma Gómez. ¿De quién fue la iniciativa de llevar ‘Adictos’ a los escenarios? Yo fui a la fuente, a Daniel, porque no hay personajes para las mujeres de mi edad, salvo que te vayas a los clásicos. Sí que me han ofrecido cosas, pero no me apetecía hacerlas. Cuando estaba con la gira de 'Cinco horas con Mario', haciendo una búsqueda mental, le recordé a Daniel que él me había enseñado la filmación de un cortometraje que hablaba de una serie de cosas que a mí me interesaban. Él me trajo el guion y de ahí partió la idea de escribir un texto teatral junto a Juanma. Y aquí estamos, haciendo la función (ríe). ¿Qué le cautivó de ‘Adictos’? A veces, los descubrimientos científicos son mal utilizados por los grandes poderes. En vez de emplearlos para el bienestar del ser humano, se destinan a la destrucción. Mi personaje (Estela), que es científica, descubre que el proyecto en el que lleva años trabajando va a ser utilizado contra la humanidad... Por su parte, Ana interpreta a una periodista y Lola Baldrich ejerce de psiquiatra. Los tres son personajes estupendos y yo me siento muy ‘abrigadita’ con mis dos compañeras. Somos tres actrices con unas ganas de transmitir muy grandes. ‘Adictos’ plantea una distopía sobre el futuro próximo. ¿Hay una parte de esa distopía que ya se está haciendo realidad? Vivimos en un mundo muy complejo, en el que suceden demasiados desastres. Luego está la guerra de Ucrania, que la estamos viviendo tan de cerca y estamos tan implicados en ella... Parece insólito que a estas alturas haya una guerra como esta, a dos pasos de aquí. Yo no puedo entender el ansia de poder. Me parece un horror que haya gente tan desalmada. Si hablamos de las redes sociales, ¿usted vive totalmente ajena a ellas? No las necesito. Solo utilizo las nuevas tecnologías en la medida en que son imprescindibles para hacer cosas que no puedes dejarlas en manos de otras personas, pero siempre tengo que estar preguntando algo (ríe): “¿Cómo tengo que entrar aquí, cómo tengo que salir?”. Para la gente que no hemos nacido con ellas, las tecnologías son una complicación muy grande. El problema es que la sociedad te obliga a estar ahí metida. Por otro lado, el mundo de las redes sociales me parece muy insulso. La gente lo fotografía todo: qué hace, qué come, cómo se viste, cómo se pinta... ¡Me parece algo tan frívolo y una pérdida de tiempo tan grande! Tampoco entiendo cuando la gente se pone a ver un concierto a través del teléfono... ¡Pero si lo tienes delante, disfrútalo! No lo entiendo y no quiero entenderlo. Con ‘Adictos’ tiene una gira larga por delante, hasta 2024. ¿Ha pensado qué le gustaría hacer después? A estas alturas no se pueden hacer proyectos a largo plazo. Hay que ir haciendo el camino sin aturullarte. Ahora me encuentro muy bien, con mucha energía y mucha fuerza mental, pero nunca sabes cuándo se puede cortar el camino. Así que de momento voy disfrutando de lo que tengo. Pertenece a una generación de actores que no conocen la palabra “retirada”: Nuria Espert, José Sacristán... Sí, Sacristán sigue con su 'Señora de rojo sobre fondo gris'. A él le ha pasado lo mismo que a mí con 'Cinco horas con Mario'. ¡Delibes nos ha abducido totalmente! Pero en mi caso, yo ya he cumplido con 'Cinco horas con Mario'. Durante el tiempo que me quede, quiero hacer otras cosas. El inicio de la gira de ‘Adictos’ se vio alterada por una lesión que sufrió. Me caí y estuve dos meses encerrada en casa. Tuve que estar sin moverme para que se me uniese el hueso. Estaría con muchas ganas de volver al teatro... Bueno, es que lo de tenerme a mí quieta... Yo soy como la pólvora. Soy una persona hiperactiva, necesito moverme. No te puedes hacer una idea de lo que he pasado con mis dos hijos, que no me dejaban moverme por nada del mundo. Lo pasé francamente mal. Además, al tener dolores tan fuertes, me dieron relajantes musculares y me quedé como un trapo. Afortunadamente, la genética es buena. No he heredado palacios ni millones, pero he heredado una genética estupenda. ¿Se imagina actuando a los noventa años? Mira, Carlos Saura terminó su último trabajo días antes de morir, con 91 años. Si tienes la cabeza en tu sitio, la creatividad no tiene edad. Soy muy consciente de la edad que tengo, pero sigo trabajando porque el ser actriz es parte de los mecanismos de mi vida. A mi manera de ver, es una forma de vida, sobre todo en el teatro, que tiene sus horarios fijos y no se puede suspender. Es una disciplina que también se convierte en algo estupendo para las demás cosas de tu vida. Ahí estaré, hasta que yo pueda compartir con el público lo que haga. Si no, me quedaré en mi casa tomando el sol. Pero ahora no quiero perderme el divertirme en el teatro estos últimos años. Cuando termina la función, ¿qué suele hacer? Depende del viaje que hayas hecho, de los compromisos que tengas, de la ciudad donde estás... Yo no suelo quedarme hasta muy tarde. Anoche (por el domingo) fui al Teatro Lara de Madrid y estuve en el bar de al lado hasta las doce y pico de la noche, hablando de la función. Fui a ver 'Blackbird', ¡me entusiasmó! Normalmente, cuando termino una función, voy a cenar y me retiro pronto al hotel. Veo un poco la televisión, leo o pongo en orden la agenda, hasta que me duermo. Ahora tengo que administrar muy bien mis energías, así que no las desgasto así como así. Me las guardo para tenerlas intactas en el momento en el que se levante el telón.

Lola Herrera: "No quiero perderme el divertirme en el teatro estos últimos años"

A sus 87 años, la indiscutible ‘dama del teatro’ vuelve este miércoles al Teatro Gayarre con ‘Adictos’, un thriller distópico dirigido por Magüi Mira que cuestiona a las nuevas tecnologías

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