La bailaora María Pagés lleva al Gayarre su 'Paraíso de los negros'

Sus espectáculos se nutren de la “materia prima” proporcionada por filósofos, pensadores y escritores. En esta ocasión, la bailaora sevillana María Pagés regresa a Pamplona para proponer una reflexión sobre las cárceles internas de las personas y su lucha en la búsqueda de la libertad y la felicidad. Galardonada con el premio Princesa de Asturias 2022, Pagés se subirá esta tarde al escenario del Teatro Gayarre para protagonizar 'Paraíso de los negros' —título que encontró en un poema de 'Poeta en Nueva York' de Lorca ('Norma y paraíso de los negros') y en la obra homónima de Carl Van Vechten—, inspirándose también en la filosofía de la negritud de Leopold Sedar Senghor y la reivindicación del deseo negro de Nina Simone. Junto a su marido, el escritor, poeta y dramaturgo de origen marroquí El Arbi El Harti, ha creado este 'Paraíso de los negros' que también juega con la luz y las sombras. De hecho, la obra transcurre en una cueva en la que el personaje interpretado por Pagés trata de salir y de encontrar la luz. “Puede parecer un espectáculo tenebrista, pero es vitalista porque habla de la búsqueda de la libertad”, aclaró El Harti. “Nuestra coincidencia es muy grande a nivel humano, estético y de compromiso con nuestro entorno”, señaló El Arbi El Harti sobre su simbiosis artística con Pagés, que les ha llevado a crear juntos montajes como 'Utopía', 'Óyeme con los ojos', 'Yo, Carmen' o 'Una oda al tiempo'. “A partir de 'Utopía' (2011), hemos intentado usar conceptos literarios y llevarlos a la creación coreográfica”, resumió El Harti. En esta ocasión, textos de Foucauld, Pessoa, César Vallejo, Bukowski o Baudelaire alimentan las diferentes escenas del espectáculo, que gira en torno a los conflictos y tensiones que habitan en uno mismo. Pagés, que ya había actuado en otros escenarios pamploneses como el de Baluarte o el Museo Universidad de Navarra, acudió este jueves al Gayarre para presentar el espectáculo en compañía de El Arbi El Harti, su pareja personal y artística. Por la tarde dieron una charla en Civican sobre el proceso creativo de su nuevo montaje, el decimocuarto que Pagés estrena desde que fundó su propia compañía en 1990. 'Paraíso de los negros' se pregunta de dónde viene la violencia: “¿Es algo inherente al ser humano? Nuestra humanidad reside en el diálogo, la palabra y la escucha”, reflexionó el dramaturgo y codirector del espectáculo. “Aunque cada creación tiene su propia personalidad, de alguna manera todas están conectadas”, comentó Pagés, para quien la danza tiene un gran sentido ético. A sus 58 años, la artista abordará la parte coreográfica en solitario: “El cuerpo ya no es el mismo que cuando tenía treinta años y estaba pletórica de fuerza, energía y facultades físicas. Ya me pilla con dolores y con una transformación física natural. En realidad son impedimentos, pero de todo podemos sacar una luz”, comentó Pagés, premio Nacional de Danza 2002. A nivel personal, señaló que en todas sus creaciones “hay siempre ese intento de conexión con tu propia experiencia vital”. El Harti precisó que en esta obra están muy presentes “lo pesado y lo ligero”: el “cuerpo-cárcel” y el “cuerpo-alas”. En palabras de su compañero de vida, el cuerpo de Pagés crea emoción y belleza “usando la experiencia, el conocimiento y la sabiduría de las emociones, alimentadas a lo largo de 58 años”. Danza y prosa, ritmo y cante, humor, ironía y reflexión filosófica conviven en una puesta en escena donde Pagés estará acompañada de dos voces femeninas, una guitarra flamenca, un chelo y la percusión. La bailaora resaltó la “vitalidad musical” de 'Paraíso de los negros', con “registros muy interesantes y sorprendentes”. Entre otras piezas, interpretarán una obra de Fauré ('Bailando con Jacqueline') adaptada a guitarra flamenca, chelo y violín. “Ese trabajo entre músicos clásicos y flamencos da un resultado excelente a nivel de riqueza musical”, destacó Pagés. A ello se une la “conexión” de la poesía con los palos flamencos y las letras escritas por El Arbi El Harti, “que son muy bellas e inspiradoras”, resaltó, dedicándole una mirada cómplice a su marido. La bailaora destacó el trabajo realizado con la luz, creándose “paralelismos” a varios niveles: la luz y la oscuridad, el silencio y los sonidos musicales, lo estático con el movimiento... Para Pagés, el flamenco es contemporáneo porque es un arte en constante evolución. “El flamenco dialoga continuamente con el presente y lo hace sin complejos”, zanjó El Harti. PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE LAS ARTES 2022 El pasado octubre, María Pagés recibió el premio Princesa de Asturias de las Artes, distinción que también recayó en la cantaora Carmen Linares. “El premio fue una gran alegría. El flamenco necesita de estos reconocimientos, sobre todo en casa. Es el arte que más y mejor nos representa, el más nuestro, pero no acabamos de reconocerlo”, señaló. De la ceremonia de entrega, Pagés recuerda con especial emoción el camino en coche del hotel al Teatro Campoamor de Oviedo: “Fue muy bonito porque veías a gente anónima jaleando y animando. Se notaba la implicación del pueblo asturiano en estos premios”. A la bailaora le gustaría que la sociedad asuma la danza como parte de la vida: “En otras culturas, bailar es parte de lo cotidiano. Es algo sano a nivel físico y emocional”.

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