Paquito de Rivera ante su concierto con Chucho Valdés en el Baluarte: "Nuestra reunión es cosa del destino, tenía que suceder"

El compositor, clarinetista y saxofonista Paquito D’Rivera (Francisco de Jesús Rivera Figueras) de 74 años y el compositor y pianista Chucho Valdés (Dionisio Jesús Valdés Rodríguez), de 81 años e hijo del legendario Bebo Valdés, dos cubanos auténticas leyendas vivas del latin jazz, nos visitan este jueves a las 20.00 horas en Baluarte. Ofrecerán un concierto de su gira conjunta en la que están presentando su disco 'I Missed You Too' (Yo también te he extrañado), junto a su combo que se llama ‘Chucho Valdés & Paquito D’Rivera Reunion Sextet’. En el escenario les acompañan los excelentes músicos Diego Urcola (trompeta y trombón de pistones), Armando Gola (contrabajo y bajo eléctrico), Dafnis Prieto (batería) y Roberto Jr. Vizcaíno (percusión). El repertorio incluye viejos éxitos, algunos de ellos ya estándares del Jazz latino, clásicos del repertorio latinoamericano, y también nuevas composiciones. Se conocen desde hace más de 60 años pero pocas veces han tenido la oportunidad de tocar juntos. Paquito, usted y Chucho son dos veteranos que parece que se echaban de menos en lo artístico… Ese es el título del nuevo disco. Y nos pusimos de acuerdo para hacer esta gira, pero incluso antes de que comience ya estamos teniendo mucho éxito, porque se ha levantado una gran expectativa y además hemos logrado juntar a un grupo de músicos bien bonito. Algunos de los músicos trabajan con Chucho en Miami. Son solistas de mucho talento. Y yo aporté al Reunion Sextet a mi inseparable Diego Urcola, trompetista argentino que lleva conmigo 30 años. Me siento muy feliz y seguro a su lado. Para esta “Reunion” queríamos y deseábamos sentirnos muy bien acompañados en el escenario porque creativamente necesitamos darlo todo. Todo ha comenzado de forma muy feliz y esperemos que siga así. ¿Tienen la idea de reinterpretar las bases del latin jazz? La mayoría de los temas del repertorio son composiciones nuevas, salvo dos. Una es el Mambo influenciado que yo grabé con Chucho cuando tenía quince años, en un disco doble que se llamó Jesús Valdés y su combo. Y el otro tema es Claudia, Un estándar del jazz latino. Todas las demás son piezas que nunca habíamos grabado antes. Por ejemplo está El día que me quieras, el clásico de Carlo Gardel. Y está nuestra versión de Paq-man de Hilario Durán… la verdad es que es un disco muy variado. ¿Con algunos homenajes? Cierto. Incluso hay uno a Mozart, que siempre ha sido una inspiración para mí. Igual que el disco este concierto de Pamplona va a ser muy variado en el repertorio. Siempre le ha gustado retomar a los clásicos… Sí, en una de mis anteriores giras en España retomamos piezas de compositores clásicos españoles como Manuel de Falla y Albéniz. Esa línea de trabajo la mantengo con la ayuda del pianista cubano Pepe Rivero. Lo he hecho toda mi vida, Mi padre fue un saxofonista clásico. Nunca tuvo la habilidad para improvisar pero le encantaba la música de las big bands y por ejemplo la orquesta de Benny Goodman. Yo siempre he interpretado todo tipo de música y me ha gustado mezclarlo todo. Duke Ellington decía: “Sólo hay dos tipos de música, la buena y esa otra cosa”. Así que ya podemos imaginar de donde vienen los tiros. ¿Después de la pandemia como intuye que pueden desarrollarse los cauces del latin jazz? Decía Woody Allen que “la comedia no es más que una tragedia que dura más tiempo”. Y esa idea se me viene a la cabeza constantemente pensando en esos pobres chinos que los han tenido encerrados tanto tiempo, obligatoriamente y cuando les han dicho que podían salir han salido en estampida. Pienso que lo mismo está pasando con los espectáculos públicos. La gente ha tenido que estar demasiado tiempo prescindiendo de la cultura. Mi experiencia en varios conciertos es que el público está ávido de música en vivo de nuevo. Así que no le debería de ir mal a ningún estilo musical. Ni tampoco a ‘Yo también te he extrañado’… Este proyecto nuestro es muy especial y ha sido esperado con mucha expectación durante muchos años por mucha gente. Hemos recibido llamadas y mails de todo el mundo. Para nosotros es una felicidad muy grande y una satisfacción compartirlo. Nuestra reunión ha sido largamente esperada por nuestro público y también por nosotros mismos. Y por fin se dio. Hay cosas que son inevitables… Una gira en la que recorren medio mundo… Sí, saltamos desde Puerto Rico a Miami y a España y después a Europa. En Polonia vamos a tocar en un gran club de jazz que se llama ‘Dracula Space’ [risas] ¡qué oscuro! Me preguntan: “¿Usted no se cansa de viajar?”. Claro que me canso. Me cuesta dormir un ratico y cuando me despierto a veces estoy aún más cansado. Pero Bebo Valdés, el padre de Chucho, decía: “La pesadilla termina cuando comienza la música”. ¡Qué cierto! El desgaste tremendo de la carretera y los hoteles se pasa en un segundo cuando te pones a tocar y pasan cosas en el escenario. Y trabajar con Chucho después de tantos años es una verdadera felicidad. ¿Fue difícil preparar los temas de estos conciertos? Ha sido muy fácil. Los dos fuimos aportando muchísimas ideas. Y no nos costó nada preparar el “set list” del repertorio. Chucho ensayaba mucho con los músicos en Miami. Y Diego el trompetista contactaba constantemente con ellos y me ha ayudado muchísimo. Todo cayó solito. Como dicen los ingleses ha sido “very smooth”, suavecito ha ido caminando todo. Está claro que es cosa del destino y que tenía que suceder. ¿El secreto es gozar en escena? Gran parte del éxito de esta música es que no sabes lo que puede pasar. Constantemente llegamos a un grado que decidimos saltarnos ese repertorio preparado y darle a un tema por primera vez. Si no fuera así sería muy aburrido. Es parte de la gracia. Con nosotros es imposible que haya dos conciertos parecidos. Y estoy feliz de regresar a la tierra de Javier Colina, que es uno de mis bajistas favoritos. Y ha sido el bajista favorito de Bebo Valdés. Nuestro último concierto allí fue en exteriores y tuvieron la “cortesía” de parar la lluvia para que tocáramos nosotros [risas]. Así que hay que ser agradecidos.

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Estas auténticas leyendas cubanas del latin jazz nos visitan en su gira conjunta este jueves en Pamplona

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