Por fiestas de San Juan Bautista celebra aún hoy en día Cintruénigo su fiesta de la Chapalangarra. Nuestro personaje, vestido en los últimos años por Olga Aliaga, es reducido a la condición de muñeco relleno de papel, colgado entre balcones y, finalmente, despedazado. En tiempos su interior era de hierba y una vez roto se la daban de comer a los asnos. Además, en la Ribera el espantapájaros era llamado también Chapalangarra. Y es que durante el Trienio Constitucional (1820-1823), siendo liberal doceañista, desarrolló una muy dura labor de represión en los pueblos del valle del Alhama.
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