"El Rifle" comienza su tercera pretemporada después de haber superado la millonaria tentación árabe del Al Wahda. El club dijo no.
Walter Pandiani (Montevideo, 27-4-76), ha iniciado su tercera pretemporada en Osasuna. Las tres han sido muy diferentes. La primera llegó como gran estrella. La segunda la comenzó como defenestrado. Y esta vez vuelve con energías renovadas, pero bien podía haber derrochado esas energías en los Emiratos Árabes. Su resurrección en toda regla provocó que una suculenta oferta del Al Wahda llegara a las oficinas del club para llevarse al Rifle.Osasuna dijo no, y fin de la historia.
En esta entrevista, Pandiani reconoce que la aventura árabe fue una opción real, pero que no forzó al club para marcharse porque se encuentra muy contento en Osasuna. Es su último año, y quiere seguir disparando.
¿Cómo le ha ido el verano por su tierra? Más fresquito que por aquí.
Sí, hemos estado 20 días con buen clima primaveral en pleno invierno, el veranillo de San Juan. Estuvimos bien, con familia y amigos. El verano lo paso siempre en mi tierra y es el único momento del año que desconecto.
¿Le echan de menos allá?
Sí, sobre todo la de Peñarol. Se ha hablado muchísimo de que puedo volver. Siempre he dicho que quiero terminar mi carrera jugando en Peñarol con mi hijo al lado y esas cosas llegan a Uruguay. Se comenta que la vuelta está muy cercana. Dejé buena imagen allá, y no sólo la gente de Peñarol, sino también el máximo adversario, Nacional, todos me tratan muy bien.
¿Para cuándo es su sueño de jugar junto a su hijo (el mayor de los tres que tiene)?
Todavía es bastante joven, tiene 15 años. Juega en Barcelona, muy bien. Empezó de delantero hasta hace un par de años, pero por su agresividad yo lo veía un tipo Azpilicueta para defender. Mide 1,77. Le pega bien con las dos piernas. Ha jugado un año entero de lateral izquierdo y este año de central. Pelota que viene por ahí la revienta. Aún le falta mucho para estar en un primer equipo, pero tengo la fe en que se pueda dar la posibilidad, lo más seguro que sea en el equipo de mis amores, Peñarol.
Volvamos al presente. Ahora está aquí, pero podría estar en otro sitio, rodeado de jeques.
Sí -ríe-. Es cierto. Ha habido la posibilidad de ir a Abu Dhabi, la buena zona de esta gente. Era una oferta muy buena para mí y para el equipo, que el equipo rechazó. Tenía muy claro que era una posibilidad muy buena de salir, con la edad que tengo, de jugar dos años en esas tierras. Era una cosa linda, pero en ningún momento me mareé, ni hablé con el club si podíamos buscar una salida. Pensé en que manejaran ellos si nos beneficiaba tanto a ellos como a mí esa posibilidad de salir, pero no se manejó en ningún momento. El equipo fue un no rotundo en primera instancia cuando salió a la luz. Y por mi parte, tranquilidad, había hecho una grandísima temporada aquí, estaba muy contento y no pensaba salir. Si hubiera hablado con el club, y me hubieran dicho que era una posibilidad que manejaban, igual hubiera salido, pero no fue así, así que tranquilo.
¿Y cómo reaccionó cuando llegó la oferta? ¿Pensó cómo estaría en ese país tan diferente, en la importante oferta económica?
Ni me pasó por la cabeza cómo podía ser eso allí o no. Yo dije que si me daban lo que yo estaba dispuesto para ir y el club también estaba dispuesto, no tenía ningún problema, tenía las maletas prontas. Pero que hablaran con el club, que son los que mandaban. Lo que decidiera el club iba a ser correcto porque yo estaba contento, yo no me quería ir. Si cabía la posibilidad de que entrara dinerito fresco al club a estas alturas con 33 años, haríamos el esfuerzo para salir.
¿No le frenaba que fuera un sitio tan exótico?
Para nada. He estado muchos aquí, un año en Inglaterra, pero no tengo ningún tipo de problema. Yo soy veterano, nuestra carrera es corta. Era una posibilidad bonita de cambio de aires, con un contrato diferente, pero me queda un año que cumpliré y después veremos qué sucede, si me quedo por aquí y nos vamos por otro sitio, allí o a Uruguay o dónde será.
¿Qué le parece que Camacho quiera que siga en el equipo?
No sé qué ha dicho el míster, pero no soy tan imprescindible. Si fuera así, muy contento, porque el míster fue el que me dio vida. Con él las cosas cambiaron para mí radicalmente, confió en mí al 200% y yo gracias a Dios pude retribuirle ese apoyo y esa confianza.
¿No cree que ha sido una oportunidad perdida no salir del equipo?
Qué va. Estoy en el mejor fútbol del mundo, en un equipo que va en proyección, que este año va a cambiar totalmente. No es un paso atrás. Si pensara eso, hubiera ido al presidente y le hubiera pedido por favor que me dejara ir porque iba a ganar más del doble de lo que ganaba aquí. Pero ni les dije que me subieran el sueldo.
¿Sigue igual?
Sí, y no les forcé para que me dejaran salir. Estoy muy bien, arropado por los compañeros y el cuerpo técnico y eso lo valoro muchísimo.
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Walter Pandiani, inseparable de su recipiente de mate, que toma todos los días, como buen uruguayo. La bombilla es de plata y oro y personalizada con sus iniciales y un caballo. MIKEL SAIZ
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