No pone pegas a revisar el pasado, pero prefiere hablar de futuro y se confiesa con ganas de ser el candidato socialista y de liderar Navarra.
Resultó elegido secretario general del PSN hace 10 meses, y desde entonces, a Roberto Jiménez le ha cambiado la vida sobre todo en "intensidad". A punto de cumplir 36 años, no siente que haya entrado en política demasiado joven y habla de "otros referentes" como Felipe González o Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ocuparon cargos de relevancia siendo más jóvenes que él.
"Dialogante y muy exigente" como jefe en el partido, según su propia definición, explica que no cree en los "hiperliderazgos que se dieron en anteriores etapas" del PSN y asegura que no le cuesta delegar porque confía en sus equipos. Se ve "vehemente" como parlamentario, "leal" al PSOE pero "sincero" con sus líderes. Y no quiere hablar sobre su principal defecto y virtud porque "eso sería arrogancia". Si se le da a elegir entre ser un defensa o un delantero, prefiere identificarse con un "medio-centro, repartiendo el juego". Habla abiertamente del error de negociar con NaBai en 2007, pero advierte que su partido ha aprendido del pasado y que demuestra todos los días su responsabilidad con Navarra, una actitud que exige a los nuevos líderes de UPN.
Parece que se han acabado en su partido las corrientes críticas tan tradicionales.
Gracias al esfuerzo del conjunto de la organización, hemos aprendido del pasado que eso no conducía a ninguna parte.
¿El partido internamente está plenamente convencido de la línea que se tomó, de apoyo al Gobierno de UPN-CDN?
El PSN, después de su último congreso, tomó una decisión y la está llevando a cabo. Nuestra apuesta es solucionar los problemas de la ciudadanía, somos la alternativa al Gobierno conservador. Una decisión, por cierto, que ha tenido el aval de los ciudadanos en las últimas elecciones generales, en la que obtuvimos nuestro techo histórico de votos.
¿Cómo es posible que un partido que hace dos años apoyaba al 90% pactar con NaBai, ahora sea el principal apoyo del Gobierno UPN-CDN?
No estamos apoyando al Gobierno, estamos sacando adelante nuestras propuestas como alternativa. Y creo que hay que circunscribir las cosas a su momento: hace dos años, el PSOE sufrió la manifestación del 17 de marzo en la que las fuerzas de la derecha buscaron dividir y quebrar la sociedad. Ante esa acción, hubo una reacción de este partido para buscar un Gobierno alternativo a todas esas conductas y prácticas. Después se tomó la decisión que se tomó, y se ha visto que fue buena, sencillamente, porque los compañeros de viaje con los que se iba no eran de fiar.
Vista la evolución de NaBai, ¿cómo hubiera sido ese Gobierno que el PSN intentó liderar?
Hemos visto con muchísima preocupación el último Aberri Eguna, donde parte de NaBai se manifiesta con los amigos de los violentos. Y parte de NaBai protagonizó unos impresentables desplantes en el Parlamento durante el 30 aniversario de las elecciones democráticas. Es una evidencia que un Gobierno con NaBai no hubiera llegado a buen puerto. En todo caso, aquello para nosotros es pasado.
De forma que su anuncio de no pactar con los nacionalistas es consecuencia de un aprendizaje.
A la vista está. Para Navarra no son buenos acuerdos de esa naturaleza. El nacionalismo vasco pretende la desaparición de Navarra por encima de cualquier otra cosa, y eso hace imposible el entendimiento con NaBai para articular el cambio. El cambio de Gobierno tiene que venir desde el socialismo, no puede ser del socialismo con otras cosas.
NaBai le contesta que así renuncia a al cambio.
El nacionalismo vasco dice que nos echamos en brazos de la derecha. Y la derecha dice que no hemos aclarado nuestra posición con respecto al nacionalismo. Lo que creo es que estamos en una posición centralizada estratégicamente, con un proyecto institucional demasiado claro y definido para el nacionalismo y con un proyecto social de futuro demasiado moderno para la derecha.
¿Cree que los ciudadanos otorgan credibilidad a su anuncio de que no pactará con NaBai tras lo del verano de 2007?
Tenemos el verano de 2007 completamente superado y los ciudadanos también, a tenor de los resultados de las generales. Pero, además de hablar de 2007, también podemos hablar de 2008 y 2009, y de lo que estamos aportando a Navarra: estabilidad, serenidad y soluciones.
¿Fue un error pactar varios ayuntamientos con NaBai?
Unos funcionan bien, como podrían ser Olite, Burlada y Alsasua, y otros están teniendo sus dificultades, como podrían ser Zizur o Berriozar. Nuestro objetivo es dotar a los ayuntamientos de tranquilidad para que puedan invertir. Por eso no pensamos que sea el momento de mover el puzzle municipal. Ahora, eso sí, hay una línea que no vamos a consentir que se pase y es que NaBai intente acuerdos con los amigos de los violentos.
¿Será usted el candidato socialista en las próximas elecciones?
Me siento con ganas y con fuerzas de liderar una Navarra abierta, de futuro, moderna, con justicia social. No obstante, hay unos procesos internos con los que soy totalmente respetuoso.
¿Qué condiciones se tienen que dar para que usted se presente al proceso de investidura?
Si soy el candidato socialista, me presentaré al proceso de investidura porque tengo la convicción, y algunos datos demoscópicos, de que el PSN va a aglutinar a una mayoría social de progreso que busca una Navarra moderna, de futuro y que piensa que ya está bien de 20 años de Gobierno de UPN. El PSN es el futuro frente a la resignación que supone UPN.
Tanto Sanz como Barcina rechazan que UPN apoye al candidato socialista a la presidencia si el PSN tiene menos escaños.
Digo lo mismo: no respaldaría a un candidato regionalista que tuviera un voto menos que el PSN.
¿Se ve otra legislatura como jefe de la oposición?
No. El PSN va a protagonizar el cambio en Navarra. Con sosiego, eso sí, porque no vamos a promover ninguna revolución.
¿Sería posible un gobierno de coalición con los regionalistas?
Creo que habría que estar a los resultados electorales sin cercenar la capacidad de decisión de los ciudadanos. Dicho esto, mi modelo es un gobierno del PSN en solitario, por cierto, un Gobierno con casi la mitad de consejeros de los que hay ahora y con bastantes menos altos cargos.
Barcina ha descartado ser vicepresidenta en un futuro Gobierno. ¿Se ve usted como su vicepresidente?
No me gustaría, en ningún caso, pero soy una persona muy poco orgullosa. Conmigo no va lo de "o yo o el caos", no soy la abeja reina y todo el mundo tiene que revolotear alrededor de mí en el panal. ¿Dónde está el afán de servicio? Lo que puedo decir es que creo que el PSN va a ser la primera fuerza en Navarra, pero si no tenemos las condiciones para lograr el Gobierno, arrimaremos el hombro para que esta comunidad sea gobernable. Espero que los demás actúen con la misma responsabilidad y que tengan la misma lealtad hacia Navarra. Y, por cierto, me gustaría que lo dijeran.
¿El peor panorama al que podría enfrentarse su partido es que UPN, CDN y PP sumen mayoría suficiente para seguir en el Gobierno?
Si no lo consiguieron en 2007, utilizando las peores artes, no lo van a conseguir ahora.
¿Cómo cree que va a influir electoralmente que el PP esté con sus siglas en 2011?
El PP tiene su espacio electoral porque en Navarra hay voto conservador.
¿Beneficia al PSN la ruptura entre UPN y PP?
¿En qué clave? Porque yo ya estoy viendo guiños de acercamientos por parte de UPN al PP.
¿Teme que su colaboración con el Gobierno pueda diluir su imagen como oposición?
No. Somos la alternativa al Gobierno conservador con nuestro modelo socialdemócrata. Estamos en una situación excepcional en la que Navarra necesita que nos fijemos más en lo que nos une que en lo que nos separa. Nosotros vamos a estar ahí, y si es necesario que arrimemos más el hombro, lo haremos, porque lo que nos preocupa es la gente. Pensando en la gente conseguimos la devolución de los 440 euros, la reducción de listas de espera sanitaria, los libros de texto gratuitos, los avales para las empresas. Nos sentimos muy satisfechos.
¿Los grandes acuerdos con el Gobierno llegarán hasta el último año de la legislatura?
Sí. Esta legislatura acaba con estabilidad, es un compromiso mío y del PSN. Hombre, voy a poner una cautela, si nos presentasen unos presupuestos sencillamente inasumibles lo diríamos e intentaríamos arreglarlos. Nuestro interés es que los grandes temas económicos y sociales se acuerden. Vamos a seguir aportando soluciones.
¿Quiere su partido arrinconar a CDN porque le resulta molesto, como ha denunciado Burguete?
Eso no es cierto. Yo tengo un gran respeto a CDN, a sus cuadros y en especial a José Andrés Burguete, a quien reconozco su gran valía política. Las discrepancias que ha habido con los consejeros de CDN lo han sido por contenidos, no por el color de los consejeros.
¿Qué piensa que hará CDN, seguirá en la política navarra o acabará integrándose en UPN?
Es una decisión que tienen que tomar ellos.
Tal vez se acerquen al PSN.
Garantizo que éste es un partido generoso y que no hace números.
Su secretario de Organización insinuó la posibilidad de aumentar al 5% los votos necesarios para entrar al Parlamento. ¿Fue algo pasajero o lo están pensando?
Es una reflexión que está ahí y que habría que verla con detenimiento, pero cuando el secretario de Organización habla no lo hace por casualidad.
El TAV. Reconocerá que no se ha gestionado bien y que se ha perdido muchísimo tiempo.
En una obra que va a ser para decenios y decenios, que proyecta a Navarra hacia el futuro, hay que relativizar. ¿Qué podía haber sido antes? Mucho antes, desde luego, desde que estaba el PP, que nos iba a traer un trenecillo de pasajeros que moría en Pamplona.
¿Ha sido Solbes el principal obstáculo?
No voy a negar que ha habido problemas, pero los hemos resuelto. De todos es conocida su oposición a financiar la obra como se hizo en el País Vasco.
Ustedes propusieron la compra de los derechos edificatorios a los constructores en Guenduláin. ¿Por qué?
Por coherencia. Siempre hemos mantenido que el suelo se pague con dinero, no con otro tipo de fórmulas. Mantenemos que el Gobierno pague por el suelo para liderar en el futuro la política de vivienda. Lo que tienen que saber los constructores y promotores es que durante muchos años han ganado mucho dinero y ha llegado el momento de que, parte de lo que han ganado, revierta en la sociedad. Con lo cual, los precios no podrán ser como cuando compraron. Pelotazo para nadie.
Se les acusa de defender a empresas vinculadas al PSN.
No tenemos vínculos con nadie. Me molesta que se nos critique por ser sinceros, pero preferimos ir de cara. Pensamos que es bueno para Navarra, a pesar de que se trate de algo impopular.
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Roberto Jiménez, en su despacho de la sede del PSN, durante la entrevista. EDUARDO BUXENS
Roberto Jiménez, secretario general del PSN, junto a la entrada del Palacio de Navarra.
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