La Catedral de Pamplona, un templo que recoge la vida de la ciudad
La Catedral de Pamplona permite la visita de un edificio y unas obras de arte que son esenciales para entender nueve siglos de la ciudad
- Diario de Navarra
La Catedral de Pamplona tiene una larga historia desde la construcción del templo románico, que fue del 1100 a 1137 y a la que sucedió, después del derrumbe que sufrió en 1391, la actual catedral gótica, finalizada en 1500. Después, a caballo entre los siglos XVIII y XIX llegaría la actual fachada, obra de Ventura Rodríguez. El templo recoge la vida de la ciudad y las esperanzas de sus habitantes a lo largo de más de nueve siglos.
La catedral comparte el ser espacio para el culto con un tesoro cultural inigualable, que va desde el propio edificio, el claustro gótico, algunas de las obras más notables que se encuentran en su interior, como la Adoración de los Reyes Magos, en el claustro, o el sepulcro de Carlos III y la reina Leonor, situados en la nave central de la iglesia.
Tras su reapertura después del confinamiento, la catedral no ha necesitado demasiada ingeniería para trazar itinerarios sin chocar con las preceptivas distancias.
El 90% del museo está abierto, incluido el claustro gótico recién restaurado o la exposición Occidens, que repasa la historia del templo y la pone en relación con la historia de la cultura occidental. Pero hay excepciones, como la capilla del obispo Barbazán, con acceso desde el claustro que se podrá observar desde el cristal.
A modo de compensación, el visitante podrá disfrutar de otras joyas habitualmente cerradas al público: el sobreclaustro (s. XVI), al que se accede desde la singular escalera helicoidal de finales del siglo XV, de estilo gótico flamígero; la sacristía mayor, estilo Rococó del siglo XVIII. Y se cruza el claustrillo, donde cuidaba sus plantas el canónigo herborista.
Horarios. De 10.30 a 18 horas, en horario ininterrumpido. Cierran el domingo.
Tarifas. Adultos, 5 euros; menores de 7 años, gratis; entre 7 y 13 años, 3 euros; peregrinos, 3 euros; grupos de escolares, 2,5 euros; pensionistas, 4 euros; con carné joven, 4 euros.
Código QR. Sin poder entregar papel, tampoco el del tíquet de entrada, ofrecen un código QR que directamente descarga el plano de la catedral y del museo , con todas las indicaciones en castellano, euskera, inglés, francés, alemán y latín.