Asperitas, las nubes que simulan el oleaje del mar
Son efímeras pero ofrecen un espectáculo natural digno de los ojos más curiosos y avispados
Observar el cielo no tiene que ver solamente con la noche, las estrellas y las lluvias de perseidas. También podemos asistir a verdaderos espectáculos naturales a plena luz del día, como el que ofrecen las llamadas asperitas, un tipo de nube que, al formarse, dibuja una especie de forma rugosa de gran extensión.
La primera vez que se habló de ellas a nivel científico fue en 2009, cuando el investigador Gavin Pretor-Pinney, de la organización privada Cloud Appreciation Society, las denominó "undulatus asperatus". Desde 2017, este tipo de formaciones espectaculares forma parte del Atlas Internacional de las Nubes de la Organización Meteorológica Mundial.
Las nubes asperitas tienen la peculiaridad de formar algo similar a un manto rugoso. Si fuera más sólido de lo que aparenta y pudiéramos acercar la mano y tocarlo, seguramente su tacto resultaría áspero, de ahí su nombre.
Según los expertos, estas masas nubosas suelen aparecer sobre todo en zonas húmedas y a primera hora del día, especialmente si la jornada amanece tormentosa. Un buen sitio para contemplarlas es la zona cercana a un río o en el entorno de un lago o pantano, aunque lo fundamental es que exista algún tipo de precipitación, por pequeña que sea, pues es el agua lo que dota a estas nubes de su aspecto rugoso.
El motivo por el que se ha tardado tantos años en estudiarlas detenidamente y catalogarlas tiene que ver con otra de sus peculiaridades: su carácter efímero. Por su naturaleza, desaparecen con rapidez, una condición que dificulta un análisis en profundidad y con el debido tiempo.
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