Sanfermines 2022
Fuegos con ritmo y compás

Publicado el 12/07/2022 a las 06:00
Julio de 1991. El 7 de julio de 1991 se instauró en Pamplona un nuevo subtipo de espectáculo pirotécnico, que logró paralizar las barracas y casi la ciudad en fiestas durante media hora: los fuegos artificiales con música. Hasta 100.000 watios de sonido en altavoces se pusieron en marcha en el primero de estos espectáculos piromusicales, aderezados con obras clásicas del acervo popular -desde la Marcha Radetzky, de Strauss, el Carmina Burana, de Carl Orff, o el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo-, con piezas electrónicas de autores como Mike Oldfield o Jean Michel Jarre. Pese al despliegue de potencia musical, las obras solo podían escucharse desde las proximidades de la Casa de Misericordia. Y eso que las barracas -entonces en Yanguas y Miranda-, cesaron su actividad para ceder todo el protagonismo y todo el sonido a los fuegos. Un día después, el 8 de julio, el contenido de un camión de pirotecnia Caballer estalló en la avenida del Ejército sin provocar heridos.